Ya no hay imposibles: todo lo podemos vencer

Foto Estudios Revolución
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Cuando se produce, como en la tarde de este jueves, una Mesa Redonda donde comparecen el Presidente de la República y otros importantes dirigentes del país, algunos pueden pensar que las noticias no serán buenas sino más bien preocupantes.

La que se produjo, en cambio, y como expresó Díaz-Canel, fue para tratar asuntos muy importantes y complejos para la Cuba que hoy se abre paso en escenarios nada fáciles, pero en la cual todos “podemos caminar buscando la luz —dijo el dignatario— si participamos entre todos de una manera responsable y también de una manera aportadora”.

La comparecencia desde el Palacio de la Revolución tuvo lugar, además, con la presencia del vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa, el Comandante de la Revolución, Ramiro Valdés Menéndez, otros miembros del Buró Político, viceprimeros ministros del Gobierno, ministros de diferentes carteras, y otros invitados.

Al comenzar su intervención, el Jefe de Estado expresó: “Hacemos esta Mesa Redonda en un día muy significativo para todos los revolucionarios cubanos, cuando conmemoramos un aniversario más de la caída, o del asesinato del Comandante Ernesto Che Guevara en tierra boliviana; y él siempre está presente como inspirador, como guía, como ejemplo en todo lo que vamos haciendo en el presente y en lo que haremos en el futuro”.

Seguidamente hizo alusión al contexto mundial complejo que se está viviendo con la llegada de la COVID-19, el cual se hizo “más incierto y más desesperanzador”, y en medio de ese contexto, dijo, “nosotros también hemos tenido una realidad nacional sumamente desafiante, que ha tenido que enfrentar pandemias, ha tenido que enfrentar el escalonamiento de las medidas y de la agresividad del bloqueo de los Estados Unidos contra Cuba. Y por otra parte está el empeño que tenemos en avanzar en el cumplimiento de los acuerdos del Congreso del Partido, y por lo tanto de la estrategia económica y social que ya aquí presentamos en una ocasión”.

El dignatario subrayó que nuestro pueblo, que ha sido  principal protagonista y beneficiario “de lo que se ha venido haciendo, de lo que se ha venido viviendo, de la manera en que se ha venido actuando, conoce que hay tres frentes de trabajo que en estos momentos abordamos entre todos:

“Uno es el enfrentamiento a la pandemia; el otro es el enfrentamiento, la resistencia y la denuncia del bloqueo, de la agudización del bloqueo y de la persecución financiera; y el otro frente es la implementación de los acuerdos del Congreso del Partido que de una manera más sintética hoy los tenemos concentrados en la Estrategia Económica y Social”.

Cuando hoy evaluamos resultados, afirmó Díaz-Canel, “podemos tener insatisfacciones, podemos tener elementos de valoración críticos hacia determinadas problemáticas, hacia determinadas ineficiencias; pero creo que hoy también podemos hablar y compartir resultados y además plantearnos nuevas metas en distintos escenarios”.

Hizo referencia a un primer escenario, el del enfrentamiento a la COVID-19, ese en el cual Cuba, dijo, ha tenido una estrategia concebida con la experiencia de la Revolución en materia de salud, con la experiencia que hemos adquirido también con la participación de nuestros colaboradores de la salud en otros confines del mundo, con el aporte de la comunidad científica cubana, y el trabajo mancomunado entre las organizaciones de masas y políticas, con el pueblo en sentido general.

“Ha sido, definió, una estrategia eficaz, y ha sido una estrategia con resultados”.

“Todos los elementos de diagnóstico que explicamos una ocasión aquí cuando se presentó por primera vez el plan de enfrenamiento a la COVID-19, se han cumplido”, destacó el Presidente cubano, quien también habló de reconocer la manera en que se ha trabajado, desde los primeros momentos en que casi no se conocía la enfermedad, pasando por el planteo de estrategias sobre la base del aprendizaje continuo.

La sabiduría con que se enfrentó al nuevo coronavirus, rememoró el mandatario, hizo posible sobrepasar el pico que tuvo la enfermedad a la altura de abril.

“Posteriormente, llegamos a una situación de estabilidad, pero ya los modelos matemáticos que veníamos trabajando habían anunciado la posibilidad de un rebrote alrededor de agosto, de septiembre; otros eran más conservadores y lo planteaban en septiembre u octubre, y ese rebrote se produjo”.

Auxiliándose en un gráfico hecho de su mano durante la comparecencia, el mandatario explicó cómo fue que lo aprendido durante el pico de la enfermedad se aplicó en la etapa de la meseta, y cómo los modos de actuar fueron ganando en efectividad.

Por eso, resaltó, nosotros hemos pasado este rebrote, y en medio de este rebrote hemos disminuido la letalidad — que es la relación de las muertes contra los casos confirmados—. Tal indicador, dijo, demuestra eficiencia: “Hoy estamos en un momento en que el nivel de altas supera los casos diarios; en que La Habana ha venido a estar más controlada; vamos superando la situación que se dio en Ciego de Ávila; vamos controlando también la situación de Sancti Spíritus; y hay un grupo de provincias que han vivido durante varios meses sin reportar casos.

Entonces, meditó el Jefe de Estado, “es el momento también de pensar que tenemos que actualizar (la estrategia de enfrentamiento)”. E hizo referencia a cómo se han robustecido en estos meses los protocolos de acción, a cómo el aporte científico ha sido “tremendo» —más de 13 biofármacos están en ensayos clínicos en estos momentos, y con resultados—.

“Nosotros acabamos de llegar a esta Mesa Redonda después de haber tenido un encuentro con la comunidad científica, donde se presentaron un grupo importante de resultados que el pueblo también conocerá”. Cuba, como también él destacó, ha contado en estos tiempos difíciles con una ciencia trabajada como innovación, de una manera integral, multidisciplinaria, que supo llegar incluso hasta los temas de apoyo psicológico.

Para argumentar la necesidad y pertinencia de actualizar la manera en que estamos enfrentando a la COVID-19, el Presidente de la República compartió algunos datos: Hoy en el mundo, los casos de contagio sobrepasan los 36 millones, en América Latina son 17 millones; y Cuba tiene, hasta el cierre último antes de la comparecencia, 5 917 casos.

A nivel planetario las muertes por el nuevo coronavirus superan el millón; en América Latina, la cifra sobrepasa el medio millón; mientras que Cuba lamenta el fallecimiento de 123 personas; “por lo tanto, la letalidad en el mundo es de 2,9 %; la de las Américas es de 3,3; y la de Cuba hoy es de 2,07”.

En un panorama así, cuando la nación caribeña muestra indicadores que “indudablemente marcan una diferencia tremenda con lo que está ocurriendo”, el Jefe de Estado preguntó si es lógico que sigamos con la cantidad de restricciones que tenemos; o es más inteligente comenzar a plantear una estrategia que nos haga capaces de convivir con la enfermedad, de ir reanimando nuestra actividad económica y social, de ir aspirando a esa nueva normalidad en la cual es posible convivir con la COVID-19, y con un mínimo de riesgo si hacemos las cosas bien.

La actualización, el perfeccionamiento de una estrategia de enfrentamiento al nuevo coronavirus es una idea, informó el dignatario, aprobada en la última reunión del Buró Político que fuera presidida por el General de Ejército y Primer Secretario del Partido, Raúl Castro Ruz. En la nueva normalidad, analizó el Jefe de Estado, debemos aumentar la percepción de riesgo, darnos cuenta que el virus está constantemente acechando.

Díaz-Canel abogó por ir a “un momento donde haya más participación —que es mucho pedir porque hemos tenido mucha participación del pueblo—, pero también con una responsabilidad más compartida entre los esfuerzos del Gobierno, del sistema de salud, de las instituciones, de las organizaciones de masas, y la responsabilidad individual, familiar, colectiva, la responsabilidad social en las escuelas, en los centros educacionales, en las fábricas, en la comunidad, en los lugares públicos, en las tiendas”.

Se trata, destacó, de “cómo debemos comportarnos, cómo debemos actuar, y qué cosas debemos mantener como hábitos de vida”.

Para sostener la posibilidad de la nueva estrategia, el Jefe de Estado trajo a colación que “en el caso de nuestro país se han atendido en estos siete meses al cien por ciento de los casos confirmados, y al cien por ciento de los contactos de esos casos confirmados. No han colapsado nunca nuestras unidades de cuidados intensivos, y ninguna muerte se ha producido, como sí en otros lugares del mundo, por el colapso de los cuidados intensivos”.

Desde la ciencia hay más de 700 investigaciones y 16 ensayos clínicos en ejecución con el uso de 13 bioproductos; desde la colaboración, hay 52 brigadas médicas en otros confines del mundo, al tiempo que se incorporaron las brigadas que ya estaban cumplimiento misión internacionalista a esta lucha contra la pandemia.

Son logros mencionados por el Presidente, quien habló también de “un comportamiento muy robusto de los protocolos que han estado desarrollando nuestros expertos y nuestros científicos”. No faltó, de parte del mandatario la gratitud por la manera en que se implicaron excelentemente nuestros médicos, el personal de enfermería, los científicos, los técnicos de laboratorio, los trabajadores de casi todos los sectores, lo mismo dentro que fuera del país.

“Hay que decir que el personal de la salud que ha cumplido misiones en el exterior en tiempos de COVID-19, ha tenido que enfrentar retos muy altos, incluyendo ataques políticos en un grupo de países, y eso lo han enfrentado ellos con un nivel altísimo de entrega, de eficiencia en su trabajo”.

Es una fortaleza, dijo Díaz- Canel, por la cual nuestro profesionales han sido bendecidos por los pueblos a los que ellos han llegado con su ayuda.

Tampoco faltó, en voz del dignatario, el reconocimiento a nuestros “jóvenes, profesionales y estudiantes que han exhibido consagración y además tomaron esto como una batalla propia”; e igualmente extendió ese reconocimiento a la participación de los gobiernos provinciales y municipales, los organismos centrales, las organizaciones políticas y de masas, y el pueblo como parte fundamental de todo el trabajo de enfrentamiento.

“Por lo tanto, hemos tenido toda la capacidad para criticar, (…) pero también hemos tenido toda la capacidad para aprender de los propios resultados que se han estado gestando; y creo que hay que decir, una vez más, que solo un elemento que es propio de nuestro sistema, que es la planificación, a veces muy criticada por algunos, la que puede explicar el principio de justicia social imperante en medio de esta situación: que se hayan podido mantener, algunas veces incrementar discretamente sin que satisfaga las necesidades, las entregas normadas, las ofertas alimenticias y de productos de aseo, en un contexto de cierre de fronteras, de contracción de mercados, y de absoluta persecución económica y financiera por parte del gobierno de los Estados Unidos”.

Planificar es “casi un milagro”, recordó el Jefe de Estado, “lo que pasa es que detrás de ese milagro hay un pueblo, hay una idea que defender, hay una experiencia, hay baluarte”; y recordó que ahí está el pensamiento de Fidel, del Che y del General de ejército Raúl Castro Ruz.

Teniendo la vida del pueblo como lo más preciado, y aprovechando todo lo ganado en experiencias, se ha preparado una estrategia, dijo Díaz-Canel, que va más allá de cierres y cuarentenas por áreas, y que establece un grupo muy práctico de procedimiento operativos, bajo principios de racionalidad, ciencia e innovación, y evaluación permanente, para aprender a vivir con la enfermedad, con el menor riesgo.

Todos estamos llamados a un nuevo aprendizaje, resaltó, y a proponernos un nuevo modelo de vida que nos permita vivir con la enfermedad durante un tiempo prolongado.

Habrá que cambiar algunos modos de actuación, reflexionó, con un criterio más riguroso de detección a tiempo de los casos positivos y de los contactos, con aislamientos que no siempre llevarán a que tengan que ser en un centro, porque si se hacen bien, dijo, pueden tener como escenario la casa, con un seguimiento permanente por parte del sistema de atención primaria de Salud “que tenemos y que también se ha fogueado y ha aprendido y se ha fortalecido en esta situación”.

Nosotros como Gobierno, informó el Presidente de la República, vamos a retomar el sistema de trabajo que veníamos desarrollando. Anunció entonces dos visitas a provincias durante este mes y habló de esos momentos como oportunidades “para dar el ejemplo en materia de actuación en esta nueva normalidad”.

“Vamos a trabajar en la visita con el distanciamiento físico, (…) pedimos también comprensión a la población porque tenemos mucho interés en intercambiar con la población, pero tendremos que hacerlo en lugares abiertos, donde esté presente el distanciamiento, donde se haga uso del nasobuco en todos esos encuentros”.

“Es hora de elevar la responsabilidad, tomando en cuenta que el comportamiento responsable de cada uno de nosotros tributará a una mejor calidad de vida en toda nuestra población”.

Por otra parte, reflexionó, “aprender a convivir con el virus significa leer, interpretar las estadísticas, y (también significa) nuestra capacidad individual y social para influir en ellas. El desafío es que trabajemos así y que logremos hacer sostenible esta superación que hemos hecho del rebrote”.

Consejos que son como el ABC del comportamiento en el presente compartió Díaz-Canel: distanciamiento físico; saludos que al menos por ahora no podrán ser tan efusivos como en otros tiempos; evitar las aglomeraciones; uso de la mascarilla en espacios abiertos o cerrados si hay más personas; lavado frecuente de las manos; y defensa de toda la higiene posible. Y “hay que facilitar todo lo que nos ayude a cuidarnos los unos a los otros, ya sea el teletrabajo o el Comercio Electrónico, o el empleo prioritario de espacios abiertos”.

“Tenemos que reconocer que nuestra fortaleza principal, que es el capital humano que ha formado la Revolución, nos ha colocado a la vanguardia de lo que en el mundo busca el remedio definitivo al virus con una vacuna”, afirmó el mandatario, quien recordó que la Mayor de las Antillas cuenta ya con un grupo de candidatos vacunales en los que se está trabajando.

En lo que llega ese momento, que no es inmediato por las complejidades que tienen el registro y el desarrollo de una vacuna, dijo, vamos a aprender usando la única vacuna que hasta ahora ha demostrado efectividad, que es la de la disciplina y la responsabilidad personal y social.

VERGÜENZA PARA EL IMPERIO

El Presidente cubano denunció la crueldad que entraña el bloqueo imperial: “Para todos va quedando claro que la política agresiva y guerrerista del imperio, su desprecio absoluto por el multilateralismo y su insensata carrera armamentista hoy son la principal amenaza al anhelado derecho de la humanidad de vivir en paz, justicia, seguridad y libertad.

“Esa agresividad y esa brutalidad en la política interior, se manifiestan en Cuba con la actual administración norteamericana, en una elevación de la retórica anticubana, a niveles solo comparables con los del momento de la guerra fría, y con acciones de persecución financiera y comercial como parte del bloqueo».

“A eso se suman campañas de descrédito a la Revolución y a sus principales dirigentes, que apuntan a quebrar la unidad, intoxicando todos los espacios en los que trabajamos por enfrentar y resolver los problemas sociales y económicos y también los prejuicios que todavía no ha superado nuestra sociedad, y por eso tratan de dividirnos en temas como el racismo, la violencia contra la mujer, el propio tema del reconocimiento a la comunidad LBGTI y más, en todos esos temas están dirigidos hoy los principales programas agresivos en materia de comunicación y descrédito, con buen financiamiento”.

Ya nadie discute, denunció, que hay un virtual ejército de mercenarios viviendo al amparo de una campaña para apagar, por ejemplo, a los que se enfrentan a intelectuales y artistas comprometidos con la Revolución, o a personas que se han negado a atacarla.

“Se ataca con saña a dirigentes o líderes de opinión que defienden abiertamente a la Revolución, y casi que lo que se promueve es un linchamiento virtual, que apela a cualquier recurso por denigrante que resulte, para silenciar voces y debilitar liderazgo”.

Y en esta campaña se trata de demostrar o de probar, afirmó el mandatario, incapacidad administrativa o gubernamental, y se ocultan los avances y proyectos de nuestro país; y se atacan constantemente, y esto es un tema muy importante, nuestras principales fuentes de ingreso para estrangularnos: la salud, el turismo, las remesas, entre otros.

Podría parecer un mal chiste si esto no fuera una realidad verificable, y es que el propósito no es nada oculto, porque están tratando de provocar un estallido social en Cuba como parte de intereses puramente electorales y para quedar bien con la mafia anticubana radicada fundamentalmente en Miami. No se ocultan para decirlo, lo dicen descaradamente, denunció el Jefe de Estado.

Díaz-Canel también razonó: Cuando uno piensa en lo absurdo de que una gran potencia reaccione así con una pequeña isla, uno dice: la crueldad y saña con que el gobierno de la más poderosa nación bloquea a un pequeño archipiélago del Caribe, ¿qué es lo que logra de esa nación?: sencillamente con esto Estados Unidos se demerita, se ridiculiza, se desacredita y se aísla a nivel internacional.

“Solo han recibido reveses y más reveses. Eso les debería dar vergüenza”.

CUBA Y SU ESPERANZA IRREDUCTIBLE

El tercer escenario al cual hizo referencia Díaz-Canel fue el de la estrategia económica y social, que tiene el objetivo de impulsar todo lo que estaba pendiente de lo aprobado en el último Congreso del Partido, y también de potenciar la economía en una situación de crisis post-COVID-19.

El mandatario describió la compleja situación del país: menos entrada de ingresos; contracción del turismo y de las exportaciones; muchas incertidumbres en el abastecimiento del combustible por todo el empeño del Gobierno de los Estados Unidos de que no llegue combustible a Cuba; contracción de las producciones con lógico efecto en la oferta de bienes y servicios; desabastecimiento en la red del comercio; insuficiencias productivas sobre todo en la producción de alimentos; crecimiento de las afectaciones a los trabajadores en sus empleos, por las propias restricciones que provocado la pandemia…

A lo anterior, dijo el Presidente cubano, “hemos tenido que  introducir una necesaria y no deseable parcial dolarización de la economía, están presentes también las manifestaciones de delitos y de ilegalidades que se han estado enfrentando”; y sumó la acumulación de problemas estructurales (que son los que deben llevar a la unificación monetaria y cambiaria).

“Todo ese contexto nos está obligando a imprimir un mayor ritmo a la implementación de esa estrategia, y se está trabajando con énfasis”, afirmó el Jefe de Estado, quien mencionó un tareas de primer orden como la transformación de la agricultura, el incremento en la producción industrial, estimular todas las ofertas de bienes y servicios posibles tanto en el sector estatal como en el sector no estatal, poner en marcha el verdadero fortalecimiento de la empresa estatal, y ejecutar transformaciones pendientes de las formas de gestión no estatal, así como transformar y modernizar el comercio.

Sobre la Tarea Ordenamiento, Díaz-Canel dijo que la misma se encuentra hoy en un momento superior, con definiciones claras de cuáles son los principales componentes de la tarea.

Ahora se está trabajando de manera integral, aseveró, en capacitar a todas las personas que están involucradas en esa tarea que es de gran envergadura. “Este es un trabajo integral, conceptualmente profundo, abarcador, que tiene en cuenta múltiples interrogaciones en la economía”.

Cuando se vaya a su implementación, expresó el mandatario, oportunamente se le informará a la población sobre cómo se llevará a cabo.

Sobre temas tan medulares para la vida de los cubanos, el Jefe de Estado comentó la necesidad de “separarse de las bolas y de las falsas noticias”.

La Tarea Ordenamiento, puntualizó, tiene un carácter multidisciplinario, transversal, y para ella se han analizado todos los elementos de complejidad que Cuba vive en estos momentos.

El Presidente ratificó, además, que la unificación monetaria y cambiaria no constituye la solución mágica a nuestros problemas económicos y financieros pero sí nos debe conducir a elevar la productividad del trabajo y a un desempeño más eficiente de las fuerzas productivas.

“Vamos a hacer unificación monetaria y cambiaria pero también vamos a suprimir parcialmente subsidios indebidos, va a desarrollarse esta tarea también con una reforma salarial, con una reforma en las pensiones, y con una reforma de precios”, apuntó Díaz-Canel.

Se ratifica en los conceptos de la Tarea Ordenamiento, dijo el Presidente de la República, que nuestro Socialismo excluye como política la aplicación de terapias de choque a los trabajadores, por lo tanto aquí nadie va a quedar desamparado, y está previsto, si alguien quedara en una situación de vulnerabilidad con la aplicación, la manera en que se le deberá apoyar, y la manera en que se le va a ayudar.

“Ratificamos aquí responsablemente, que se preservan las conquistas fundamentales de la Revolución como son la salud y la educación, gratuitas, que además están consagradas en nuestra Constitución.

“En las próximas semanas vamos a ir explicando sobre el ordenamiento, vamos a ir preparando a la población para que comprenda este proceso, para que no se creen falsas expectativas”, subrayó Díaz-Canel, quien pidió a la población confianza, pues se ha trabajado con rigor y con previsión.

UN PLAN A LA MEDIDA DE CUBA

Aprender a convivir con la COVID-19 implica una nueva manera de ver la realidad, de vivirla. Bajo ese principio, Cuba actualizó las medidas incluidas en el Plan de Prevención y Control para el enfrentamiento a la epidemia, que desde su aprobación el pasado 30 de enero, ha sido enriquecido, tomando en cuenta las experiencias asociadas a la enfermedad, tanto en el ámbito nacional como internacional.

Sobre esas nuevas medidas que comenzarán a implementarse a partir del próximo 12 de octubre, detalló en la tarde de este jueves el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, durante el espacio televisivo Mesa Redonda.

Al iniciar su intervención, recordó cómo desde diciembre del pasado año nuestro país emitió una alerta temprana por el Sistema de Vigilancia de Salud, relacionada con la aparición en China de una enfermedad de origen desconocido, momento a partir del cual se sucedieron un conjunto de acciones que han ido perfeccionando el actuar del Gobierno.

El 11 de marzo, justo el día en que la Organización Mundial de la Salud declaró el nuevo coronavirus como una pandemia, con 118 mil 630 casos confirmados y 4 mil 292 fallecidos, en 109 países, en Cuba se detectaron los primeros tres pacientes positivos y se comenzó a implementar inmediatamente el Plan diseñado que en un primer momento tenía 497 medidas.

Teniendo en cuenta los resultados alcanzados en los primeros cuatro meses de enfrentamiento a la enfermedad, en junio se aprobó el Plan de Medidas para la etapa de recuperación, con 220 medidas a implementar en tres fases, a las cuales fueron transitando en diferentes momentos los territorios del país.

Las medidas contenidas en la nueva actualización del Plan que se comenzarán a implementar –refirió Marrero Cruz- toman en cuenta indicadores según las fases, a partir de evidencias obtenidas, en Cuba y el mundo, por científicos, expertos, profesionales de salud, entre otros, cuya premisa fundamental ha sido siempre preservar la salud del pueblo.

Tras comentar algunas de las estadísticas que definen en estos momentos el escenario epidemiológico del país y que evidencian resultados alentadores sobre la manera en que se ha enfrentado la epidemia, el Primer Ministro aseguró a nuestro pueblo que “nada de lo que se ha diseñado parte de la improvisación”, sino de un análisis integral y del trabajo minucioso de muchos en el territorio nacional.

De tal manera, dijo, el comportamiento de la enfermedad en Cuba, la experiencia acumulada en estos casi siete meses, las capacidades alcanzadas con los recursos humanos, tecnológicos e  infraestructura, unidos a la actualización constante de los protocolos, nos permiten pasar a otra etapa.

EL CÓMO DE ESTE NUEVO PLAN

Como parte de la evolución y actualización del Plan ante el nuevo momento en que se encuentra el país, el Primer Ministro explicó cómo se definen las etapas y fases.

Etapa epidémica:

  • Fase de Transmisión Autóctona Limitada
  • Fase de Transmisión Comunitaria

Etapa de recuperación:

  • Fase 1
  • Fase 2
  • Fase 3

Etapa de nueva normalidad

Al referirse a esta última etapa, que se incorpora a la actualización del Plan, precisó que en ella se restablece la actividad productiva y de servicios, lo cual necesariamente estará acompañado al fortalecimiento de la vigilancia epidemiológica, el cumplimiento y control de las medidas higiénico-sanitarias, así como de otras disposiciones que aseguren la protección de la salud.

Este nuevo momento, enfatizó, requiere de la participación responsable de las personas, a partir de la adopción de un nuevo código y estilos de vida.
Del anterior Plan que contaba con 220 medidas, en la actualización se mantienen 128, fueron modificadas 57, se agregaron  63 y se eliminaron 53. En total suman 190 medidas.

Como disposiciones generales que permanecen en todas las etapas, definió en primer lugar el uso obligatorio del nasobuco en espacios cerrados y en lugares públicos donde haya concentración de personas.

El anterior Plan –comentó- iba flexibilizando su uso en las diferentes fases, pero en esta nueva normalidad, teniendo en cuenta el criterio de los especialistas y la experiencia acumulada, resulta obligatorio e imprescindible emplearlo.

No lo veamos, dijo, como algo que se impone y por cuyo incumplimiento se sanciona; veámoslo como algo “que es útil y tiene valor para preservar la salud”.

Asimismo, particularizó en el distanciamiento físico, elemental sobre todo en locales cerrados, y en la decisión de prohibir la entrada a los centros de trabajo y estudio de personas con signos y síntomas sugerentes de la COVID-19 u otras enfermedades transmisibles.

Al referirse a esto último subrayó la importancia de que la población colabore si siente algún de los síntomas y acuda de manera responsable y con inmediatez a instituciones de salud.

Se mantienen además de manera obligatoria la desinfección de las manos con hipoclorito de sodio o solución hidroalcohólica a la entrada de las instituciones, así como la desinfección sistemática de las superficies. En cada centro de trabajo, en cada escuela, en cada transporte público, tienen que estar creadas esas condiciones para que ello se cumpla, sentenció.

Vital sigue siendo garantizar la protección, con adecuados medios de seguridad, a los trabajadores que estén expuestos al contagio en áreas de riesgo.
En esta nueva normalidad que comenzará a vivir el país, explicó, se ajustará también el sistema de seguimiento y control que ha dado el país a la COVID-19, todo ello teniendo en cuenta los criterios de los especialistas de salud y científicos.

En tal sentido, ejemplificó que la habitual reunión del Grupo Temporal de Trabajo para la prevención y control del nuevo coronavirus, que se realizaba de manera diaria, ahora solo será dos veces  a la semana: martes y viernes.

Eso no quiere decir que nos vamos  a desentender, el seguimiento a la situación epidemiológica seguirá siendo constante, aseveró, y ante cualquier eventualidad se convocará el Grupo de Trabajo con inmediatez.

Por otra parte, explicó que la conferencia de prensa del doctor Francisco Durán será los viernes y el resto de la semana se continuará ofreciendo información constante sobre la enfermedad a través de los medios de comunicación. Semanal será también el encuentro que encabeza el Presidente de la República con científicos y expertos que han enfrentado directamente la epidemia en el país.

A partir de este escenario, subrayó, en las provincias que pasan a la nueva normalidad se desactivarán los consejos de defensas provinciales y municipales, y solo permanecerán activos en aquellos lugares donde se transite por otras etapas.

Acerca de las medidas sanitarias puntualizó que se continuará potenciando la vigilancia activa en las comunidades, mediante la pesquisa con calidad, dirigida a la búsqueda de pacientes con sintomatologías, con prioridad en unidades cerradas, grupos vulnerables y áreas de riesgo epidemiológico.

Por otra parte, dio a conocer la decisión de ingresar en el domicilio a los contactos de casos confirmados y sospechosos, con excepción de aquellas personas que sean adultos mayores con enfermedades asociadas, no tengan condiciones en el hogar o que su comportamiento social no permita un correcto aislamiento. Estas personas, dijo, seguirán siendo ingresadas en los centros de aislamiento.

Hasta el momento, detalló, a partir de los más de 5 000 pacientes positivos que han sido diagnosticados en el país,  se han aislado en los centros habilitados para ello 115 mil 299 contactos y sospechosos, de los cuales resultó positivo el 4,6%.

“No nos arrepentimos de haberlo hecho, porque ha sido una acción necesaria”, pero la nueva normalidad implica también cambios en ese sentido, lo cual requerirá de un seguimiento mucho más minucioso de las personas por parte del sistema de salud y de manera especial del médico de la familia.

Puntualizó que se garantizará el funcionamiento pleno de la red de servicios a la salud en consultorios, policlínicos, hospitales, clínicas estomatológicas, institutos de investigación y otros, los cuales resultan vitales para ir retomando la vida del país.

Al mismo tiempo, en los servicios de urgencia se mantendrán las consultas para la atención a los pacientes que presenten signos y síntomas sugerentes de COVID-19, con separación de flujo y estrictas medidas de bioseguridad.

Entre otras medidas, el Primer Ministro detalló que se realizará la prueba PCR al 100% de los viajeros internacionales que arriben al país por los puntos de frontera. A todos se les aplicará el protocolo de vigilancia ya sea en su domicilio, hoteles, casas de rentas y otros.

Desde la Fase 3 se permitirá la entrada de pasajeros desde el exterior, a cubanos y a extranjeros. Los cubanos residentes podrán viajar al exterior, según la disponibilidad de los vuelos.

Finalmente, dio a conocer que para determinar los cambios de fase se tendrán en cuenta la tasa de incidencia por cada 100 000 habitantes en los últimos 14 días y el cumplimiento del porcentaje de pruebas PCR realizadas, como indicador de proceso que expresa la búsqueda activa de casos.
Esos criterios determinaron a partir del comportamiento de la epidemia, la situación actual y los pronósticos estimados de la incidencia. Al respecto, precisó que la necesidad de incorporar nuevos criterios o modificar los presentes estará determinada por cambios en la situación epidemiológica del país y el comportamiento de los indicadores de calidad. Se mantendrá su revisión periódica para ajustarlos de ser necesario.

EL AMOR POR CUBA NOS UNE Y NOS MOVILIZA

Ante la voluntad mostrada por los cubanos tras siete largos meses de combate frente a la COVID-19, el Presidente cubano quiso reverenciar a nuestros científicos, laboratoristas, técnicos, médicos, enfermeras y enfermeros, personal de la salud, y personal de apoyo que como la juventud salió desde las universidades, o desde las instituciones culturales y otros centros. Reverenció a todos quienes dieron lo mejor de sí en hospitales y en los centros de aislamiento.

“Eso inspira, inspira mucho que gente común, que gente de nuestro pueblo, haya arrimado el hombro para mantener lo imprescindible funcionando porque saben que solo de eso depende la vida de sus coterráneos, de eso depende la vida de sus compatriotas”, expresó el Jefe de Estado.

Díaz-Canel se refirió a una frase que descubrió en días pasados en unos de los personajes de “esa magnífica serie sobre la  lucha contra bandidos -que es otra obra que desde lo audiovisual nos ha hecho mirar desde la historia  nuestras profundas e íntimas reservas morales-«.

Es una frase, dijo, honda y bella (…) “que al final va a definir al que acompañó y animó, al que creyó y confió, y también, sobre todo, al que luchó y enfrentó esta pandemia que aún nos acosa”.

La frase, citada por el mandatario, es: “Yo no fui un héroe pero estaba allí”; o sea, se explicó él, “es la convicción de las personas que han estado presentes y que han estado aportando”.

Son momentos, dijo, “de potenciar la buena voluntad por hacer, la energía para crear, la unión de propósitos para vencer. Los resultados que logramos nos llevaron a que el lunes podamos entrar en la nueva modalidad, pero la nueva normalidad, como explicaba el Primer Ministro, nos impone y nos exige muchos retos en materia de responsabilidad.

“Por lo tanto aún no son tiempos del anhelado abrazo físico pero sí de ofrecer un sentido gesto que exprese un abrazo a distancia de gratitud, de reconocimiento, de cariño, y de amor a los nuestros, a los que han estado combatiendo, a los que han estado enfrentando (la COVID-19), a los que han estado también aportando al país.

“En nombre del General de Ejército, del Partido y del Gobierno, y de todos los que trabajamos por buscar un mejor destino para la nación a la que nos enorgullece pertenecer, hay que reconocer, hay que exaltar a las personas que han tributado al milagro de la resistencia cubana con su realización, sus aportes, con todo lo que es bueno y da luz en medio de esta compleja situación, que no es la primera, ni será la última, que demande esfuerzos y sacrificios colectivos”.

“Con ellos y gracias a ellos Cuba está a la vanguardia de la pelea por hacer un mundo mejor posible después de la tragedia de la pandemia. Para un pueblo como el nuestro, unido sólidamente en torno a la soberanía y a la independencia de la nación que encontró en el Socialismo su propio camino a la prosperidad sin exclusiones, y a la sostenibilidad indispensable a la supervivencia planetaria, hay retos y desafíos enormes pero no hay imposibles. Todo lo podemos vencer, todo lo podemos conquistar”.

“Por lo tanto cada día es una oportunidad para probar que sí se puede como nos ensenó Fidel, como nos probó Raúl, como estamos demostrando todos. Ya nada ni nadie podrán detenernos. El amor por Cuba nos une y nos moviliza y ese amor nos salvará. Todo pensamiento en este momento es una semilla; pensar como país es sembrar el futuro”.

“Hoy Cuba salva, sana y siembra futuro. Cuando falten otras razones siempre se impondrá la certeza de que un mañana para Cuba depende absolutamente de que construyamos juntos el presente; hoy, aquí y ahora. ¡Fuerza Cuba, que estamos venciendo!”.

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