La fábrica textil Carlos Simón, de este municipio, asume la confección de 20 038 nasobucos para prevenir la COVID-19, como parte de los preparativos del país ante la posible entrada de esta enfermedad.
Gerson Cerquera Morera, director de la entidad, informó que entre viernes y sábado habían terminado 1 400 unidades, y a partir de este lunes determinarían el ritmo que seguirán por día para cumplir con la meta.
Es por ello, agregó, que las operarias trabajan horas extra en ese encargo, cuyo diseño resulta totalmente diferente a otras mascarillas elaboradas para procederes quirúrgicos.
Por su parte, Liliana Figueroa Ferrer, jefa de brigada en la fábrica, explicó que la diferencia de esta nueva producción es que los nasobucos con sello cabaiguanense tienen como particularidad tres capas de tela que contribuyen a proteger de infecciones respiratorias existentes en el ambiente.
Para ello cuentan con la materia prima necesaria: 5 613 metros de tejido warandoll, muy útil para fines hospitalarios. Para asumir esta tarea prioritaria, el colectivo interrumpió la confección de pantalones para la enseñanza secundaria básica en aras de agilizar la producción.
Finalmente el director de la entidad insistió en que, según marche el proceso, se incrementará además la manufactura de unidades con destino a instituciones de salud.
(Tomado de Juventud Rebelde)