MOSCÚ, Federación de Rusia.— «Es un gran honor que en la fecha que celebramos el día de Rusia ustedes se encuentren aquí con nosotros, es una concentración de la amistad ruso-cubana», le dijo a sus «queridos amigos», Alexei Lavrov, presidente de la Sociedad de Amistad Rusia-Cuba, al recibir al miembro del Buró Político y primer ministro, Manuel Marrero Cruz, y a la delegación que le acompaña, cuando caía la noche del lunes en esta país euroasiático.
En Casa de Latinoamérica sucedía otro encuentro especial de esta jornada. Allí se encontraban una veintena de representantes del Movimiento de Solidaridad con la Mayor de las Antillas, del Movimiento de Veteranos Internacionalistas, del Movimiento Europa por Cuba y otros camaradas, que «conforman un gran ejército de amigos» de la Mayor de las Antillas, como significó Lavrov, quien subrayó que «en los últimos tiempos las relaciones de hermandad entre nuestros países se han venido enriqueciendo con nuevas energías».
Al Jefe de Gobierno confesó que «su visita dará un nuevo pulso a esos lazos de afecto entre nuestros pueblos» y recordó que el próximo año se cumplirán seis décadas de la Sociedad de Amistad Rusia-Cuba, la cual ha realizado importantes campañas para hacer donaciones para nuestro pueblo y tiene como antecedente la Sociedad de Amistad Cubano-Soviética, fundada en 1964 por el Comandante Ernesto Che Guevara y el cosmonauta Yuri Gagarin.
A quienes desde este lado del mundo trabajan sin descanso y con mucha pasión para acortar las distancias y aumentar los afectos con un pequeño país bloqueado del Caribe, Marrero Cruz agradeció por mantener en alto el nombre de la Mayor de las Antillas, en un contexto internacional donde Occidente impone sanciones y aplica medidas unilaterales a ambas naciones. «Cuba está muy agradecida del pueblo y Gobiernos rusos por tantos años de apoyo, por tener siempre su aliento y compañía», señaló.
El Primer Ministro habló también de los momentos difíciles que nos han tocado vivir como la crisis que dejó la pandemia de la COVID-19, del bloqueo recrudecido del gobierno de Estados Unidos con las 243 medidas de Donald Trump y la inclusión en la lista de países patrocinadores del terrorismo, lo que nos ha impedido acceder al sistema financiero internacional y créditos para sostenernos y desarrollarnos.
«Cómo llamarle a Cuba un país patrocinador del terrorismo, si toda la vida ha defendido la paz, si hoy tiene médicos cubanos en 58 países salvando vidas, cómo llamarle terrorista al país que siempre ha tendido la mano a todos los pueblos del mundo», se preguntó el Jefe de Gobierno, quien recordó que en momentos difíciles Rusia siempre nos ha tendido la mano, y luego de la visita de nuestro Presidente, en noviembre último, se ha desencadenado un proceso de acercamiento e incremento de la cooperación.
«Por eso estamos aquí, fortaleciendo esos lazos de amistad y concretando negocios para ampliar esa cooperación», significó y añadió que mientras los Estados Unidos se empeñan en silenciar a Cuba, en vender una imagen contraria a la nuestra, «movimientos como el de ustedes están día a día apoyando a nuestro país en todos los espacios posibles.
«Entre todas las cosas que nos unen como pueblos, es que hemos sido muy valientes y firmes y estos son tiempos de unidad, ahora más que nunca. A ustedes que tienen fresco en su memoria al Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, al General de Ejército Raúl Castro Ruz, al Comandante Ernesto Che Guevara…, le decimos que no le vamos a fallar, Cuba nunca se va a rendir», afirmó.
Otros hermanos de luchas compartieron con este reportero sus impresiones de una amistad verdadera como el politólogo Leonid Savin, director de la Fundación Fidel Castro de Moscú, quien señaló que mucho ayudan en el comercio cuando «organizamos actividades colaterales, realizamos la traducción de textos de autores cubanos al ruso, realizamos consultas en Cuba y hace dos semanas presentamos dos libros sobre el líder histórico de la Revolución Cubana con la participación de varios autores, en el Centro Fidel Castro en La Habana».
Por su parte, Tatiana N. Mashkova, vicepresidenta del Consejo Empresarial Rusia-Cuba, significó que las raíces de esta unión son las más profundas posibles. «Con ningún otro país del mundo tenemos las relaciones tan familiares, relaciones verdaderamente de una familia. Somos carne y uña desde hace ya mucho tiempo». Y recordó que ese afecto es desde la época de la Unión Soviética y desde los primeros días del triunfo de la Revolución Cubana.
«Ahora tenemos un renacimiento, eso verdaderamente para mí, hasta el nivel personal, es una gran alegría, es algo muy profundo», añadió la también directora general del Comité Nacional para la cooperación económica con los países latinoamericanos, quien destacó que existe un sinfín de temas para colaborar como el turismo, la agricultura, la educación, la medicina farmacéutica, de los cuales «esperamos ver muchos frutos en los próximos años».
El intercambio de este lunes fue una demostración de que, tanto para el pueblo cubano como para el ruso en las circunstancias actuales, esta Sociedad de Amistad deberá alzarse en un polo importante de la solidaridad mundial. Fue esa también la impresión que dejó, antes de despedirse Marrero Cruz, al escribir en el libro de los visitantes de honor:
«Hemos compartido entre amigos y hermanos en esta emblemática Casa de Latinoamérica, en un día especial, el Día de Rusia. Mucha historia y cultura han animado nuestro intercambio, ratificándose lo indestructible que son las relaciones entre nuestros dos países. Muchas gracias por mantener en alto el nombre de Cuba. ¡Hasta la victoria, siempre! ¡Patria o Muerte! ¡Venceremos! ¡Viva Rusia! ¡Viva Cuba!», escribió.