Manzanillo. Agosto 29.- Dael, Yolanda, Mercedes, y María de los Ángeles son cuatro manzanilleros que ya llevan en sus brazos toda la fuerza de un país, inoculada desde la primera vacuna latinoamericana antiCovid-19.
Ellos acudieron bien temprano a sus sitios vacunales para recibir la dosis inicial de Abdala, que los llevará hacia el camino de la inmunización, frente a la batalla en que nos encontramos, al combatir con esperanzas una pandemia que estremece al mundo.
Como parte del proceso de vacunación masiva que se lleva a cabo en Manzanillo, y que comenzó precisamente con los adultos mayores de 60 años que padecen de hipertensión arterial, diabetes, obesidad y cardiopatías, estos “abuelitos” regresaron a sus casas con nuevas perspectivas ante esta anormalidad.
Así por ejemplo Dael confiesa haber esperado “con ansias la vacuna para ver si así se va esta enfermedad. Cuando me avisaron me puse muy contento y aquí estoy, fui el primero de la jornada en inyectarme¨, dice con emoción este hombre de 61 años.
Por su parte Yolanda quien peina con orgullo el pelo blanquecino de sus 89 años expresa sentirse contenta y agradecida con este gesto de nuestro país totalmente gratis.
Igual de satisfecha estaba Mercedes quien tuvo que esperar a estabilizar su tensión arterial, y cuando al fin le informaron que ya podía recibir la vacuna, se sintió muy contenta “porque ahora a los 72 años estoy más preparada para enfrentar la COVID-19. Aquí el trato del equipo médico fue maravilloso”.
La educadora retirada María de los Ángeles no desaprovechó la oportunidad para transmitir su emoción. “Esto representa lo más grande porque todos estábamos esperando esta vacuna con anhelos porque sabemos que es una prevención ante esta terrible enfermedad que nos ataca.
Me siento satisfecha, y me pongo todas las dosis que haya que ponerme. Estoy feliz porque pienso que es una seguridad para nosotros”, dijo esta manzanillera de 69 primaveras.
Estos abuelos fueron citados a los vacunatorios emplazados en la Escuela Secundará Básica Urbana (ESBU) Manuel Fajardo Rivero y en el Seminternado Pedro Sotto Alba, dos de los 55 centros preparados para esta acción.
Muy emocionada estaba en el último de estos sitios ejerciendo su tarea la enfermera Elda Julia Verdecia Tamayo quien dice que es un orgullo para ella cumplir con “esta misión que nos ha encomendado la Revolución cubana para proteger e inmunizar a nuestros pacientes. Esta actividad vino a mi vida para darme el deseo de seguir luchando”.
Visiblemente emocionada y con lágrimas en los ojos confiesa que “cuando le estoy administrando las vacunas a las personas de la tercera edad siento una motivación especial que crece cuando se retiran y nos ofrecen sus agradecimientos. Por eso siempre digo que estamos caminado con Abdala a pasos gigantes”, expresó Verdecia Tamayo.
El Doctor Antonio Arevich Montero, coordinador de este sitio vacunal, detalla que “aquí tenemos una población total a vacunar de 1667 personas, de ellas 379 adultos mayores que hasta la jornada de ayer ya han sido vacunados 220.
Establecemos este proceso de manera tal que llegue los avisos a la población por los medios de comunicación masiva, a través de los especialistas de los Consultorios Médicos de la Familia (CMF) y las organizaciones de masas para que pueda fluir la mayor cantidad de personas posible.
La atención prestada a la población, que es nuestra primera y principal razón de ser, ha sido de la mejor manera pues los vacunados se han marchado para sus hogares con la mejor satisfacción de los profesionales que tengo trabajando aquí en el área y por la parte médico que estamos atendiendo con mucha eficacia.
La frase que más se repite de estos adultos mayores es: “estamos complacidos con la vacuna que nos han colocado, nos vamos seguros para nuestras casas de que ustedes están cuidando al pueblo”, manifestó el doctor Arevich Montero.
Pero no todo queda dentro de estos vacunatorios, hay una población aún más agradecida de recibir a Abdala que son los discapacitados, encamados y postrados. En cada jornada de este sitio sale un equipo a vacunar en sus hogares a este grupo de población que no puede llegar hasta allí para ser inoculados.
Así lo vivió Leonel Peláez Sánchez, diabético durante 20 años y que perdió totalmente la visión hace 12 meses, quien convive con su anciana madre Consepsa Sánchez Rivero afectada por una isquemia cerebral.
“Este gesto es muy bueno, como esta Revolución no hay nada, yo estaba desesperado para que llegara la vacuna mía y de mi mamá, y aquí estamos agradecidos, maravilloso todo”, expresó Leonel.
Ya más de siete mil manzanilleros han recibido sus dosis de Abdala, así lo confirmó Nancy Lastres Vega, coordinadora de la actividad en la dirección municipal de salud pública quien agregó que “hasta este momento no se reporta ningún evento adverso” y elogió “el eficaz desempeño de los equipos que integran médicos, enfermeras, estomatólogos, los que reciben el apoyo de los estudiantes de las Ciencias Médicas y los líderes comunitarios”.
En Manzanillo están previstos que unos 26 mil 204 manzanilleros sean vacunados, con el deseo de quedar todos más inmunes, más feliz, con estas dosis cargadas de amor, ciencia y virtud gracias a los científicos cubanos.
