Analizan en Granma impacto de proyecto de desarrollo financiado por Naciones Unidas

Nueve municipios de las provincias de Granma y Santiago de Cuba están incluidos en el Proyecto de desarrollo rural en la región oriental del país, PRODECOR, financiado por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola perteneciente a las Naciones Unidas.

Para conocer el impacto del proyecto en ambos territorios, después de seis años de su implementación, una comisión gubernamental se reunió con cooperativistas, especialistas y directivos implicados.

El segundo secretario del Comité Central del Partido, José Ramón Machado Ventura, y el vicepresidente Cubano, Salvador Valdés Mesa, encabezaron la comitiva. Granmenses y santiagueros apuestan por el desarrollo integral en la producción de granos, asociados al proyecto PRODECOR, que financian las Naciones Unidas.

Equipos de riego, tractores con toda su familia de implementos agrícolas, y otras maquinarias, están hoy en función de la sustitución de importaciones en el país, y el autoabastecimiento de las regiones.

Teniendo como punto de partida la aplicación de la ciencia y la técnica, desde hace seis años, campesinos de más de 70 cooperativas de Santiago de Cuba y Granma, impulsan el cultivo del frijol, el maíz, y otros granos, en una colaboración que no sólo apuesta por la parte productiva sino también por el desarrollo de las comunidades y la inclusión femenina.

Más de 37 millones de pesos destinados a contribuir al desarrollo sostenible, se utilizan en beneficio de unas 6 mil hectáreas en la zona oriental.

En Granma, el segundo secretario del Comité Central del Partido y el vicepresidente cubano Salvador Valdés Mesa se reunieron con implicados en el proyecto de desarrollo, e intercambiaron experiencias desde ambos territorios.

La comitiva, integrada además por otros representantes de organismos y ministerios, recorrió varias áreas sembradas de maíz, en la granja La Gavina, de la empresa arrocera Fernando Echenique, y visitó la planta de secado y beneficio de granos, de la empresa José Manuel Capote Sosa, para comprobar el impacto del proyecto.

A sólo pocos días de comenzar la campaña de frío en la agricultura, los especialistas apuestan al proyecto de colaboración que busca la seguridad alimentaria de la región oriental. Aquí se han procesado ya más de 350 toneladas de maíz, con destino a la alimentación animal, y se comenzaron las primeras pruebas con el frijol, destinado a la población.

Aunque aún no se logran los rendimientos esperados en los campos, la utilización de moderna tecnología, la agroecología y la ciencia, deben contribuir a elevar la eficiencia, y los rendimientos en el cultivo de los granos.