Cuatro meses después, Cuba no descuida su batalla a la COVID-19

Foto Estudios Revolución
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El grupo temporal de trabajo para la prevención y control del nuevo coronavirus, encabezado por el Presidente de la República y el Primer Ministro, continuó este sábado el análisis de la situación epidemiológica en La Habana y de la marcha de la segunda fase de la recuperación en de Matanzas y Ciego de Ávila.

Cuatro meses después de diagnosticarse en el país los primeros pacientes positivos a la COVID-19, el Gobierno cubano sigue empeñado en continuar salvando vidas y en cortar fuentes de transmisión de esta enfermedad, que en el mundo ha ocasionado la muerte a más de 500 mil personas, 87 de ellas en la Mayor de las Antillas.

No es este el momento para permitirse ningún descuido, se coincidió en señalar este sábado durante la sesión del grupo temporal de trabajo para la prevención y control del nuevo coronavirus, encabezada por el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, donde se ratificó, además, la pertinencia de mantener el estricto cumplimiento de cada una de las medidas diseñadas, sin importar en qué fase de la etapa de recuperación puedan encontrarse uno u otro territorio.

Si bien la situación más compleja se manifiesta en La Habana, y allí se realiza a diario la mayor cantidad de pruebas PCR, cientos de muestras de las diferentes provincias se analizan cotidianamente, tras la búsqueda de nuevos casos que pudieran permanecer asintomáticos. Según dio a conocer el ministro de Salud Pública, José Angel Portal Miranda, al cierre de la última jornada se efectuaron 3 339 estudios para la COVID-19, de los cuales siete resultaron positivos, para un acumulado de 2 420 desde que inició la epidemia.

Detalló el titular que los siete pacientes diagnosticados son cubanos: dos fueron contactos de personas confirmadas, en uno no se ha podido precisar aún la fuente de infección y otros cuatro se contagiaron con la enfermedad en el extranjero.

Con esas nuevas cifras –apuntó- este sábado se mantenían 77 casos activos, la mayoría de los cuales se encontraba ingresado en la provincia habanera; 75 de ellos evidenciaban una evolución clínica estable. Al reportarse cinco nuevas altas, ascienden a 2 254 quienes han sido salvados de la enfermedad, acotó.

Respecto a la tasa de incidencia por cada 100 mil habitantes, donde no se incluyen los casos importados, Portal Miranda comentó que, al confirmarse tres nuevos pacientes en La Habana, suman 82 los diagnosticados en los últimos 15 días. Este indicador sanitario -afirmó- no tuvo cambios en la capital respecto a la anterior jornada, manteniéndose en 3.84.

En tanto en Mayabeque, especificó, al no detectarse nuevos casos y tener solo siete en las pasadas dos semanas, la tasa de incidencia descendió a 1.82.

Particularmente sobre los eventos de transmisión local recordó que de los 46 que se han abierto en el país, apenas permanecen activos dos, ambos en La Habana y con un seguimiento sistemático como parte del trabajo de profundización epidemiológica. De los nuevos pacientes reportados al cierre de la pasada jornada –puntualizó- uno correspondió al evento San Joaquín, en el municipio Cerro, que acumula un total de 23 casos.

Justamente la capital, dada la situación que presentan varios de sus municipios, continúa centrando las mayores atenciones. Al decir de la vicegobernadora habanera, Yanet Hernández Pérez, en los últimos días se refuerzan las medidas para evitar nuevos brotes de la enfermedad en áreas vulnerables y se ha intensificado la realización de pruebas PCR, de test rápidos y de la pesquisa activa a la población, fundamentalmente en consejos populares de los municipios Centro Habana, Cerro, San Miguel, Cotorro, Diez de Octubre y Arroyo Naranjo, que en estos momentos se atienden de manera diferenciada.

Entre otras medidas aplicadas por el Consejo de Defensa Provincial con el propósito de contener el número de contagios, Hernández Pérez explicó que se ha limitado el movimiento a las personas en las manzanas más complejas, donde se mantiene una estrecha vigilancia sobre los núcleos familiares. Además, se exigen el uso del nasobuco, tanto dentro como fuera de las viviendas; el lavado frecuente de las manos; y la disposición de pasos podálicos.

A su vez, aseveró que se garantiza en esas zonas no solo el acercamiento de los servicios, sino también de productos de primera necesidad para evitar el tránsito innecesario de la población en esas áreas.

Más adelante, los gobernadores de Matanzas y de Ciego de Ávila comentaron acerca de la cotidianidad que se vive en ambas provincias, con 27 y 45 días, respectivamente, sin reportar casos positivos a la COVID-19.

De manera particular se refirieron a cómo esos territorios han ido transitando por la segunda fase de la recuperación, como parte de la cual de forma paulatina continúan reincorporándose a sus actividades los trabajadores por cuenta propia; se alistan instalaciones hoteleras y de campismo; y se reactivan consultas hospitalarias; todo ello priorizando la producción de alimentos.

Acerca de los preparativos para las actividades del verano, que inició oficialmente este sábado en todo el país, los gobernadores detallaron que se han diseñado teniendo en cuenta las medidas sanitarias definidas por el Ministerio de Salud Pública y que permiten mantener un estricto seguimiento y control del nuevo coronavirus.

Son todas estas acciones claves, de las cuales depende también el éxito en la paulatina reanimación de la vida económica y social del país. De ahí el énfasis puesto durante el intercambio de este sábado en cuán primordial resulta mantener medidas elementales como la realización de pesquisas en las diferentes comunidades; el reforzamiento de las medidas higiénico-sanitarias en los centros laborales, donde han comenzado a reincorporarse mayor cantidad de trabajadores; el uso del nasobuco como medida de protección; y el comportamiento responsable de las personas en lugares públicos.

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