China y EE.UU. cierran discusiones comerciales con algunos consensos

Beijing, 4 may (PL) China y Estados Unidos cerraron hoy dos días conversaciones sobre sus conflictos comerciales con algunos consensos para manejar de forma apropiada las disputas y buscar vías de solución sin perjudicar los intereses de cada lado.

 

El Ministerio de Comercio informó que los equipos negociadores sostuvieron un diálogo ‘honesto, eficiente y constructivo’ acerca de los puntos de fricciones y coincidieron en procurar el desarrollo estable y sano de los vínculos económicos.

Como resultado, decidieron establecer un mecanismo de trabajo que les permita mantener una estrecha comunicación respecto a las cuestiones discordantes, tras reconocer que existen grandes desacuerdos en diversos temas.

También se comprometieron a trabajar en conjunto para progresar en la búsqueda de soluciones satisfactorias para ambos lados.

Según medios internacionales de prensa, la delegación estadounidense planteó a Beijing reducir el déficit comercial en al menos 200 mil millones de dólares hacia 2020 y también bajar las tarifas sobre todas sus importaciones.

Sin embargo, la parte china no confirmó esas informaciones.

Las dos potencias llevaron ayer y hoy a la mesa de conversaciones las diferencias que en los últimos tiempos desencadenaron un cruce de medidas lesivas para sus negocios y las pusieron al borde de una guerra comercial.

El equipo anfitrión lo encabezó el viceprimer ministro, Liu He, también el principal asesor económico del presidente Xi Jinping, mientras el norteamericano lo lideró el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin.

Previo al encuentro, las partes expresaron el deseo de desarrollar un diálogo abierto sin abrigar muchas expectativas sobre el surgimiento de resultados inmediatos en estas pláticas.

Pero el hecho de sentarse cara a cara ya fue un paso positivo en medio de la confrontación desatada por una investigación de Washington que arrojó el supuesto robo de tecnología, propiedad intelectual y competencia desleal de China en el mercado estadounidense.

Como consecuencia, la administración de Trump anunció gravámenes adicionales sobre la importación de miles de artículos de esta nación y prohibió la venta de componentes a la empresa ZTE.

China respondió con un aumento en los aranceles a más de 200 artículos norteños y par de recursos ante la Organización Mundial del Comercio.

El choque entre los dos principales economías mantiene al planeta en alerta, pues amenaza también al movimiento internacional de mercancías.

Al final el diálogo prevaleció sobre la fuerza porque hay muchos intereses en juego y el consumidor será quien se lleve la carga más pesada.

Si bien reafirmó su confianza y capacidad para responder a cualquier acción unilateral de Washington, China está convencida que -como en toda guerra- las secuelas serán masivas y por eso insiste en una salida de mutuo beneficio.

Mientras, Trump parece darse cuenta de que si persiste en su ofensiva proteccionista apuntalará más el aislamiento donde mantiene a Estados Unidos desde su llegada al poder y clausurará nuevas puertas en detrimento de los mismos intereses que promete defender.

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