Amor y esperanza de primera para niños hospitalizados

La alegría de Roly Saavedra, de los demás pequeños y sus familias, alimenta al proyecto Amor y esperanza // Foto Denia Fleitas Rosales

Similar al verde color del globo que sostiene en sus manos con alegría, es el sentir de Roly Saavedra Magaña, emergido de la onda expansiva de Amor y esperanza que invadió los corazones de niños y niñas hospitalizados en el Pediátrico Hermanos Cordové de la urbe.

Primero la sorpresa de salir de sus salas, luego el abrazo de ilusiones de un grupo de hombres y mujeres pertenecientes al club manzanillero Somos de primera, despertaron el estallido de emociones, y el olvido, al menos por una hora, de aquello que le aqueja, entre cantos, dulces, regalos, risas.

En ello, la esencia pura de esta idea que «humanamente es muy grande, pues va dedicado a niños enfermos a los que queremos que en su estancia en el hospital se sientan divertidos y queridos por los demás, a gusto y que se sientan un rato feliz, con lo que traemos con todo el amor porque somos madres y padres», explica Luisa María Leyva, contadora de la tienda Primavera de la corporación Cimex, una de las integrantes del proyecto humanitario.

La tercera cita del grupo de 60 manzanilleros con la institución médica, desde su fundación el 19 de junio de 2019, estuvo provista de la magia materna y paterna de quienes toman su tiempo para dibujar sonrisas en los rostros infantiles y disipar la sombra del dolor.

«Me siento agradecida porque nos han tratado bien, llevo varios días ingresada y los médicos son maravillosos, y esta actividad resulta del agrado de todos pacientes y familiares para sentirnos alegres pese a la enfermedad», comenta la adolescente quinceañera Alismaykeni Romero Espinosa.

Con ella coincide su padre Alexander Romero, porque «es una ayuda sensible para nosotros y el centro, porque no todos son de Manzanillo, y esta atención que brinda el proyecto a todos es un beneficio».

Iniciativas pensadas para los niños y niñas de larga estadía en la institución médica, como una de las más humanas acciones que despliega el club de seguidores de la música de Alexander Abreu en esta porción del Oriente cubano, envuelven a todos quienes precisan de sentir la bondad que define al ser humano.

Conformado por personas de buena voluntad, es «una obra de Amor de la que estamos orgullosos y es tan importante que dejáramos de ser el club si abandonáramos el proyecto; porque no solamente lo material sino lo espiritual es muy necesario para el ser humano», comenta Ramón Infante, al frente de Somos de primera.

Como lo cataloga Juan Manuel Grant González, otro de sus miembros, «es algo tan grandioso que sobran las palabras, basta con mirar las caras de niños y familiares risueños y disfrutar de su alegría».

Otros tantos manzanilleros también llegan hasta el Hospital Pediátrico Hermanos Cordové de esta localidad donde son atendidos los bisoños de la región del Guacanayabo; traen sus bolsas cargadas de sueños de colores como dádivas de ilusión.

Recientemente los integrantes de los comités de base de la Unión de Jóvenes Comunistas y del Partido Comunista de Cuba en la paladar Rancho Luna, donaron a los pacientes, fundamentalmente a los pequeños de alto riesgo pediátrico, un grupo de recursos de utilidad como jabones y gel de baño, crema para la piel, abrigos, medias, confituras, que se distribuyeron por todas las salas.

Aparejado, hicieron intercambios con los pacientes de los servicios de psiquiatría infanto-juvenil, fibrosis quísticas y terapia intensiva.

Al salir recuperados del hospital manzanillero, los partícipes, como Roly, que procede de Bartolomé Masó, recordarán estos instantes y emociones, cual prueba de esa idea martiana de que «la capacidad de amar es el verdadero pergamino de la nobleza de los hombres».

La sonrisa de los pequeños es el mejor regalo de este proyecto Amor y esperanza // Foto Denia Fleitas
Los juguetes regalados a los niños resultan del aporte de todos los integrantes del club // Foto Denia Fleitas
El agradecimientos de los padres y pacientes aplaude la iniciativa // Foto Denia Fleitas
Este es el tercer encuentro del Somos de primera con los niños hospitalizados en el pediátrico Hermanos Cordové // Foto Denia Fleitas