Manzanillo. Mayo 25.- La oficina de Correos de esta ciudad costera no ha detenido sus prestaciones en este periodo, a pesar de la situación epidemiológica generada por el nuevo coronavirus.
A diario, tanto en la sede central como en sus otros tres puntos, los manzanilleros buscan de los disímiles servicios que ya por tradición ofrecen, ahora con los toques de modernidad de las nuevas tecnologías de la informática y las comunicaciones.
Sin detenerse a pensar en las horas que permanecen sentadas detrás de las ventanillas, que resguardan su integridad con cristal, atienden una y otra solicitud de los clientes que buscan de expedir o cobrar un giro postal, enviar telegramas, comprar sellos timbrados, pagar las cuentas de la electricidad y telefónica, y de los más de seis mil 400 jubilados y pensionados que utilizan esta opción de cobro de sus chequeras.
Saraí Rondón es una manzanillera que de forma mensual acude a una cita con la Unidad, y su criterio de la organización y servicio de calidad es reiterativo en los allí presente, ubicados con una silla de por medio para guardar distancias y esperar su turno de ser atendidos.
«Tratamos de prestar el mejor servicio a quienes acuden, es la máxima de los 12 trabajadores que laboran de lunes a sábado en el horario ajustado de 8 de la mañana a las 12 meridiano, para servir a quienes incluso desde las seis ya comienzan a hacer colas para ser primeros una vez abierta la instalación, señala América Pérez Castro, jefa de brigada del Correo Central en Manzanillo.
«De 80 a un centenar de personas acuden diariamente y aunque en ocasiones tenemos afectada la conexión, que se pone lenta, hacemos lo posible por cumplir nuestra tarea; con el apoyo de los trabajadores del Deporte logramos orden en las colas, y cuidamos de las medidas higiénico-sanitarias para evitar la COVID-19».
Una fuerza esencial del Correo son los 32 carteros de la zona urbana y cinco trabajadores por cuenta propia de las zonas rurales, que acercan estos servicios a los residentes de las zonas postales.
El joven de 28 años Yuniel Licea Pérez recorre las calles de la zona postal 22, Reparto Vázquez, con «el interés de superar cualquier cosa y llevar lo que precisan mis 200 jubilados, 53 asistenciados y 186 suscriptores de los periódicos cubanos.
«Ahora mismo cuento estas cifras para efectuar los pagos precisos que ellos agradecen porque no tienen que hacer las colas pues se los doy en sus propias casas; manteniendo las medidas para cuidarnos todos».
En el estanquillo de la prensa gravitan las disímiles publicaciones periódicas, revistas, tabloides, suplementos, que adquieren los manzanilleros según sus preferencias; con precios modificados siguen entre los más buscados por los usuarios, para mantenerse al día con las informaciones nacionales, además de las casi cinco mil 500 suscripciones a la prensa nacional diaria y semanal.
Aunque las cuatro computadoras de la sala de navegación continúan en soledad, a la entrada la gestora comercial Melba González Ramos prosigue con el pago de giros internacionales procedentes de seis países: España, Uruguay, Chile, República Dominicana, Perú y Colombia, «a alrededor de 12 clientes diario».
Mientras que en el departamento de bultos postales Jorge Luis Chala Fernández se ocupa de la recepción y entrega de los envíos a los manzanilleros, «que en la medida que van llegando se entregan a las personas, con sumo cuidado, aunque estos paquetes se fumigan para que estén libres de gérmenes contaminantes, y evitar cualquier tipo de contagio con enfermedades».
En los 63 trabajadores de Correos Manzanillo persiste el deseo de «llegar a la población con servicios de calidad, que estén satisfechos con nuestra labor, y respondemos a sus solicitudes incluso a través de los sitios de redes sociales Facebook y Telegram, porque ellos son nuestra prioridad», asevera Tania Labrada Martínez, subdirectora de Operaciones.
Ellos, junto a sus clientes, pese a la pandemia, cumplen el reto de continuar 265 años al servicio de todos.