La nueva gobernadora del estado de Nueva York, Kathy Hochul, reveló la ocurrencia de 12.000 decesos más por causa de la COVID-19, cifra aportada por las autoridades federales de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés), y no compiladas por el gobernador saliente Andrew Cuomo.
Los fallecimientos totales registrados desde inicios de la pandemia por la página web del Departamento de Salud neoyorkino, compilaban 43.415 muertos, basados en la información ofrecida por hospitales, residencias geriátricas, y centros de ayuda a personas con necesidades.
Sin embargo, no recogían las muertes ocurridas en cualquier otro lugar del estado como casas o refugios para personas sin techo, sí reflejados por los CDC y en correspondencia elevando dicho total hasta los 55.395 muertos mencionados.
Hochul, quien asumió su mandato tras la dimisión de Cuomo, expresó a medios locales: “la transparencia será el sello distintivo de mi gestión, el público merece una imagen clara y honesta de lo que está sucediendo, sea buena o mala, necesita saber la verdad, así es como restauramos la confianza”, aseveró.
“La lucha contra la COVID-19 y la variante Delta es una de las principales prioridades de esta administración y, aunque estamos implementando nuevos requisitos de enmascaramiento para mantener a todos a salvo, la vacunación es la clave de nuestro futuro”, agregó.
El principal Sindicato de policías de Nueva York, con unos 24.000 afiliados ha amenazado con denunciar a la Administración estatal si se les exige estar inmunizados para trabajar, requisito ya impuesto a otros funcionarios públicos.
La dimisión de Andrew Cuomo se produjo ante presiones derivadas de una decena de acusaciones por acoso sexual, y mientras era investigado por su gestión de las residencias de ancianos en los momentos más duros de la pandemia.
