La Habana. Octubre 13.- El Ministerio cubano de Relaciones Exteriores rechazó este miércoles los intentos de provocar la desestabilización del orden constitucional del país, a través de una marcha cuyos promotores están al servicio de los intereses de Washington.
En su cuenta de la red social Twitter, el director general de Estados Unidos de la Cancillería, Carlos Fernández de Cossío ratificó que “no puede autorizarse una manifestación o marcha de protesta cuyo fin ostensible sea conducir tarde o temprano al derrocamiento del gobierno, menos aun cuando se promueve al servicio de EE.UU.”.
El diplomático se refirió a los hechos acontecidos la víspera, cuando varias autoridades municipales de la isla caribeña negaron la autorización a una marcha convocada para noviembre próximo, acción catalogada como ilícita y provocadora.
‘No existe derecho constitucional a servir de instrumento del imperialismo’, recalcó Cossío.
En otro mensaje en la red social, el director general de EE.UU. instó a buscar en la historia de América Latina si hay algún episodio en el que el gobierno de la nación norteña haya respaldado las luchas de los pueblos contra la opresión de gobiernos oligárquicos.
Foto: Archivo/RHC
Aseguró que “el imperialismo es enemigo de los pueblos y sus causas de justicia. Es aliado natural del opresor”, enfatizó.
Un editorial publicado hoy por el diario Granma apunta a que los organizadores de este acto usan preceptos constitucionales para defender estrategias anticonstitucionales.
El periódico menciona que la Carta Magna vigente fue aprobada hace apenas tres años por el 86,85 por ciento de los votantes, y establece que en ningún caso resultan reformables los pronunciamientos sobre la irrevocabilidad del sistema socialista.
Asegura el mayor diario de circulación nacional que ni ahora ni en el futuro el derecho a la manifestación puede utilizarse para subvertir el sistema político, derrocar el proyecto socialista o para establecer alianzas con grupos y organizaciones que reciben financiamiento exterior, con el objetivo de promover los intereses del gobierno de los Estados Unidos.