Manzanillo. Enero 15.- Insertada en cada ámbito de la sociedad la ciencia muestra su notable existencia como gestora del conocimiento y fundadora de lo nuevo. Su aplicación en el sector de la salud es una indispensable y eterna fuente de esperanza y vida.
Así lo confirman los disímiles proyectos de investigación que desde la Universidad de Ciencias Médicas de Granma y, en específico, de la Facultad Celia Sánchez, sita en Manzanillo, se despliegan en virtud de ampliar las experiencias cognoscitivas de docentes y alumnos, y de elevar la calidad de procesos asistenciales a la población manzanillera y granmense.
Guiados por el incentivo de ofrecer un producto que permita revertir las insuficiencias y debilidades en los órdenes asistenciales y académicos, quienes integran los equipos científicos reconocen en sus trabajos un punto clave para “enriquecer el desempeño como profesional, la fuente de la cual debemos beber todos y de forma sistemática, para generar soluciones y aportes al sector que representamos”.
Tales consideraciones de la investigadora auxiliar Rita González Sábado, metodóloga de investigación y postgrado en la institución educativa, se reafirman en los resultados de un proyecto que integra referente a la competencia y desempeño del médico de la familia para la prevención de la conducta suicida.
Su valor fundamental radica, en esencia, “en la prevención de lesiones autoinfringidas que menoscaban la salud mental de las personas, y en la validación de instrumentos que provee de herramientas para evaluar riesgo suicida tanto a los residentes en la especialidad de Medicina General Integral y grupos básicos de trabajo en la atención primaria, a la Comisión de salud mental, a estudiantes e investigadores”.
Este, asegura, ha permitido “revertir los indicadores negativos en el cuadro de salud territorial en el que se ha evidenciado avances a partir de los intercambios, la capacitación de los médicos y el trabajo intencionado en los grupos de riesgo; y el surgimiento de materiales docentes, folletos digitales insertados en la red interna que complementan el programa nacional y proveen de herramientas a los estudiantes y profesores”.
Para los estudiantes es vital espacio cada intercambio con los futuros pacientes, a través de intervenciones comunitarias que irradian los resultados de las exploraciones y devienen en “crecimiento personal en cuanto a cómo implementar políticas de salud, que tributen al bienestar de la población”, valora Fidel Moreno Cubela, estudiante del primer año de la carrera de Medicina.
En las experiencias y contribuciones al desarrollo de estrategias, hábitos, conductas, procedimientos médicos, está la virtud de este vínculo desde la Universidad, garante de que el futuro de la Patria sea de hombres de pensamientos y ciencia.