Gestos de amor que reparan sueños

Foto tomadas del perfil de José Ortiz
Foto tomadas del perfil de José Ortiz

Cuando leo en los sitios de redes sociales noticias  como la publicada hoy por el periodista José Ortiz Benet  en su perfil de Facebook, siento una gran satisfacción, me invade un inmenso sentimiento que va desde la emoción hasta el gran placer de saber que somos muchos los del bando que aman y fundan.

El hecho en cuestión ocurrió este jueves 6 de enero en la Sala de Oncohematología del Hospital Pediátrico Hermanos Cordové ubicado en el Reparto Caymari de esta ciudad, cuando Luis Carlos Cuba Peral y Luis Cuba Pérez, padre e hijo, llegaron con una donación de 10 balances de madera, para los pequeños ingresados en esta institución hospitalaria.

 Y más que la cantidad, el gesto altruista se erige como ejemplo de amor al otro, ejemplo de que el camino no está extraviado cuando somos capaces de compartir lo que tenemos.

Muchos en sus comentarios agradecieron la actitud de los dos manzanilleros que trabajan por cuenta propia, y que precisamente hoy decidieron llegar como Reyes Magos hasta uno de las áreas de mayor sensibilidad en el centro de salud que atiende a niños de todos los municipios de la llamada zona del Guacanayabo.  

“Bello gesto, propio de hombres de bien, no todo en la vida es el dinero, tenemos muchas carencias de las que se aprovechan los desvergonzados, pero el altruista, el soñador y el hombre con honor siempre hará la diferencia, la patria os contempla orgullosa. Bendiciones.”, escribió un internauta, mientras que la Doctora Isabel María Osorio Caballero, especialista de primer grado en pediatría, sorprendida para bien dejo dicho: “Maravilloso gesto. Dios los bendiga. Les agradezco mucho y estoy segura que mis niños también”.

Y vienen a mi mente, varios versos hechos canción como aquel que tanto se tarareó ¿Quién dijo que todo está perdido? Yo vengo a ofrecer mi corazón; o aquellas estrofas del Saber que se puede, Querer que se pueda, Quitarse los miedos, Sacarlos afuera.  Pintarse la cara, Color esperanza, Tentar al futuro, Con el corazón. Y se repite una y otra vez el Siempre, Llega el enanito, y desde esa hora se acaba el silencio, y aparece el trino. Siempre, Apartando piedras de aquí,  Basura de allá -haciendo labor- Siempre va esta personita feliz, Trocando lo sucio en oro. Siempre, Llega hasta el salón principal, Donde está el motor que mueve la luz, y siempre allí hace su tarea mejor, El reparador de sueños.