Las nuevas disposiciones de la administración de la Casa Blanca impiden también la entrada de directivos, y sus familiares, de empresas que invierten legítimamente en Cuba en propiedades que fueron nacionalizadas, detalló.
Además, la embajadora repudió la decisión del Gobierno de Donald Trump de limitar las remesas que cubanos residentes en Estados Unidos envían a sus familiares y amigos en la isla, y rechazó la restricción de viaje impuestas a ciudadanos norteamericanos si desean ir al país caribeño.
Estados Unidos aplica ahora sanciones financieras adicionales contra Cuba, una nación que desde hace 60 años caracteriza por su internacionalismo, antiimperialismo, solidaridad y unidad junto a los más pobres, resaltó.
Mi país ha contribuido a mejorar las condiciones de vida de otros pueblos y naciones, todo un ejemplo para la cooperación Sur-Sur, indicó.
Rodríguez reiteró, además, la solidaridad de la isla con Venezuela, ese es un derecho de Cuba y un deber que forma parte de la tradición y los principios irrenunciables de la política exterior de la Revolución, aseveró.
Ninguna amenaza, ningún chantaje o ultimátum de Estados Unidos desviará la conducta internacionalista de la nación cubana, pese a los daños del bloqueo, reafirmó la embajadora.
En ese sentido, alertó que América Latina y el Caribe resulta escenario de persistentes amenazas incompatibles con la declaración como zona de paz hecha por la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.
Asimismo, la embajadora confirmó el compromiso de Cuba de trabajar junto a la ONU en pro del establecimiento de un orden internacional democrático y justo, que responda al reclamo de paz, y justicia de los pueblos.
En su discurso en el evento de alto nivel por el Día Internacional del Multilateralismo y la Diplomacia para la Paz, Rodríguez manifestó que no debe asumirse esta fecha como una simpe celebración, sino como una reafirmación del deber y la responsabilidad colectiva de preservar la paz.
El Gobierno de La Habana sigue comprometido con la defensa y la promoción del multilateralismo, aseguró, en un contexto marcado por crecientes amenazas a la paz y la seguridad, guerras no convencionales, groseras violaciones a la soberanía, intentos de imponer un orden unipolar y sanciones unilaterlas.
Por eso, agregó la embajadora, es tan imporante el respeto a la soberanía, la integridad territorial, la no intervención en asuntos internos, y abstenerse de la amenaza o el uso de de la fuerza, así como apostar por la resolución pacífica de controversias.
Según destacó, es hora de poner fin a la manipulación, politización y dobles raseros en temas como los derechos humanos, y acabar con las leyes extraterritoriaes como el bloqueo impuesto a Cuba por Estados Unidos desde hace más de 60 años y que cuenta con 27 resoluciones de rechazado por parte de la Asamblea General de la ONU.