Naciones Unidas, 7 oct (Prensa Latina) La representante permanente alterna de Cuba ante la ONU, Ana Silvia Rodríguez, denunció hoy que, a lo largo de la historia, la isla es víctima de numerosas acciones terroristas desde Estados Unidos.
Al intervenir en la Sexta Comisión de Naciones Unidas, bajo el tema ‘Medidas para eliminar el terrorismo internacional’, Rodríguez recordó las múltiples ocasiones en que su país sufrió agresiones terroristas, conducidas por individuos asentados en territorio estadounidense.
En ese sentido, la embajadora expuso los hechos relativos al ataque perpetrado por Alexander Alazo contra la Embajada de Cuba en Washington, el pasado mes de abril, quien puso en peligro la vida y la seguridad del personal de esa legación diplomática y reconoció en audiencia pública que esa era su intención.
Tal agresión es resultado directo de la política agresiva y del discurso de odio del Gobierno del país norteamericano contra Cuba, de su permanente instigación a la violencia, refutó.
La diplomática recordó que esas acciones son promovidas incluso por altos funcionarios del Departamento de Estado y la Embajada estadounidense en La Habana; así como de grupos extremistas anticubanos que hacen de estas su medio de vida.
Rodríguez explicó que al negarse a calificar de terrorista la agresión contra la embajada cubana en Washington, la Casa Blanca ignora la aplicación de instrumentos internacionales.
Grupos e individuos que cometieron en el pasado actos terroristas contra Cuba han operado con impunidad en territorio estadounidense por años, de lo cual son plenamente conscientes las agencias del cumplimiento de la ley, resaltó la embajadora en ONU.
Ejemplo de ello, continuó, es el caso del renombrado terrorista Luis Posada Carriles, quien murió libre, a pesar de haber confesado su autoría en la explosión en pleno vuelo, de un avión de Cubana de Aviación, que causó la muerte a 73 personas.
La representante también rechazó la manipulación de un tema tan sensible como el terrorismo internacional, para convertirlo en instrumento de la política contra un país.
Asimismo, denunció los actos y mecanismos unilaterales de ciertos Gobiernos, como el estadounidense, que se abrogan el derecho de hacer listas políticamente motivadas, contrarias al Derecho Internacional y que socavan la autoridad de la Asamblea General de ONU en la lucha contra el flagelo.
Por ello, condenó la inclusión arbitraria y unilateral de Cuba en la lista de países que supuestamente no colaboran plenamente en la lucha contra el terrorismo, elaborada por el Departamento de Estado de Estados Unidos.
Con dicha acción que obvia los mecanismos bilaterales existentes con La Habana para la cooperación en el combate al terrorismo, subrayó, Washington busca la difamación y coerción contra naciones que se niegan a acatar la voluntad del Gobierno norteño.
Igualmente, argumentó que la actuación enérgica y la condena de Cuba al terrorismo es absoluta y categórica.
El terrorismo no puede ni debe vincularse con ninguna religión, nacionalidad, civilización o grupo étnico, y su enfrentamiento debe ser holístico, mediante acciones directas y encaminadas también a la prevención para erradicar sus causas raigales, indicó la embajadora cubana y reiteró la voluntad de su país de combatir ese flagelo.
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