Si hablamos de bromas en la radio manzanillera, lo justo es referirnos a una emisión que propone al oyente Lo mejor de tu vida, el humorístico de la planta radiofónica. Pero no al programa en sí, sino a quien detrás de su computadora se las ingenia para escribir los 30 minutos que cada sábado promueven la risa a través de las frecuencias hertzianas.
Roberto Carlos Gutiérrez Gómez es el artífice de esos ratos de sano esparcimiento, claro que si no fuera por el elenco artístico del grupo dramático de la emisora y quien les dirige en la ocasión, Eduardo Bertot, tampoco hubiera programa.
«Las bromas siempre relajan los momentos tensos. La vida ciertamente se va mejor cuando uno bromea, incluso digo que algunas relaciones sociales mejoran si las utilizamos. Es una virtud del cubano, jugar de forma sarcástica con sus problemas para enfrentarlos con risa, que es mucho mejor».
Desde 2017 asumió el compromiso de redactar los guiones de forma empírica, que ya pudiera decirse dominaba, porque también forma parte de ese núcleo actoral que en Radio Granma escenifica la vida con recursos sonoros para el disfrute de la audiencia.
«Comencé por buscar información básica: ¿qué es un chiste? y trato de hacerlo todo desde entonces cumpliendo esas dos partes. Por ejemplo, la inicial cuando creas una expectativa: ¿por qué los gatos levantan la cola cuando les acaricias?; y el remate cómico sería, para decir que se acabó el gato. Esa fórmula básica es la que utilizo.
«Muchos los creo y otros, por su puesto, se extraen de internet y los modifico, y llevo en ocasiones a lo propio y del terruño. Digo que se me hace más difícil a veces porque hay algunos que no utilizo porque me sustento en el respeto, desde la concepción de que quiero que quienes escuchen se rían no que se sientan dolidos porque se burlan de él, o de algo que puede ser su defecto. Descartando la burla, trato de que nadie se sienta ofendido con lo que escribo».
Inconsciente de su bis cómica asumió la tarea, una por disfrute, y la otra por la economía familiar. Sin embargo, ya suma siete años en este ejercicio de creación que le permite sacar provecho de esa capacidad innata de dar matices al hablar natural y provocar sonrisas, «y uno trata de llevarlo a la radio, a lo profesional».
Entre chistes personalizados o no; siempre satíricos, irónicos, críticos, pero nunca burlescos; pensados acorde a las cualidades o características propias de sus actores, Lo mejor de tu vida superó los cinco radiochistes, y se volvió una mezcla dramatúrgica de «las peripecias de la Tienda La mandíbula quieta, las tandas de chistes, y Las novelitas románticas con momentos de tensión y desenlaces inesperados al estilo colonial, aventuras del oeste, entrevistas a especialistas que saben o no de un tema».
«Nunca imaginé que podía escribir el humorístico, y agradezco a José Luis García Barbán su apoyo con aquellos primeros cuatro programas, fundador de la emisión; también a Eduardo quien me dio consejos para escribir y orientarme.
Si lo disfruta, supongamos pasarnos horas leyendo chistes y bromas o pensando en aquellas que pudieran suscitar la risa a las personas de casa. La respuesta es clara. «Me gusta mucho, y sobre todo esa porción que rescaté y llamamos Las Novelitas, que le dan desde mi punto de vista un dinamismo, variedad, para refrescar».
Y como actor, afirma, «nos reímos mucho, de los chistes y de algún gesto o palabra que alguno de nosotros diga. Lo cierto es que la pasamos bien dentro del estudio en cada grabación. Recuerdo que Madelaine Bastos, tras un tiempo sin actuar, a su regreso dijo: «ya extrañaba esto», porque funcionamos como una familia que disfruta el estar y sonreír juntos».
De la audiencia, con defensores y detractores, afirma que válida es la retroalimentación. «Por citar una anécdota, estuve dirigiendo también hace poco y recibí yo mismo una llamada. La persona dijo: ¿Quién escribe ese programa? ¿Qué malos esos chistes? Sólo respondí: ¡Muchas gracias!, porque esas opiniones también hacen falta, porque esos criterios te hacen replantear las cosas.
«Lo bueno pues llega por muchas vías, y así crecemos».
Por hacer queda, afirma, «chistes o producciones más originales, propios; y hacer más parodias, con la inclusión de músicos que nos permitan parodiar desde la música».
De ingeniero civil a escritor dramático, y más aún de humorísticos, hay un buen trecho. Pero Roberto Carlos Gutiérrez conforma esa emisión a la que los actores, él también, le dan vida. Aficionado, efectista, escritor, actor, director, lo cierto es que desde el 2000 es uno de los locos de la radio, y más desde que escribe Lo mejor de tu vida.