Manzanillo. Abril 22.- El cuidado y la conservación de la madre tierra nos permitirá disfrutar por mucho tiempo de sus beneficios y frutos, porque ella es el elemento capaz de producir los alimentos necesarios para nuestra existencia, siempre y cuando no se le maltrate con el empleo de sustancias que la debiliten o puedan hacernos daños.
Por eso el uso de biofertilizantes en las áreas de cultivos de alimentos ha tenido en nuestro territorio una aceptación por parte de los productores manzanilleros, debido a los resultados en sus cosechas, la facilidad de un mejor rendimiento, y sobre todo porque brinda la posibilidad de preservar y proteger a la propia tierra.
Bien lo sabe el manzanillero Juan La Hera Peña, quien ha visto cómo en el organopónico ICP 2-A se logran importantes resultados con el uso del microorganismo eficiente, que se produce en el patio de la agricultura urbuna y suburbana La Rosita, finca de referencia nacional que ostenta la quinta corona en este programa.
«Este es un producto excelente que lo aplico en todas mis cosechas, y desde que lo comenzamos a usar notamos la diferencia en el follaje de las hortalizas y los vegetales que sembramos aquí, al igual que en el bulbo del cultivo, lo que se traduce en que se conquistan mejores resultados», dice este labriego.
El responsable del sitio perteneciente también al programa de la agricultura urbana y suburbana comparte lo que le motivó iniciarse en el uso de este biofertilizante. «Yo mantengo una excelente amistad con Rosa y Josué, los creadores de ese microorganismo quienes siempre recomendaban el producto. Gracias a sus consejos empecé a usarlo con más frecuencia y veo su impacto en las cosechas, por lo que se lo recomiendo a todos los productores», señaló La Hera Peña.
La sugerencia de este productor está por lo alentador que es ver el impacto del empleo del GermEvit en los canteros de su organopónico, «se puede comprobar en la eficiencia de los frutos finales que recogemos en esta área, por ejemplo, en la salud de las remolachas que tengo sembradas y en el pepino cosechado con la técnica del empalado. Todo esto se logra precisamente por la aplicación de ese producto en el momento que lo lleva», agregó.
La Hera Peña también se motivó en la utilización del microrganismo natural porque «en primer lugar no podemos usar químicos en nuestras plantaciones, además no me gustan esas sustancias por la afectación que trae para la salud humana, sin embargo los biofertilizantes son netamente ecológicos y no perjudica al hombre», explicó Juan.
El GermEvit se obtuvo gracias al empleo de la ciencia y la técnica de sus creadores, por lo que este productor le concede gran importancia. «Pienso que así se tiene más rendimientos y productividad que es lo que necesitamos hoy, pues la dirección del país nos pide incrementar la producción agrícola, porque la pandemia que enfrentamos por la COVID-19 nos está azotando muy fuerte, y la tarea número uno de los productores cubanos es lograr más alimentos», expresó.
Una decisión tomada por este labriego es que mantendrá por mucho tiempo el uso de los biofertilizantes naturales porque «nuestras cosechas aumentan con mayor calidad y fortaleza», concluyó La Hera Peña. Esta es una sugerente idea para los campesinos y demás productores que deseen tener mayor impacto en lo que quieran cultivar.
