Muchas gracias Viceministro, Rogelio Sierra, por haber accedido a esta entrevista acerca de un tema muy importante no sólo para Cuba, sino para la región de América Latina y el Caribe como lo es el ALBA, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América. Para comenzar quisiéramos conocer sus impresiones sobre los principales logros de la organización en estos catorce años.
Viceministro Rogelio Sierra: La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América constituye el modelo de integración más auténtico y honesto en la historia de nuestra región. A poco más de una década de existencia, en el ALBA se reúnen hoy 11 países latinoamericanos y caribeños que a lo largo de estos años han trabajado unidos en cooperación para el bienestar y el desarrollo de sus pueblos y han conseguido importantes resultados, significativos logros en este sentido. Algunos datos ilustrarían la anterior afirmación. En el orden educacional, cerca de seis millones de personas han sido alfabetizadas a través de los programas del ALBA, con un programa de alfabetización promovido por Cuba, y han tenido continuidad de estudios con un programa de post-alfabetización. Al mismo tiempo, varios países de la región como Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Ecuador, se han declarado como territorios libres de analfabetismo.
En el terreno de la salud se ha ampliado enormemente la cobertura sanitaria para la población de los países miembros. Se pudiera mencionar, por ejemplo, que más de siete millones y medio de personas han recibido atención directa de la salud, que la mortalidad infantil se ha reducido en un 5,1 % desde el 2004 hasta la fecha, o que más de 21 mil jóvenes han sido formados como médicos comunitarios integrales. El Programa de la Operación Milagro, que es un programa simbólico de la Alianza Bolivariana para las Américas, ha permitido que desde su aplicación hasta la fecha, que fueran intervenidos quirúrgicamente más de tres millones 300 mil personas, y resueltas sus patologías oculares. Seis países del ALBA, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, San Vicente y las Granadinas y Cuba, pudieron realizar estudios clínicos genéticos de discapacidad e identificar a más de un millón 200 mil personas con distintas discapacidades para ser atendidas por programas posteriormente implementados por estos gobiernos. Esto, sin dudas, constituye un privilegio que disfrutan únicamente los países desarrollados y para los que se requiere ingresos suficientes para poder acceder a ellos. El ALBA ha desarrollado a lo largo de estos años, más de 64 grandes proyectos culturales en nuestras naciones, que han permitido la participación del pueblo en estas experiencias. Se han celebrado cuatro juegos deportivos del ALBA con la participación de más de 10 mil atletas de 36 países en 45 disciplinas deportivas diferentes.
En el terreno económico y comercial también el ALBA puede mostrar notables resultados. El suministro de recursos energéticos, de hidrocarburos, a través del Programa Petrocaribe promovido por Venezuela en condiciones preferenciales, ha constituido una garantía y ha contribuido a la seguridad energética de las naciones. Esta es una muestra enorme de generosidad del gobierno de Venezuela, que ha permitido que estas naciones enfrenten coyunturas muy adversas como los altos precios de los hidrocarburos y que, al mismo tiempo, a través de los mecanismos compensatorios establecidos por este programa, se puedan desarrollar importantes programas sociales para el beneficio de sus pueblos.
El ALBA ha permitido el desarrollo de un comercio justo entre las naciones miembros, un comercio equitativo, un comercio compensado, que toma en cuenta los desiguales niveles de desarrollo de las naciones que lo integran y fomenta sobre todo la cooperación entre sus miembros. El SUCRE, o sea, el Sistema Único de Compensación Regional, ha sido un mecanismo que ha permitido fomentar el comercio intra regional, intra alianza, a partir de las facilidades que ofrece para la realización de estas operaciones.
En definitiva, el ALBA a lo largo de estos años ha permitido enfrentar las enormes deudas de nuestros pueblos, ha permitido disminuir los índices de pobreza, ha posibilitado que las estadísticas de la región de América Latina y el Caribe en términos de pobreza mejoren ostensiblemente y que, en definitiva,se ofrezca mayor bienestar y desarrollo a estos países y a los pueblos a través de la cooperación, haciendo dejación de las prácticas frecuentes y socorridas por otros mecanismos de integración, en los que se privilegian los intereses particulares y los de las grandes empresas transnacionales.
¿Qué desafíos enfrenta el ALBA en el nuevo contexto político en nuestra región y cuál es la postura de la Alianza ante los intentos de desestabilización e injerencia externa en la región, particularmente en Venezuela?
América Latina y el Caribe atraviesan un momento crucial de su historia. Las fuerzas de izquierda, progresistas, nacionalistas, los movimientos sociales y populares enfrentan hoy la embestida del imperialismo y de las oligarquías nacionales, se enfrenta al mismo tiempo una agenda de dominación capitalista, de dominación imperialista, que se caracteriza por la puesta en práctica de un proteccionismo egoísta y extremo, y al mismo tiempo se exacerban el fundamentalismo, la xenofobia y el racismo. Nuestros pueblos, obligados por los efectos y el impacto del subdesarrollo se ven forzados a emigrar, para luego llegar a los países desarrollados, donde son criminalizados y repatriados a sus lugares de origen. Se construyen muros, en lugar de fomentar la cooperación entre nuestras naciones, como lo que ocurre en la frontera entre México y los Estados Unidos, se persiguen a las personas por motivos religiosos y por racismo.
El imperialismo y las oligarquías han alcanzado un alto nivel de concertación política y también han desarrollado estrategias mediáticas para enfrentar a nuestros pueblos, para enfrentar a los movimientos y procesos progresistas y desestabilizar el orden democrático en nuestras naciones. La derecha utiliza el poder judicial, legislativo, mediático y sus poderosos recursos económicos para desestabilizar el orden interno en nuestras naciones, como sucede en el caso de Venezuela, que está sometida a un fuerte asedio por parte de la oligarquía reaccionaria y conservadora, perfectamente articulada con los intereses capitalistas e imperialistas en nuestra región, con el fin de derrocar el proceso bolivariano.
Ahora, ¿qué hacer?, ¿qué postura deben adoptar nuestros países ante este complejo escenario que se nos avecina?
En las próximas 48 horas, el próximo 5 de marzo, tendrá lugar una nueva Cumbre del ALBA, en la ciudad de Caracas. En esta Cumbre los países de la región se pronunciarán para enfrentar esta agenda de dominación imperial, denunciaremos y nos opondremos a cualquier intento de desestabilización y de injerencia externa en nuestras naciones, concertaremos políticamente para enfrentar los desafíos comunes de nuestros pueblos, haremos presente nuestra permanente solidaridad con el proceso de la Revolución Bolivariana de Venezuela y con su legítimo presidente Nicolás Maduro Moros. Apoyar a Venezuela, en las actuales circunstancias, significa luchar por nuestra emancipación y por nuestra plena independencia, fomentar y trabajar por la unidad, por la integración, será un derrotero que seguirán nuestros pueblos, luchar por la soberanía y por la autodeterminación de nuestras naciones y preservar la paz en nuestra región.
Precisamente la siguiente pregunta está relacionada con el tema de la paz. ¿Cuánto puede aportar el ALBA en el propósito de asegurar la paz en la región de acuerdo a los preceptos recogidos en la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz?
Viceministro Rogelio Sierra : El ALBA puede aportar mucho en torno a esta proclama. Como se conoce, la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz fue acordada por los Jefes de Estado y de Gobierno de la CELAC en enero de 2014 durante la Cumbre de esta Comunidad realizada en La Habana. Los países del ALBA apoyan y comparten los preceptos que recoge esta Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz y se sienten comprometidos con el respeto al derecho inalienable de nuestros pueblos para elegir su propio sistema económico, político, social y cultural; se encuentran comprometidos y defienden la necesidad de asegurar la convivencia pacífica entre nuestras naciones; están comprometidos y se oponen a la intervención directa o indirecta en los asuntos internos de cualquier Estado y están comprometidos a observar igualmente los principios de soberanía nacional, la igualdad de derechos y la libre determinación de nuestros pueblos. La Proclama también expone dentro de sus preceptos, y las naciones del ALBA así lo favorecen y promueven, la solución de las controversias de una manera pacífica y el respeto al derecho internacional y a los principios y propósitos de la Carta de la Naciones Unidas.
A través de nuestras acciones, a través de nuestros proyectos, a través de nuestras posturas que defendemos en el terreno multilateral, a través de la eliminación del analfabetismo, de la creación de mejores condiciones para la salud y la educación de nuestros pueblos, a través también del impulso a un comercio justo y equitativo, mediante el fomento de la unidad y la integración de nuestros pueblos, estaremos contribuyendo a que la región de América Latina y el Caribe se preserve como una zona de paz.
Finalmente Viceministro, ¿ qué se puede esperar de la Cumbre que se efectuará en Caracas ?
Viceministro Rogelio Sierra : Bueno, la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del ALBA de Caracas, constituirá sin dudas un homenaje a los padres fundadores de esta Alianza, al Comandante Hugo Chávez Frías y al Líder Histórico de la Revolución Cubana, el Comandante en Jefe Fidel Castro, a pocos meses de su dolorosa partida. De la Cumbre debe emanar una fuerte y contundente Declaración que recoja las principales preocupaciones de los países miembros en torno al escenario político que enfrenta la región y abogaremos por la unidad y la integración de nuestros pueblos. Fomentaremos la unidad en torno a la diversidad, la colaboración regional, la defensa de los principios de soberanía y autodeterminación, nos opondremos a las injerencias externas, defenderemos los procesos democráticos y los intereses de nuestros pueblos, así como la paz en nuestra región. Reforzaremos nuestra solidaridad con Venezuela, epicentro de la lucha contra el imperialismo en estos momentos. Será, sin dudas, una oportunidad fundamental para que los gobiernos y pueblos del ALBA nos concertemos para enfrentar juntos los enormes desafíos que nos depara esta coyuntura y para luchar en defensa de nuestros intereses, fomentar la unidad, la integración regional, la cooperación y la solidaridad entre nuestras naciones.
(Tomado de CubaMinrex)