De los resultados de la estrategia aplicada en el 2021, así como de las proyecciones y desafíos para el presente año, se debatió en la Reunión Anual del Ministerio de Educación Superior (MES), encuentro que encabezó el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
Un criterio colectivo prevaleció en el balance del 2021 de la Educación Superior cubana: la pandemia -más allá de sus saldos negativos- constituyó para el sector, la oportunidad de realzar la fortaleza que significa trabajar en sistema, además que emergieron durante el período, las cuantiosas reservas existentes en sus recursos humanos.
El Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, comentó al respecto que mientras el bloqueo recrudecido y la pandemia afectaron negativamente a la rama productiva de bienes y servicios, la Educación Superior avanzó.
A pesar del confinamiento, de los altos números de contagiados y fallecidos que se registraron durante los picos pandémicos, del complejo y retador contexto, donde se arreció la agresividad de la manipulación mediática, «la Educación Superior no se detuvo, de manera creativa –comentó- se encontraron las alternativas para concluir el curso académico y se demostró que sí tenemos potencialidades para desarrollar la enseñanza a distancia».
José Ramón Saborido Loidi, titular del MES, al darle introducción al informe -que antes fue estudiado por los participantes y expuesto a través de un material audiovisual- catalogó de inédito y titánico el período que se cierra y señaló que «los profesores, directivos y cuadros en todos los niveles transformaron, en medio del proceso docente, la modalidad clásica de enseñanza por la virtual y la híbrida», lo que permitió que ninguna universidad se cerrara, que se mantuviera la labor investigativa y de posgrado en los territorios, en función de las necesidades y sectores estratégicos.
Los que hicieron uso de la palabra –entre ellos rectores, directores del organismo y viceministros- resaltaron el fortalecimiento del vínculo universidad-empresa, el estilo efectivo de trabajo de la gestión de gobierno basado en la ciencia e innovación, que acorta tiempos y formas para implementar las soluciones, el financiamiento de las actividades científicas, la necesidad de perfeccionar el trabajo político ideológico a partir de un estudio psicosocial de los estudiantes, además del fortalecimiento de los Centros Universitarios Municipales, aspecto que transversaliza varios objetivos estratégicos.
Fue notable durante el intercambio el hecho de que la COVID-19 motivó a que la Universidad traspasara sus muros, «como nunca antes – recogió el informe- las casas de altos estudios tuvieron un elevado y sentido reconocimiento de la sociedad y el Estado, no solo por sus funciones consustanciales, sino por su accionar activo, solidario y altruista en el enfrentamiento a la COVID-19, tanto desde la ciencia, como en la línea roja».
En palabras del mandatario cubano, el trabajo voluntario y arriesgado de los estudiantes en centros de aislamiento, hospitales, como mensajeros y pesquisadores, también contribuyó a su formación integral, ya que encontraron su propia epopeya.
Hoy es visible en todos los grupos de trabajo del Partido y el Gobierno, la presencia y el aporte de las Universidades –subrayó Díaz-Canel- que agradeció a los académicos por robustecer con sus conocimientos las políticas públicas y legislativas que se diseñan.
Después de aspirar por muchos años a la interdisciplinariedad e intersectorialidad, comentó, hemos conseguido reunir a diferentes especialistas que incluso son reconocidos por la sociedad, como el caso de los matemáticos, psicólogos, sociólogos, juristas y filósofos marxistas, en el caso de estos dos últimos están presentes en cada comisión política y administrativa.
El Jefe de Estado ponderó durante el Balance -que fue precedido por intercambios de similares objetivos en las universidades- cómo se han fortalecido durante el último periodo, las relaciones de las universidades con el sistema empresarial y la administración pública, cuánto han asesorado los expertos a los consejos técnicos asesores de todos los organismos para diseñar e implementar sus sistemas de gestión basado en ciencia e innovación, además de destacó las contribuciones de las empresas de interfaz, de los parques científicos tecnológicos y de universidades como la UCI y la CUJAE, con aportes decisivos a la informatización del país.
El líder partidista trazó lo que podría ser una hoja de ruta para el Ministerio de Educación Superior, se trata de desafíos frente al nuevo periodo de trabajo que inician. Encomendó continuar fortaleciendo los Centros Universitarios Municipales (CUM), instituciones con un papel decisivo en la formación y capacitación de los recursos humanos que implementan las estrategias de desarrollo local, «para avanzar más en la descentralización de competencias, necesitamos de los CUM», aseguró.
A propósito del principal centro científico de los municipios, Karla Santana Rodríguez, Presidenta Nacional de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), expresó la voluntad de los miembros de la organización -que celebra este año su centenario- para apoyar las acciones que se realizan en los CUM, disposición que fue tomada en cuenta por el Presidente de la República, quien recordó el movimiento de alumnos ayudantes y cómo pueden contribuir en sus territorios a la formación y superación de las personas.
En la transformación de los barrios también nos pueden apoyar las universidades -precisó el dignatario- sobre todo en esa etapa inicial cuando se precisa de un diagnóstico, de un estudio antropológico, que nos permita no intervenir, sino construir en esas comunidades el socialismo con nuestros propios esfuerzos, teniendo en cuenta como punto de partida, las tradiciones y expectativas de sus pobladores, lo que garantizará su participación.
Al concluir la reunión de balance –que cerró el ciclo de Planificación estratégica 2017-2021 del organismo- el Presidente de la República afirmó que está seguro que si la Universidad participa en la batalla ideológica y económica, la Educación Superior Cubana le pondrá corazón a Cuba.