Céspedes, referente obligado de dignidad, entrega y patriotismo

Fue  Carlos Manuel de Céspedes y del Castillo, un hombre adjudicado totalmente al servicio de la Patria, por ella dimitió a todas las libertades que su posición enriquecida le facilitaban, y a todos los cubanos los consideró sus hijos en el hecho del arresto de su hijo Oscar, acontecimiento que le valió el calificativo de Padre de la Patria.

 

Pero Céspedes fue algo más que el Hombre de decisión y coraje, facetas suyas que nos describen algunos historiadores al referirse a este cubano tan digno, quien le aportó desde su mismo nacimiento un carácter de Revolución social igualitario y antirracista al movimiento independentista.

 

El patriota bayamés no fue más humano que cuando le dio la libertad a sus esclavos exhortándolos a luchar y los llamó ciudadanos, la gloriosa  jornada del 10 de octubre de 1868, encabezando  la gesta de independencia contra el yugo español.

 

Su combate contra el colonialismo fue hasta las últimas consecuencias, cuando no pudo defender su querido Bayamo de las tropas españolas, prefirió verlo convertido en cenizas antes que entregarlo al enemigo, era el 12 de enero de 1869, de ahí el incendio de esta ciudad.

 

El enemigo, que sabía la importancia política de Céspedes, no cesó en perseguir sus pasos, es así como el 27 de febrero de 1874 fue sorprendido por fuerzas del Batallón de San Quintín, él Intentó ganar el monte para eludir el acecho, pero su edad y problemas de visión se lo impidió, fue tiroteado por él no sin antes tirar hasta el último plomo de su revólver.

 

El Padre de la Patria sigue siendo referente obligado de dignidad, entrega y patriotismo a las actuales y futuras generaciones hoy más que nunca le rendimos tributo y honor,  a 143 años de este hecho tan doloroso para los hijos de esta tierra.