Casi cuatro décadas de miradas al Guacanayabo y en el corazón de sus huéspedes

Hotel Guacanayabo // Foto Marlene Herrera

Manzanillo. Junio 23.- Orgullosos de su puesto entre los líderes del sector turístico en Granma, los trabajadores del Guacanayabo, primer hotel construido por la Revolución en esta provincia suroriental, celebran el aniversario 38 de la instalación manzanillera, sometida a un amplio proyecto de reparación.

Criterios favorables de los clientes que allí acuden llenan de sano orgullo al colectivo de trabajadores de esta institución turística que abriera sus puertas a los visitantes nacionales y extranjeros un día como hoy, 23 de junio.

Iosmani Ferrer Escalona // Foto Marlene Herrera
Iosmani Ferrer Escalona // Foto Marlene Herrera

Iosmani Ferrer Escalona, director general, asevera que “semejantes opiniones no son fruto de la casualidad, pues llevan implícitos los ingredientes de la nueva imagen y confort de la instalación en la que se trabaja actualmente en un  abarcador programa”, declaró a la prensa.

En sus palabras de felicitación a los trabajadores Ferrer Escalona expresó “es grande lo que ustedes hacen cada jornada para que hoy esta instalación sea reconocida mundialmente, su excelencia, su trato afable con los clientes y la esmerada atención gastronómica con la que hoy contamos es gracias al esfuerzo de cada uno de ustedes”.

“Este cumpleaños nos ha ofrecido una mirada diferente ante nuestros clientes. Las casi cuatro décadas confirman a un colectivo con un alto sentido de pertenencia y responsabilidad”, apuntó.

“Nos enfocamos en variar las ofertas, acercar el producto turístico con calidad, evidencia de la consolidación del buen desempeño. Aquí se juntan en perfecto binomio la juventud y la experiencia”, puntualizó más tarde.

Arsenio Manuel Cabrera Carbonell // Foto Marlene Herrera
Arsenio Manuel Cabrera Carbonell // Foto Marlene Herrera

Arsenio Manuel Cabrera Carbonell, puede escribir la historia del hotel manzanillero, pues este incansable hombre fue el primer trabajador que se capto en aquel entonces para laboral aquí,  ha dedicado su vida al Guacanayabo desde su fundación el 23 de junio de 1979.

“Fueron jornadas de mucha emoción” reconoce el fundador, quien a lo largo de los años se ha desempeñado como jefe económico inicialmente y  en varios departamentos más tarde.

“Siempre fuimos muy selectivos a la hora de adquirir algo para ofertar al público. Entre nuestras metas estuvo el rescate de los servicios, con la huella que dejaron emblemáticos trabajadores como Roberto Ramírez, José Antonio Blanes y Víctor Brizuela, ejemplos en el ámbito gastronómico”.

“El Guacanayabo es mi vida y volveré aquí siempre  que me acompañen las fuerzas”, asegura Arsenio, expresión que comparte también María Elena Silva López, quien llegó al hotel hace 31 años.

“Siempre he laborado en el área de alojamiento. Hoy soy el ama de llaves al frente de dos  mujeres. Todos tenemos bien definido que somos la cara del colectivo y por ello nos esforzamos para que no existan quejas de los huéspedes.”

María Elena Silva López, // Foto Marlene Herrera
María Elena Silva López, // Foto Marlene Herrera

Esta incansable trabajadora ha sido merecedora de varias distinciones entre las que sobresalen una mención especial en el evento de atención turística a nivel provincial,  las de vanguardia en su colectivo y la más importante para ella la de los huéspedes que admiran su trabajo, “siempre me lo elogian y desean cuando regresan que sea yo quienes los atienda”.

El Guacanayabo sobresale también por el favorable ambiente que se respira entre los trabajadores y resulta evidente la esmerada atención que reciben.

Con 108 habitaciones, de ellas ocho suites, cuenta hoy con un colectivo que componen  más de 60 trabajadores.

Una  amplia gama de servicios de alojamiento, comida y recreación a los que se  incorporan otros como tiendas, información, agencia de ventas Havanatur y renta de autos.

La peculiar ubicación sobre una colina en la avenida Camilo Cienfuegos les brinda a los huéspedes y visitantes una hermosa vista del Golfo que da nombre al hotel, el cual ofrece un rostro diferente al Guacanayabo en su aniversario 38.