Un virus real que también mata

Imagen cortesía de la Dirección Provincial de Educación en Granma

Cuba, nuestra pequeña isla antillana vive por más de seis décadas con una injusta y cruel política extraterritorial impuesta desde el imperio más prepotente que existe en esta tierra, un acto que es tan feroz como el virus que hoy azota a toda la humanidad, el bloqueo comercial y financiero que el gobierno de los Estados Unidos recrudece cada año con más fuerzas hacia nuestro país.


Aunque muchos se niegan a aceptar la crueldad de su agresión contra niños, hombres, mujeres y toda un pueblo, este existe y es real como el agua que bebemos o el aire que respiramos.


Este sigue siendo el eje central de la política de los Estados Unidos hacia nuestro país y cada vez crece su fuerza contra nosotros, más aún en medio del contexto del enfrentamiento a la pandemia de la COVID-19 que provoca severas afectaciones a nuestro pueblo.
El bloqueo es certero y nuestro principal problema que no nos permite avanzar en la búsqueda de la prosperidad y el bienestar de los cubanos. Muestra de ello lo constituye que sólo entre el período de abril 2019 y diciembre de 2020 esta política causó pérdidas a Cuba en el orden de los 3 mil 586,9 millones de dólares, lo que asciende a 9 mil 157,2 millones de dólares para sumar al total de los 147 mil 853,3 millones de dólares que es el acumulado de los daños acumulados durante estos más de 60 años.

Imagen cortesía de la Dirección Provincial de Educación en Granma


Mucho se puede hablar del impacto social, psicológico y financiero que nos provoca el bloqueo, sobre todo en estos momentos de crisis económica global que hace que se sienta con mayor fuerza aquí, debido a que aún persisten las 243 medidas que el gobierno de Donlad Trump impuso a la isla. Ahí permanecen intactas estas disposiciones con el propósito de asfixiar y rendir a nuestro pueblo por la escasez y el hambre.


El bloqueo durante el período mencionado anteriormente obstaculizó deliberadamente la importación de insumos necesarios para enfrentar la COVID-19, su alcance extraterritorial sigue impidiendo el acceso de Cuba a tecnologías médicas con más de un 10 por ciento de componentes provenientes de los EE.UU., así como la obtención de más de 30 productos e insumos que se requieren con urgencia para los protocolos de prevención y tratamiento de la COVID-19.


Por esta política tenemos que seguir buscando alternativas para el acceso se rutas logísticas de transportación más rápidas y expeditas. Esto nos obliga a trasladar las cargas con suministros médicos por varios países con un elevado costo adicional, a lo que se une, además, la creciente negativa de instituciones financieras y bancarias en diversos países a tramitar operaciones con Cuba, lo que ha impedido realizar oportunamente las transacciones financieras con los proveedores de los insumos adquiridos.


Me parece que es vergonzoso el hacerse el ciego o no querer ver en nuestras propias narices lo que sufre nuestra población por esta injusta medida extranjera, y apoyar desde afuera campañas llenas de odio que quieren ocultar la verdad de estas afectaciones.
Si no nos cree mire, sólo vamos a citar algunos de los sectores más afectados y que representa quizás la parte más sensible de la nación.


Los daños al sector de la salud ascendieron a 198 millones 348 mil dólares entre abril y diciembre de 2020. Entre el centenar de obstáculos que se le impone a nuestra nación se destaca la imposibilidad al derecho de adquirir tecnologías, materias primas, reactivos, medicamentos, dispositivos, equipos y piezas de repuesto, entre otros materiales necesarios para el mejor funcionamiento de su Sistema Nacional de Salud.


Mientras que en el sector agropecuario, las trabas en las operaciones monetario-financieras, los costos adicionales por la reubicación geográfica del comercio y otros obstáculos para adquirir tecnologías y combustibles, impactaron gravemente la producción y adquisición de alimentos en Cuba, generando afectaciones por un valor de 330 millones 466 mil dólares.


Esto es sólo por citar algunos, hay otros como en el área de la informática y las telecomunicaciones, que en el 2020, debido al recrudecimiento de esta política, se reportaron más de 65 millones de dólares en pérdidas en el sector.

Imagen cortesía de la Dirección Provincial de Educación en Granma
Imagen cortesía de la Dirección Provincial de Educación en Granma


La educación se ve afectada pues se siguen poniendo trabas para la adquisición de recursos y materiales necesarios para el mejor desarrollo de las habilidades en nuestros educandos y lograr mejor calidad en el proceso de enseñanza aprendizaje, así como la imposibilidad de obtener implementos artísticos que afectan considerablemente el desarrollo de las actividades estudiantiles.


Entonces el bloqueo sí existe, bien lo sabe el cubano de adentro, el que tiene que lidiar con todas las trabas y las dificultades. Es inhumano, cruel, criminal y no me cansaré de repetir que es injusto porque los cubanos sólo queremos vivir en paz y con el mismo derecho de todos las naciones a desarrollarse sin nada que les impida su crecimiento científico, social, económico y financiero. Entonces tenemos razones para decir una vez más No al bloqueo, el bloqueo es también un virus que mata y debe parar.

Imagen cortesía de la Dirección Provincial de Educación en Granma