Alas universitarias, conquistando sueños

Otorgan carreras universitarias // Foto Denia Fleitas
Otorgan carreras universitarias // Foto Denia Fleitas

Risas, llanto, dudas, todas en un solo corazón. O mejor aún, en muchos corazones, reunidos a la espera de que las puertas de la Universidad abra para ellos, y adentrarse en el camino que conduce a realizar los sueños.

Palpitar con bríos de juventud que estremece, porque lo hace al unísono en cientos de muchachos y muchachas que esperan la noticia, la que anuncia otra victoria en el mundo del conocimiento, el fin e inicio de otra contienda, como dirían muchos, “la definitoria”: la carrera universitaria.

Protagonistas de esas vivencias fueron los estudiantes del duodécimo grado de esta ciudad que aprobaron los exámenes de ingreso a la educación superior de la convocatoria ordinaria en el período lectivo vigente, quienes en horas de la tarde de lunes en las cinco instituciones docente de esta enseñanza en Manzanillo sintieron el pálpito agitado y recibieron, por fin, la mejor de las recompensas a su esfuerzo.

“Siento orgullo de mi sacrificio como estudiante durante tres cursos en el preuniversitario, pues obtuve lo que en realidad deseaba. Desde mi ingreso a esta enseñanza me mantuve estudiando sistemáticamente todas las  asignaturas a la par y eso me permitió lograr este 99. 24 en el escalafón”.

Son palabras de la joven Dianelis Guerrero Blanco del Instituto Preuniversitario Urbano (IPU) Julio Antonio Mella, merecedora de la única carrera de licenciatura en Turismo puesta en convocatoria para los granmenses en el período 2017-2018.

Pero sobran las palabras cuando estás allí; cuando les ves llegar temerosos unos, seguros de sí mismos otros, impacientes todos, del brazo de mami o papi, para conocer juntos de boca del secretario la nueva dirección que ha de seguir sus pasos.

Dianelis Guerrero Blanco con su profe Rosa // Foto Denia Fleitas
Dianelis Guerrero Blanco con su profe Rosa // Foto Denia Fleitas

Se agolpan estas en la garganta cuando les ves asomar lágrimas a sus ojos y dejarse arrastrar por la alegría, cuando presencias la fundición de madres, padres e hijos en un abrazo como símbolo del triunfo; porque todos saben que en esa frase de “Felicidades, Medicina en la Universidad de Ciencias Médicas de Granma”, por citar un ejemplo, se sintetiza el futuro, la vida.

Más de 400 familias de la ciudad del Golfo festejaron este momento que marca la culminación de estudios en el nivel medio superior, y a la vez, evidencia lo que son capaces de alcanzar estos jóvenes gracias al estudio en la porfía por adueñarse de una de las dos mil 280 plazas dispuestas este curso escolar.

En las ofertas estaban imbricados sus anhelos: 534 carreras de ciencias pedagógicas, 34 de cultura física, 112 correspondientes a las ciencias sociales y humanísticas, 121 relativas a las ciencias agropecuarias.

Además, 949 plazas para las ciencias médicas, de ellas 841 medicina y cinco estomatología; 50 vinculadas a las ciencias exactas, naturales, matemáticas y nucleares, 399 ciencias técnicas y 81 cupos para las ciencias económicas.

“Esta noticia nos ha llenado de alegría porque realmente creemos que lo merece, comenta el padre de Dianelis visiblemente emocionado- porque es buena estudiante, es sistemática, constante, persistente en sus estudios, intachable, y este es el premio”.

Si, el lauro para todos, para los que estudian y los que acompañan, como expresa el joven Sergio Manuel Mariño Arias. “Después de un largo esfuerzo, de años de trabajo junto a los profesores, la familia, apoyándome porque sabían que era lo que yo quería, lograr la carrera de medicina es la mayor satisfacción, por eso lo dedico a ellos, la familia”.

Sergio Manuel Mariño Arias con su mamá // Foto Denia Fleitas
Sergio Manuel Mariño Arias con su mamá // Foto Denia Fleitas

Sus logros nacen también de un hacer consciente en las instituciones educacionales, de cientos de profesores y personal docente y no docente que les impulsa y orienta.

Ellos, a cambio, reciben el placer de que sus alumnos tomen las riendas de sus ilusiones consiguiendo la carrera anhelada, la que pueden defender desde sus potencialidades; recogen como frutos realidades como la del IPU Julio Antonio Mella, cuyos escolares merecieron esta vez el único cupo para Diseño Industrial, Psicología y Turismo, y una de las cinco plazas para Estomatología.

Y con la buena nueva, los retos. Quedan en el recuerdo las horas de desvelo, las largas notas y consultas; toman un descanso los libros, los lápices, los dedos, para volver a la carga en septiembre venidero desde las casas de altos estudios que en La habana, Holguín, Camagüey, Santiago de Cuba, Granma, les acogen ya como hijos.

La meta es, una vez más, el punto de partida. Y este, sin dudas, el escenario donde abren las alas con fortaleza universitaria para emprender el vuelo por la conquista definitiva de los sueños.