Posteriormente, el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), condenó el asesinato de Jimmy Alberto Pacue, otro nativo en un país donde esas comunidades son víctimas frecuentes de la violencia.
A mediado de diciembre, el partido FARC denunció que el presidente Iván Duque ‘sigue incumpliendo al Acuerdo de Paz’ (firmado en 2016 por el Estado y la exguerrilla FARC-EP).
No garantiza la vida ni la seguridad de las personas que están en reincorporación. El compañero Manuel González fue asesinado en inmediaciones del Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación de la localidad de Santa Lucía, en el municipio de Ituango (norte), precisó.
Ya en los últimos días del mes pasado, la violencia puso fin a la vida de varios líderes sociales.
Todo ello tiene lugar, además, a tres años de la firma del Acuerdo y a 16 meses de la llegada a la Casa de Nariño (sede la Presidencia) de Duque.
Diferentes voces coinciden en que cientos de líderes sociales, indígenas y exguerrilleros fueron asesinados desde la firma del Acuerdo, por lo que insisten en la necesidad de su implementación integral en aras de concretar una paz con justicia social, estable y duradera.
Precisamente la persistente violencia es uno de los principales retos que tienen desde este 1 de enero las autoridades elegidas en los comicios regionales y locales del 27 de octubre pasado.
Adicionalmente, como recordatorio de que un año de movilizaciones comenzó en Colombia, los ciudadanos dieron la bienvenida al 2020 con un cacerolazo, al tiempo que se manifestaron a través de las redes sociales digitales con el uso de la etiqueta #VivaElParoNacional.
tgj/mfb