Blas: Un ejemplo de humildad y verdadera cubanía (+Fotos y Video)

Hoy se cumplen 34 años de la desaparición física de Blas Roca Calderío //Foto cortesía del colectivo del Museo de las Luchas Obreras

Manzanillo. Abril 25.- Hoy es imprescindible hablar de uno de los cubanos que brilla desde la eternidad por su total entrega a las causas más nobles y por la humildad que transpiraba por cada uno de sus poros, Francisco Wilfredo Calderío, más conocido por Blas Roca Calderío, patriota insigne de su Manzanillo natal.


Blas es de esos hombres que aún después de su partida física sigue inspirando a las nuevas generaciones, por lo menos así lo sentí en mi propia experiencia personal, cuando visité en el 2016 su tumba como parte del recorrido que hicimos 90 jóvenes seleccioandos de todo el país para rendir homenaje a uno de sus grandes amigos, el líder eterno de la Revolución cubana el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

A Blas Roca le unió una entrañable amistad con Fidel //Foto tomada de Internet
A Blas Roca le unió una entrañable amistad con Fidel //Foto tomada de Internet


Allí a los pies de su lápida sentí su grandeza y su enorme sencillez, al ver su panteón en el medio de otros que se levantaban con majestuosidad por el diseño, entre ellos el del Juan Fajardo Vega, el último mambí. Sin embargo el de mi coterráneo manzanillero era tan humilde, a “tierra pelada” como él mismo lo pidió antes de su fallecimiento, mostrando nuestra principal característica de los que vivimos en esta parte del oriente cubano, nuestra modestia, pues nos place más servir que recibir prevendas y honores.


¡Cuánta grandeza en sólo un pedazo de tierra! Allí en la arbolada frente a las tumbas del General Antonio Maceo y su ayudante Panchito Gómez Toro, como una hermosa simbiosis de lo que representa la lucha mambí en nuestros campos, la valentía y la continuidad de una maravillosa obra que se llama Revolución.


A Blas lo sentí como otro miembro de ese Ejército Libertador donde, al sonido de la corneta a degüello, su machete fuera el ejemplo, la palabra precisa, la valentía de sufrir prisión por representar los intereses del pueblo trabajador humillado por las acciones y el maltrato de los gobiernos corruptos de paso.


Entonces me sentí privilegiado de estar allí frente a ese sagrado lugar que lo guarda para siempre mostrando su grandeza. Y lo recordé entre tantas palabras que siempre escuché en Manzanillo, de su formación casi autodidacta, pues sólo llegó cursar el cuarto grado de la enseñanza primaria, de sus acciones sindicalista como obrero zapatero que le forjó su temple revolucinario.


Recordé de su ingreso al Partido Comunista de Cuba (PCC) que había sido fundado en 1925 fundado por los antiimperialistas Julio Antonio Mella y Carlos Baliño, de sus acciones fundacionales del movimiento que agrupa a la clase obrera cubana en unión a Lázaro Peña y Jesús Menéndez, y de sus actividades como parte del Comité Central del PCC en 1931.


Vinieron a mi memoria igual esa gran actitud suya de dirigirse a La Habana tras el agravamiento de Martínez Villena por la enfermedad que le aquejaba, y cómo a raíz de eso tuvo que asumir la dirección de su partido que lo hizo de manera ejemplar hasta que triunfó la Revolución cubana y en gesto humilde, sin sentirse superior a nadie ni con importantes derechos cedió su liderazgo a Fidel.


Igual recordé que Blas también fue periodista y publicó varios artículos en la prensa de su tiempo sobre diversos temas relacionados con el movimiento obrero, la sociedad cubana, el ideario martiano, y la teoría marxista leninista. Participó además en la fundación de la Asamblea Nacional del Poder Popular siendo su primer Presidente.


Allí en El Cacahual medité una vez más en esas palabras que ya había leído de Fidel al despedir su duelo cuando dijo y cito: “Ha dejado de existir un hombre excepcional, de singulares virtudes y extraordinario talento. Un revolucionario ejemplar que dedicó por entero su vida a la causa de los humildes, maestro y conductor de comunistas por más de medio siglo, combatiente indoblegable que durante casi tres décadas dirigió el primer partido marxista-leninista de Cuba”.

Fidel Castro en la despedida de duelo de Blas Roca el 26 de abril de 1987 //Foto tomada de Internet
Fidel Castro en la despedida de duelo de Blas Roca el 26 de abril de 1987 //Foto tomada de Internet


Hoy sentí un compromiso moral como manzanillero de recordarlo en el aniversario 34 de su desaparición física, porque Blas seguirá siendo de esos ejemplos que inspiran y mueven las entrañas de un país que lo recuerda por las grandes acciones y fidelidad a su Patria que siempre mostró.

Foto cortesía de Yanelkys Llera Céspedes