Amigos del orden

¡Policía, policía! Tú eres mi amigo. Decía cuando era niña y veía a un agente del orden público; y es que esa figura uniformada me inspiraba seguridad , con tan solo su presencia no cabia la posibilidad de algún hecho delictivo.

Esa fue la idea del Comandante Fidel Castro aquel 5 de enero de 1959, tras llegar al poder la Revolución cubana: mantener el orden y la tranquilidad ciudadana, principios ineludibles de esta sociedad.

Anteriormente en la época republicana, había existido la Policía Nacional, una parte de la cual fue partícipe en los escándalos de corrupción y los crímenes ocurridos durante sucesivos gobiernos imperantes en ese entonces.

Se les puede ver, ahora, en cualquier parte, lejos de promover incidentes desagradables, llaman a la pasividad, la paz y la comprensión entre todos, ya no torturan, no asesinan; ahora ayudan al desarrollo de una sociedad justa, la que contra viento y marea, anteponiéndose a las dificultades, son defensores de pueblo.

La lucha contra la delincuencia, la salvaguarda de los recursos del país, los ha hecho merecedores del respeto y la consideración del pueblo; héroes anónimos que son protagonistas en los hechos mas trascendentales de la historia patria.

«Nuestra Policía tiene que ser la mejor Policía del mundo, la más organizada, la más preparada y también la más humana”, sentenció en una oportunidad nuestro líder histórico al destacar la misión de estos hombre y mujeres de azul uniforme; los que hacen de todo para no defraudar la confianza depositada.

A 63 años de su nueva misión continúan siendo amigos de los infantes, seres de pueblo, repartidores de soberanía, ejemplo en la defensa de las conquistas de nuestra sociedad socialista.