“Vivo y permanente testimonio de grandeza pedagógica”

Manzanillo. Marzo 18.- “En cada lugarcito de esta institución de respira la tristeza y el luto al tener impregnada la impronta del Doctor en Ciencias Pedagógicas Oscar Vivero Reyes, su impronta, el legado, su hablar bajo y pausado, el aspecto impecable, el trato y amabilidad, con todos, la forma sencilla de ser y hacer.”

Así expresó, visiblemente conmovida, la Doctora en Ciencias Mariela María Martínez Roselló, al hablar en nombre de sus compañeros en las honras fúnebres de su colega, fallecido el pasado 11 de marzo de 2021, durante el trabajo profesional en la República Bolivariana de Venezuela, en la que se desempeñaba como Jefe de la misión de Educación Superior.

“Nos duele que se haya ido el afectuoso hijo, el admirado y cariñoso padre, el leal esposo, fraternal hermano, el amigo insuperable y el respetado profesor, el intachable jefe de departamento, decano, rector de la Universidad de Ciencias Pedagógicas y el consagrado vicerrector de la actual Universidad de Granma (UdG) por más de cinco años.”

Ante la presencia de las principales autoridades políticas y gubernamentales de Manzanillo; de la UdG, familiares, amigos y compañeros de labor, la Doctora Martínez Roselló refirió que siempre recordará a Oscar “como uno de los más brillantes pedagogos, que su talento e inteligencia lo hicieron grande, pero que nunca lo demostró porque su compromiso era con él mismo, la ciencia, los estudiantes y colegas.

La profesora recordó que cuando se le encomienda la tarea profesional en la tierra de Bolívar y Chávez, la esposa, hijas y no pocos amigos le sugirieron “que no fuera porque su estado de salud se lo impedía, pero Oscar volvió a demostrar lo que para él constituía una demostración moral, un reto: cumplir con él.»

Los muchos amigos que han desbordado en mensajes las redes sociales en estos días; los miles de estudiantes y maestros que hoy lloran su muerte son vivo testimonio de la grandeza pedagógica de Oscarito, de su capacidad humana, de cultivar y engrandecer la amistad.

“Se nos marcha Oscar, pero nos deja una vida ejemplar de profunda ética. Agradezco a Dios y al destino haberlo conocido a él y a la familia que creo: mi amiga Mema y sus hijas; compartir juntos no pocos momentos buenos y otros no tanto que marcan la vida de un ser humano.”

Martínez Roselló dijo que las pérdidas físicas desgarran y llenan de infinito dolor a toda la familia, pero en “nosotros queda su ejemplo y el deseo de hacer de nuestra Universidad una mejor institución. Es un hasta siempre al amigo, que siempre vivirá donde quiera que vaya; estoy segura que su camino será a la eternidad. Gracias a Mema y a Arelis por pensar en mí para decir estas palabras, gracias a todos los que nos acompañan hoy aquí. Adiós, Oscarito”, concluyó la profesora.