Una mujer en la obra indestructible de la Revolución

Odalis Rosales Galiano, una mujer en la obra indestructible de la Revolución /Foto Eliexer Peláez Pacheco

Sin la mujer, la obra ingente de la Revolución no había sido posible, sentenció el Comandante en Jefe Fidel Castro, y es que ella ha ganado un papel imprescindible en cada esfera de la vida social y económica del país.
No hay frase más acertada para indicar el accionar de Odalis Rosales Galiano; “soy educadora de profesión, siempre me gustó mucho el magisterio, me llamaba la atención la forma en que mis maestros se proyectaban y nos nutrían de un caudal de conocimientos, afirma.
“Desde pequeña sobresalía entre mis hermanas, en las labores domésticas o cualquier otra, siempre elogiaban mi desempeño, eso me comprometía a hacerlo cada vez mejor, y así yo misma me fui proponiendo metas.
“En mi centro laboral me esfuerzo al máximo para lograr los mejores resultados, cuando las cosas me salen bien trato de hacerlas mejor y cuando ya son mejores trato de hacerlo excelente, nunca estoy satisfecha con lo que consigo y eso me traza nuevos propósitos.
“Mi desempeño como madre, aunque no es del todo lo que quería, es bueno, tengo dos hijos que me siguen en todo, me apoyan y se ven inspirados por mí, mi ejemplo los lleva a lograr buenos resultados en sus estudios y la vida social en general, son jóvenes integrados al proceso revolucionario.
“Mis principales logros son en el trabajo que realizo como miembro del consejo municipal de los Comité de Defensa de la Revolución (CDR) y presidenta de mi cuadra de esta organización. Me siento muy feliz de apoyar a la Revolución en cada una de las tareas que orienta, impulso a mis cederistas a ahorrar, a cumplir con las normas higiénico-sanitarias para evitar el contagio con la Covid-19, a comportarse adecuadamente y llevarse bien entre los vecinos, a manifestar la solidaridad que nos caracteriza; me da mucho placer apoyar todas las actividades en esta organización.
“Por mi trabajo desempeñado me dieron el reconocimiento como cederista destacada en el cumplimiento de los tareas. Yo confecciono útiles para el hogar y juguetes con materiales desechables; mis confeccciones las dono a las promotoras del programa Educa a tu hijo de la zona y a mis vecinos.
“El ayudar a los demás y ser de provecho a mi Patria llena mi corazón de regocijo, me satisface saberme útil. Guardo muy dentro de mí cada instante en que reconocen mi trabajo, que no lo hago buscando galardones sino el servir a los demás; la sonrisa de un niño que se beneficia de mis modestos juguetes; pero más que todo ser referente a las nuevas generaciones, inspirados para seguir adelante con la obra indestructible de nuestra Revolución”, concluyó.