COVID-19 en el mundo: Ninguno de los primeros voluntarios que probaron la vacuna Sputnik V se contagió

Vacunación de los voluntarios con Sputnik V en una clínica municipal de Minsk, Bielorrusia, 1 de octubre de 2020. foto: Víktor Tolochko / Sputnik

Ninguno de los primeros voluntarios que probaron la vacuna rusa Sputnik V contrajo la infección provocada por el nuevo coronavirus o ha tenido quejas de salud, ha afirmado Alexánder Guíntsburg, director del Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya, en un comentario para RIA Novosti.

“Oficialmente no están siendo monitoreados, pero están en contacto. Que yo sepa, ninguno de ellos ni siquiera se resfrió, ni se enfermó”, ha señalado Guíntsburg.

Los primeros ensayos clínicos de Sputnik V comenzaron el 18 de junio y contaron con participación de 38 personas que fueron dadas de alta el 15 y el 20 de julio. Algunos de ellos presentaban reacciones posvacunales durante las primeras horas después de la inyección, como un ligero aumento de la temperatura y dolores de cabeza, entre otras, que desaparecieron por sí solas durante el día. Los científicos afirmaron que todos desarrollaron inmunidad contra la COVID-19.
Sputnik V

La vacuna utiliza la tecnología de adenovirus humano de dos vectores y fue registrada en Rusia el 11 de agosto. El registro temprano permitió suministrarla a personas de los grupos de alto riesgo en medio de la pandemia, y el 25 de agosto se supo que las autoridades sanitarias dieron luz verde para realizar las pruebas posteriores al registro de Sputnik V y pasar a la fase 3 de los ensayos, con 40.000 participantes.

Los resultados de la investigación de la vacuna fueron publicados en la revista The Lancet a principios de septiembre. En la publicación se afirma que el 100 % de los participantes desarrolló una respuesta inmunitaria humoral y celular estable durante las dos fases de los ensayos y que el nivel de anticuerpos contra el SARS-CoV-2 en voluntarios vacunados fue de 1.4 a 1.5 veces más alto que el nivel de anticuerpos en los pacientes que se habían recuperado de COVID-19.
Alemania cierra durante un mes bares, restaurantes, teatros y cines.

La segunda ola del coronavirus que avanza por Europa no exime en su zarpazo al país que hasta ahora ha sorteado con mejor fortuna la pandemia: Alemania. Ante el incremento de los contagios, la canciller Angela Merkel y los presidentes de los 16 länder (estados federados), reunidos este miércoles por videoconferencia, pactaron un cierre parcial de la vida pública durante todo el mes de noviembre. Es un cierre menos drástico que el de la pasada primavera, pero otra vez de alcance federal.

“Son medidas duras y son para todo el país; nos encontramos en una fase de crecimiento exponencial de las infecciones, y debemos actuar para evitar una grave emergencia sanitaria nacional”, ha dicho la canciller Merkel en rueda de prensa tras la reunión.

Así, a partir del próximo lunes 2 de noviembre se cerrarán bares, cafeterías y restaurantes. Cerrarán también teatros, salas de conciertos, cines y gimnasios. Como se hizo durante la primera ola de la pandemia, los restaurantes podrán sólo vender comida para llevar, que los clientes deberán recoger en la puerta.

Los hoteles no podrán aceptar pernoctaciones turísticas, sólo aquellas estrictamente necesarias por trabajo o causa grave. Objetivo: evitar desplazamientos dentro de Alemania. Las autoridades piden a las empresas que, en la medida de lo posible, se organicen para que sus empleados teletrabajen desde sus casas.

Cada ciudadano podrá salir a la calle sólo en compañía de personas con las que convive bajo el mismo techo y con personas de otro hogar, es decir, podrán juntarse miembros de un máximo de dos hogares. El máximo de personas juntas será de diez. Las reuniones y fiestas tanto públicas como privadas –o sea, en casa- quedan vetadas.

Una de las grandes prioridades del Gobierno federal y de los Ejecutivos regionales es, anunció Merkel, mantener abiertas las escuelas y las guarderías. También las tiendas y los grandes almacenes seguirán abiertos, con rígidas medidas de higiene y control de distancia interpersonal, y sólo se permitirá un cliente por cada 10 metros cuadrados.

El Instituto Robert Koch (RKI), organismo de virología de referencia federal, computó ayer 14.964 nuevos contagios confirmados en las 24 horas precedentes, y 85 fallecimientos por o con COVID-19. Son cifras inferiores a las que castigan ahora mismo a España, Italia o Francia, pero indicativas de que también en este país los rebrotes proliferan.