Chapeando Bajito: El macabro juego “a que todos se van” (+ Podcast)

Foto: Redacción Digital Rebelde

El pasado jueves 24 Reinier Duardo publicó en su cuenta de Twitter una denuncia que es obligado retomar porque está en el centro de la más reciente y atroz campaña contra la Revolución Cubana. “Todos se van” es la matriz sobre la base de la cual se construye un juego macabro que usa a los emigrantes como carnada.

Como dice la Declaración de Ernesto Soberón que se publicó hace unos días: Vemos como se “estimula la migración, y en particular la migración irregular, con destino final al territorio de los Estados Unidos, cuando las vías legales se cierran, como ha sucedido desde 2017, igual que en décadas anteriores o en el pasado”.

En este sentido, es notorio el cinismo del encargado de negocios en La Habana. Todo apunta a un estímulo de la migración, cerrando todas las vías legales para obligar a los potenciales migrantes a usar los riesgosos caminos de la ilegalidad y recibirlos luego sólo si se declaran perseguidos del sistema cubano. Mayor cinismo no puede haber.

Y mientras tanto, la jauría de los medios tóxicos envenenando el ambiente. Intentan posicionar la idea de que “todos se van”, afirmando irresponsablemente que huyen personas que en pocos meses estarán viajando a Cuba como prueba de que no hay tal motivación política en el viaje.

Detrás de esa matriz, el objetivo es vender la imagen de un país en bancarrota, sin posibilidades de superar problemas. Sin un análisis de contexto que compare realidades. Aun en un escenario de dificultades multiplicadas por el bloqueo reforzado y la COVID, nuestras cifras de emigrantes son menores que las de otros países que no sufren el bloqueo ni las medidas discriminatorias que sufre Cuba, como la restricción de remesas y superan con creces las cifras de emigrantes que muestran los cubanos.

Los cubanos, que son los únicos en todo el mundo que cuentan con una Ley de estímulo a la ilegalidad: La ley de ajuste cubano.

Chapeando Bajito: El macabro juego “a que todos se van”

También hay que marcar otras diferencias: la migración cubana es visiblemente muy distinta de la del resto de la región.  Para empezar, viajan ya profesionales y en general personas que disponen de recursos financieros que obtienen vendiendo propiedades. Ellos saben que llegando a la frontera serán admitidos. Los centroamericanos no.

Este es un asunto demasiado serio para dejar que inflen el globo los que peores sentimientos tienen. Hay que empezar por desmontar la idea de que “todos se van”. No es la primera vez que ha pasado y no será la última.

Todas las crisis atraen migraciones. Pero no se puede simplificar una historia tan singular como la de Cuba en este tema. Teniendo todas las condiciones para ser la de mayor número de emigrantes, no lo es. Millones de todo el mundo van delante, sólo que no tienen los privilegios que le dan a los cubanos, pero no precisamente para ayudarlos. Esto necesita nuevos acercamientos.