Concluyen ya los juegos olímpicos de Tokio 2020, y Cuba superó las expectativas que tenía para este evento al lograr posicionarse en el lugar 14 del medallero final de la cita.
Su última medalla vino precisamente dorada por los puños de Andy Cruz quien se tituló campeón olímpico al cerrar las cortinas de las actuaciones para la Mayor de las Antillas en estos juegos.
Nuestra isla con una pequeña delegación de sólo 69 atletas había llegado a Tokio con el sueño de posicionarse en el escaño 20 del podio, ilusión que no sólo cumplió sino que lo superó con creces. Con este éxito logró además sobrepasar los resultados de la cita de Río 2016 cuando alcanzamos 11 medallas en aquella ocasión, cinco de oro, dos de plata y cuatro bronces.
Esta vez se sobrepasó con 15, siete doradas, tres plateadas y cinco bronceadas, un éxito que llena de orgullo a los cubanos al ver lo que nuestros gladiadores alcanzaron como muestra de lo que puede lograr el deporte revolucionario que es un derecho del pueblo.
Sin lugar a dudas es el boxeo la disciplina que más nos impulsó en el medallero gracias a los conquistas de nuestros púgiles quienes lograron con sus puños tres preseas de oro y un bronce.
La lucha por su parte aportó dos oro, una de ellas a cargo del abanderado de la delegación Mijaín López quien conquistó su cuarto título dorado olímpico. Otra medalla de oro fue aportada por la dupla del Canotaje de Velocidad, y el atletismo no se podía quedar atrás con la plata y los dos bronces alcanzados.
Todas las loas para nuestros atletas que demuestran con orgullo el valor que es representar a esta pequeña nación que con tantas limitaciones económicas vence dificultades y obstáculos para crecerse, entre ellos el férreo e injusto bloqueo que quiere asfixiarnos y nos priva de la posibilidad de contar con los recursos y los materiales necesarios para que nuestros deportistas desempeñen mejor sus labores.
Se corrieron las cortinas de Tokio 2020 y con ellas la pasión vivida frente al televisor, la misma que volveremos a sentir en los próximos días cuando se encienda en las tierras niponas el pebetero de los juegos paralímpicos donde los granmenses palpitaremos al ritmo del recordista de la natación Lorenzo Pérez, y del manzanillero radicado en Bayamo Leonardo Díaz Aldana, paratleta que competirá en el lanzamiento de la jabalina en la categoría F56 (silla de ruedas).
Del 24 de agosto al cinco de septiembre los 16 paratletas cubanos sabrán brindar otra demostración de lo que somos capaces.
Tokio 2020 han sido unos juegos atípicos sin la presencia del público por la pandemia que azota al mundo, pero juntos hicimos una de las mejores citas donde también probó bajo estricto cumplimiento de medidas higiénicas sanitarias el compañerismo y la hermandad de todas las naciones a través del deporte. La cita fue además un encuentro donde Cuba a pesar de todo se creció y brilló por sus atletas que ahora pondrán los ojos en París 2024.
