Apuntes de la conquista de Cuba y el mérito de una hoja de tabaco

Foto: PL
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Sancti Spíritus, Cuba, 18 ago (Prensa Latina) El tabaco, la hoja seca con perfume milagroso fue cultivada por los indios en esta parte central de Cuba, aseguró hoy Orlando Álvarez, principal investigador del gabinete arqueológico Manuel Romero Falco.

También mantenía ese criterio Alejandro Romero, exdelegado de la fundación Antonio Núñez Jiménez de la naturaleza y el hombre en Sancti Spíritus, quien en un diálogo con Prensa Latina afirmó que esa hoja seca era una prenda para brindar por los indios en ocasiones excepcionales.

Esta costumbre y que el tabaco formaba parte del deleite de los nativos de las islas caribeñas a la llegada de Cristóbal Colón lo ratifica el sabio Fernando Ortiz en Contrapunteo cubano del tabaco y el azúcar.

Según el diario de Colón, transcrito por el padre Bartolomé de las Casas, tuvieron los europeos el primer contacto con la planta solanácea en la isla Guanahaní (luego San Salvador, como la bautizara el propio Almirante).

En ese lugar los aborígenes le ofrecieron a Colón y sus tripulantes, a modo de caro presente, «unas hojas secas, que deben ser cosa muy apreciada por ellos» igual a las que luego vieron los conquistadores en la canoa de un indígena que navegaba solo entre las islas de Santa María (Caicos) y Fernandina (Cuba).

Algunos historiadores estiman que es a la llegada del conquistador a las islas de Bahamas y Cuba que observan cómo los nativos disfrutaban del aroma del tabaco.

En Historia de los indios de Cuba de Azcárate Rosell se indica que fueron los aruacos antillanos -conocidos por taínos- quienes dieron a conocer al mundo cuatro cosas que son hoy de uso universal: la hamaca, la canoa, el cultivo del maíz y por supuesto, el del tabaco.

Explica Ortiz en sus estudios que Colón supo del tabaco, en la noche del lunes, día 5 de noviembre de 1492, o al otro día, cuando se lo mostraron Luis de Torres y Rodrigo de Jerez, quienes lo descubren, del día 2 al 5 de dicho mes, al ir a explorar tierra adentro de Cuba.

Para el conservador de la cuarta villa cubana, Roberto Vitlloch, no existen registros históricos de que Colón mostrara o trasmitiera a las reyes sobre tal práctica, la de fumar y entregar una hoja seca a visitantes excepcionales.

Sin embargo, en diversos títulos sobre la conquista del llamado Nuevo Mundo mencionan entre los relatos de los aborígenes la extensión del hábito de fumar para preservar el bienestar, la familia, la salud, curaba y alejaba los malos espíritus.

En los territorios conquistados los nativos también eran buenos cultivadores de maíz cuyos granos eran imprescindibles en el alimento y las hojas cubrían los puros, también las masticaban y en lugares posteriores a la conquista comenzaron a disfrutarlo en pipas.

Para Vitlloch con el paso del tiempo el tabaco es uno de los reyes productivos y aportadores de divisa de la provincia de Sancti Spiritus, sin tener conocimiento de que Cristóbal Colón al llegar por el sur espirituano y en el saludo de los nativos recibiera una hoja del tabaco seca.

oda/rga

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