“Te dije que él iba a parar el carro para hablar con nosotros”, decía una señora en el parque de Tapaste, donde el presidente de la República se bajó del auto para conversar con quienes lo esperaban allí, alertados por los medios de comunicación y por las redes sociales de que, desde que empezó la mañana, él estaba en la provincia.
El compañero Miguel Díaz-Canel Bermúdez encabezó la segunda visita gubernamental a Mayabeque. Como es su costumbre conversó con los pobladores y les explicó el objetivo de la visita y su agenda de trabajo.
Semilla
“Simiente”, así también le dicen quienes están enrolados en uno de los proyectos más ambiciosos y prometedores para alcanzar el buscado, pero aún esquivo, autoabastecimiento municipal. Aquí se trata de crear uno de los asientos que garanticen la distribución mensual de cinco kilogramos de carne por habitante en cada territorio con base en el cerdo, las aves y el ganado menor (ovino-caprino).
Situado en Santa Cruz del Norte, por donde el Presidente inició su agenda al frente de la visita gubernamental, el Centro de recría de cerdos criollos de capa oscura —el “puerco chino”, le llaman los campesinos— suministrará en breve los pies de cría para que las unidades productivas de los 11 municipios de Mayabaque se enrolen en la tarea. Se trata de multiplicar los cerdos.
Cerca de una veintena de sementales y más de un centenar de hembras están en las naves de una antigua vaquería en desuso que estaba bastante maltrecha. La infraestructura se recuperó a partir de un proyecto de desarrollo local que incluyó fondos de la Contribución territorial (el famoso “uno por ciento”).
Cuando esté completamente listo, el Centro dará cobija a 700 animales. Pero quedan pendientes todavía. Uno es la capacidad de generar en las tierras aledañas el alimento que necesita el rebaño, porque “a pienso que viene en barco” no se debe mirar.
Díaz-Canel preguntó sobre esto, aquello y todo. Dedicó especial atención al tratamiento de residuales. “La solución final será un biodigestor” —le dicen—. “Es lo correcto —respondió—; tendrán combustible para cocinar y para otros usos, y si también pueden abastecer con gas a la comunidad cercana, mejor”.
Espirituosos
¿Cuál es el olor de Cuba? Eso depende del “consumidor”. El del mar, el de la tierra mojada por un aguacero, el de las campanillas florecidas al pie de una loma, el de la calzada de Diez de Octubre atiborrada de “almendrones”… Pero si hay algo en el que muchos coincidirán, es que el más auténtico aroma nuestro es el de la melaza de la caña de azúcar, la fragancia del guarapo cocido en el ingenio que se hace grano o miel.
El complejo industrial alimentario de Santa Cruz del Norte huele así. Convergen en un mismo espacio los icónicos alambiques del Havana Club (las tecnologías modernas y la saturación de equipos, tuberías y “barriles” de acero inoxidable no le restan su mítico halo), la fábrica de refrescos Las Lomas S.A., y la Empresa de Levaduras y Fermentos S.A. (Lefersa). En todas, el olor es a melaza, unas veces tenue; otras, en la punta de la nariz. Es “dulce” el lugar.
Todas estas son empresas mixtas, en ellas se ejecutan procesos inversionistas para incrementar, mejorar o ampliar la gama de la producción. Son empresas gananciosas que apuestan por más.
En la ronera de Santa Cruz, de donde salen “los blancos” de la mundialmente famosa marca Havana Club, los tropiezos productivos no deben obstaculizar —dicen sus directivos y trabajadores— el cumplimiento de las previsiones para el año, cuando deben salir de allí más de 900 000 cajas del espirituoso (en 2019 embotellaron 760 000), por citar uno de sus surtidos, además de los aguardientes, los alcoholes y el CO2.
El mandatario pidió detalles sobre las acciones de ahorro que acometen y la aplicación de las 28 medidas para “desatar” las empresas. Se preocupó por el tratamiento de los residuales y el estado del emisario para el vertimiento de los desechos líquidos, una solución que —dijo— “no me gusta”.
Orientó también buscar una solución para reutilizar las botellas. Cada año son millones los dólares que se gastan para importar los envases personalizados, y una inversión de este tipo, aunque no aliste el ciento por ciento de ellas, es ahorro.
Fresco y verde
En el poblado de Hershey, también en Santa Cruz, el Presidente visitó la planta procesadora de vegetales del Grupo empresarial agropecuario y forestal de Mayabeque. Instalada en una antigua nave del extinto central Camilo Cienfuegos, dispone una tecnología de alta gama para procesar y empacar al vacío, viandas, hortalizas y frutas.
Aprovechando la decisión de que las empresas pueden vender en la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM) y quedarse con el 50 por ciento de las divisas, pero también —o primeramente— porque la economía interna tiene que encadenarse con la Zona y con el Turismo, la entidad ya vende miles de dólares allí.
Díaz-Canel, como siempre, se interesó por los salarios y beneficios de quienes laboran en el centro. Los resultados productivos también tienen que beneficiar a los productores agropecuarios, señaló. Los proyectos productivos que se desarrollen tienen que compaginarse con los proyectos de vida de las familias, dijo.
Tierra buena
En el mismo Hershey, en lo que era antes el almacén de azúcar del ingenio, trabajan los hombres y las máquinas —incluidos un robot— de la fábrica de losas de cerámica Sanving, emprendimiento mixto con la firma vietnamita Viglacera.
El 80 por ciento de las materias primas que se usan en la elaboración de los elementos de piso, de primera calidad mundial, son cubanos: la arcilla, el feldespato, el esquisto… Solo se importan esmaltes y pigmentos.
Díaz-Canel recorrió con detenimiento el proceso productivo, desde el inicio al final. Habló entrañablemente con Nguyen Quang Hung, uno de los representantes de Viglacera. La tierra de Cuba es buena, y si se trabaja con amigos: insuperable.
Mineros
Quienes laboran en la unidad empresarial de base (UEB) Roberto “Coco” Peredo, de la Empresa Minera de Occidente, obtuvieron en 2019 un salario medio mensual de 4 300 pesos. En la empresa, con dos UEB más, fue de 2 732 pesos. El salario, si el trabajo es bien medido y sopesado —y así ocurre aquí— es el más fiel reflejo de lo que aportan los trabajadores a la sociedad y de lo que hace una empresa para ella.
La producción de la geominera, con más de 300 empleados, está muy diversificada, pero su producto líder sigue siendo el carbonato de calcio en varias granulaciones. El Presidente de la República estuvo en el lugar.
La empresa ha “armado” un complejo entramado (encadenamiento productivo) que les ha permitido abastecer a las más disímiles ramas de la economía, la cosmética, la pintura, la minería, el petróleo, la agricultura… Incluso exportan, lo más reciente fueron 14,5 toneladas de zeolita blanca.
Esta fue la última instalación productiva “dura y pura” que recorrió el Jefe de Estado durante la visita del Consejo de Ministros a Mayabeque. Se le vio entusiasta.
Lo decía a los residentes de San José que lo esperaban en una esquina de la ciudad: Hay aquí una cultura empresarial muy importante, una voluntad de emprendimiento grande. Sigan, nosotros estamos aquí para, desde el Gobierno central, ayudar a potenciar la provincia.
Universitarios
Vivimos tiempos difíciles, se han recrudecido el bloqueo y la persecución financiera de EE. UU., pero el país no se ha parado. “A nosotros no nos para nadie y mucho menos la prepotencia yanqui”, aseguró el Presidente a estudiantes y profesores de la Universidad Agraria de La Habana Fructuoso Rodríguez, a donde llegó acompañado por el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz.
En un encuentro que ya es habitual en cada uno de los recorridos del Consejo de Ministros por el país, el Jefe de Estado recordó cómo en la visita anterior, justamente un año atrás, se tejieron relaciones de trabajo entre la casa de altos estudios y los Organismos de la Administración Central del Estado que entonces demandaron investigaciones que ahora siguen su curso favorable.
Hoy en todos los lugares de la provincia que visitamos, se nos habló de los vínculos con la Universidad, lo que evidencia el trabajo que se está haciendo para esa relación entre las empresas y la academia. Y van por más.
El mandatario también calificó como madura a esta universidad, y propuso reevaluar el nombre histórico de la institución, que restringe, a su entender, la visión que sobre ella se tiene. Podría llamarse Universidad de Mayabeque, sugirió.
Producción de alimentos y viviendas: La clave está en el empuje local
La riqueza de nosotros tiene que estar en el pensamiento, que necesariamente debe ser innovador, pues de otra manera no podemos satisfacer las necesidades que tenemos en la producción de alimentos, reflexionó Díaz-Canel, junto a directivos de esta provincia responsabilizados con la producción de alimentos.
Es una tarea compleja —reconoció— sobre todo en las condiciones actuales, pero no podemos renunciar a la alimentación de nuestro pueblo, “que es una cuestión de seguridad nacional y un problema de soberanía alimentaria”.
Si bien en la provincia se constatan muy buenas experiencias en algunos lugares, otros resultados no están a la altura, de ahí la insistencia del Jefe de Estado para que en verdad se comprenda cuánto significa en la mesa familiar el cumplimiento de los planes definidos por el Gobierno cubano para lograr las 30 libras percápita de viandas, granos y hortalizas, así como los cinco kilogramos de proteínas.
Enfatizó que en la localidad está la clave para lograr lo que nos hemos propuesto, y donde no se puedan desarrollar grandes producciones de algún alimento se harán de otros, para entonces poder intercambiar entre municipios y lograr la satisfacción de los requerimientos que hemos planteado.
Directivos de la Agricultura en la provincia informaron que, además de cumplir con las entregas a la capital del país, en el pasado año se lograron completar 26 libras percápita de viandas, granos y hortalizas, cifra que no se comporta de manera estable en todos los municipios. En tanto, la campaña de siembra de los cultivos varios evidencia un atraso de 7 500 hectáreas, ocasionada sobre todo por la preparación de tierras.
El viceprimer ministro Jorge Luis Tapia Fonseca consideró que urge ampliar el concepto de autoabastecimiento e incorporar, entre otros, el programa ovino-caprino; la elaboración de pienso para la ganadería; la integración de la producción agropecuaria con las minindustrias y los centros de elaboración del Comercio y la Gastronomía.
Primero la calidad
El tema de la calidad de las viviendas volvió a ser hilo conductor de la reunión que, como parte de la visita gubernamental, presidió Díaz-Canel en Mayabeque, provincia que cuenta con un fondo habitacional de 124 222 viviendas, el 33 por ciento en regular o mal estado, con un déficit de 18 290.
Según explicó la directora general de la Vivienda, Vivian Rodríguez Salazar, se verificó la calidad en 129 viviendas terminadas en el territorio y se detectaron deficiencias asociadas, sobre todo, a mala terminación de pisos y paredes, poca calidad en la pintura, no colocación de marcos en las puertas y la falta de aceras de acceso a las casas.
Del plan de vivienda para 2020, se conoció que está fijado en 849 y al cierre de enero se habían concluido 125. Sobre estos números, el mandatario consideró que el ritmo de construcción está muy por debajo de las potencialidades del territorio.
Díaz-Canel alertó sobre el hecho de que no todos los municipios tienen la capacidad instalada para producir por día los elementos que necesita una vivienda, “y así nunca van a cumplir con la Política”. Según el informe presentado en la reunión, solo Bejucal, San José, Madruga, Güines y Quivicán tenían el ciento por ciento de las capacidades para lograr una vivienda de 70 metros cuadrados; el resto (seis) están incompletos.
En enero, subrayó, la provincia incumple con el plan estatal de construcción de viviendas (solo se terminaron seis) y también con las células básicas habitacionales (se concluyeron 22). Tampoco la documentación técnica tiene un comportamiento favorable.
(Tomado de Juventud Rebelde)