Manzanillo. Enero 6.- A finales del año pasado siete instituciones que pertenecían al sistema de la gastronomía en esta ciudad se convirtieron en nuevas Unidades Empresariales de Base (UEB), oportunidad que les brinda alcanzar una mayor autonomía para sus servicios.
Esta decisión está avalada por el Decreto Ley número 28 que rige el modelo de la gestión estatal de las unidades gastronómicas. Así lo aseguró Manuel Santos Gutiérrez, especialista de abastecimientos de la empresa municipal de gastronomía en Manzanillo, quien expresó que «en la actualidad están funcionando seis de estos centros emplazados en diferentes áreas del territorio».
El directivo al brindar los detalles de cada una de estas unidades explicó que «la UEB El Ranchón a partir de ahora acoge los servicios del parque infantil El Litoral y de la cafetería de la ciudad Pesquera.
De la misma manera asumieron esta nueva responsabilidad ante el pueblo los restaurantes Cayo Confite, popularmente conocido como La Lisetera, su colega Brisas del mar, El Don Luis, nombre que asume ahora el preferido restaurante italiano El Palermo, así como el 1800 y El Paseo», manifestó Santos Gutiérrez.
En los próximos días comenzará a funcionar como tal el Complejo Recreativo Costa Azul. El especialista explicó también que cada una de estas instituciones «asumen de tres a cuatro unidades más, y que todas tienen sus tipologías de servicios que no van a ser violados. Ellas se mantienen con la misma función con las que fueron creadas, por ejemplo la que es un centro nocturno se mantiene como tal, como mismo funcionarán los restaurantes y cafeterías», explicó.
Un elemento fundamental para que esos sitios cumplan con sus objetos sociales está relacionado con el abastecimiento que ya no corre por parte de la empresa municipal de gastronomía.
Así Santos Gutiérrez manifiesta que «a partir de ese propio modelo de gestión estatal, estas UEB tienen la posibilidad mediante la gestión autónoma y comercial de contar con una economía y finanzas para cubrir totalmente sus ingresos, generan utilidades y se subordinan a la propia empresa municipal.»
El directivo manifiesta además que el sistema de la gastronomía en el municipio está enfrascado en dar «cumplimento al Decreto Ley número 34 de conformar otras pequeñas UEB, que aunque no serán del todo autónomas, seguirán subordinadas a la dirección del municipio, pero contarán con una gestión parecida a las ya unidades empresariales de base creadas.»
De igual manera Santos Gutiérrez al aclarar cómo funcionarán entonces los demás centros que no se acogerán a esta nueva modalidad manifestó que, «nosotros mantenemos la red popular con las instituciones que están reguladas por la Resolución 73, que son aquellos establecimientos gastronómicos que se encuentran enclavados donde mayor concentración de personas existe, como son las universidades, los hospitales, las terminales, las ocho unidades del Sistema de Atención a la Familia (SAF), mediante las cuales debemos garantizar unas 627 kilocalorías a la población en la red popular, y unas 2100 en los SAF», explicó Santos Gutiérrez.
Así comenzó el 2022 en cuanto a la función de los centros gastronómicos locales, algunos ya convertidos en las ansiadas UEB. Esperemos entonces que la población pueda tener otras ofertas para su beneficio, y lógicamente que marchen en ellas juntos la calidad y los precios al alcance de todos.