Tras el toque de queda decretado ayer por el presidente de Colombia Iván Duque, la capital de ese país, con unos siete millones de habitantes, es resguardada por cerca de 20 mil uniformados entre policías y militares.
Cientos de bogotanos desafiaron el toque de queda, un grupo protestó con cacerolazos frente a la casa del mandatario. Ya hay 230 detenidos.
Medios locales informan que un coche bomba estalló cerca de las inmediaciones del cuartel de la policía en el departamento de Cauca; fueron reportados tres muertos y siete agentes heridos.
El jueves comenzaron las manifestaciones cuando 250 mil personas, aunque los organizadores calculan un millón, marcharon en distintas ciudades del país en medio de un paro nacional y con una serie de reclamos contra las políticas económicas y sociales de Duque.
Las protestas dejaron un saldo de tres muertos, 122 civiles heridos y 151 miembros de la fuerza pública lesionados, informó el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo.
Duque declaró en televisión que a partir de la próxima semana iniciará una conversación nacional que fortalezca la agenda vigente de política social, trabajando así de manera unida en una visión a mediano y largo plazos que nos permitirá cerrar las brechas sociales.
Durante la jornada, hubo saqueos a supermercados y se paralizó el sistema de transporte público, debido a que 76 de sus estaciones fueron vandalizadas.
Unos tres mil manifestantes se reunieron en la Plaza de Bolívar, pero policías dispersaron al grupo con gases lacrimógenos.
(Con información de La Jornada)