El presidente ruso Vladímir Putin, acusó este miércoles, a Estados Unidos de utilizar a Ucrania como un ariete contra el gigante eslavo, su unión con Bielorrusia, y los miembros de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva y de la Comunidad de Estados Independientes.
En esa línea, Putin remarcó que Kiev se ha convertido en una herramienta de la política exterior estadounidense y la antigua república soviética prácticamente perdió su soberanía y está siendo dirigido directamente desde la Casa Blanca.
En su discurso por videoconferencia ante los jefes de las agencias de inteligencia de los miembros de la Comunidad de Estados Independientes, Putin denunció que el territorio ucraniano ha sido convertido también en un polígono para experimentos militar-biológicos, mientras, no cesan los masivos envíos de armas a Kiev, incluidos sistemas de armamento pesado.
Además, Putin reprochó a Washington y a sus aliados que hagan caso omiso a las declaraciones de las autoridades ucranianas sobre su deseo de obtener armas nucleares y los planes de usar una llamada bomba sucia para provocaciones.
El mandatario ruso alertó también que el mercado negro armamentístico plantea serios desafíos, dado que grupos criminales transfronterizos participan activamente en el contrabando de las armas entregadas a Ucrania.
Según Putin, no se trata solo de armas pequeñas, pues está el riesgo de que los delincuentes obtengan medios de destrucción más potentes, incluidos sistemas portátiles de defensa aérea, modelos de armamento de alta precisión.
El líder del Kremlin destacó la necesidad de reforzar las instalaciones de infraestructura crítica de Rusia, ante el atentado en el puente de Crimea, así como los intentos de sabotaje en la central nuclear en la región rusa de Kursk y otros incidentes.
Putin señaló también que el peligro de un potencial conflicto a nivel mundial sigue siendo muy alto debido a una escalada drástica en el enfrentamiento geopolítico global.
A juicio del mandatario, el mundo se está volviendo verdaderamente multipolar, pese a que algunas naciones tratan de conservar su hegemonía tambaleante a cualquier precio y para ello utilizan una amplia gama de métodos y medios políticos, militares, económicos y de información, entre otros.
El presidente precisó que dichos países tratan tanto de romper los mecanismos legales de estabilidad estratégica como de imponer sanciones unilaterales a quienes no estén de acuerdo con sus políticas.
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«Ni siquiera desprecian sabotajes directos. Me refiero a la organización de las explosiones en los gasoductos Nord Stream. Efectivamente, se trata de la destrucción de la infraestructura energética paneuropea», remarcó Putin, quien aludió también a los intentos occidentales de implementar revoluciones de colores, la utilización activa del ultranacionalismo y el extremismo, así como el fomento de los conflictos armados que amenazan directamente la seguridad de todos los miembros de la Comunidad de Estados Independientes.
Rusia ha completado con éxito una serie de ejercicios de las fuerzas de disuasión estratégica de tierra, mar y aire, durante los que se efectuaron lanzamientos de misiles balísticos y de crucero, una maniobra que fue supervisada por el propio presidente.
El ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, detalló que se trató de un simulacro de ataque nuclear en respuesta al de un adversario.
Desde el Kremlin precisaron que el misil balístico intercontinental Yars fue lanzado desde el cosmódromo de Plesetsk y el misil balístico Sinevá desde aguas del mar de Barents.
Asimismo, aviones de largo alcance Tu-95MS realizaron lanzamientos de prueba de misiles de crucero desde el aire.