Manzanillo. Noviembre 30.- Noviembre se presentaba para Cuba como un mes de victoria por la unidad que nos caracteriza a quienes habitamos esta hermosa isla antillana, tan rebelde y amorosa, solidaria y humana, porque siempre tenemos presentes las palabras del Apóstol de que Patria es humanidad.
Para pocos el onceno mes del calendario en nuestra nación sería un periodo lleno de caos, desequilibrios y protestas, amparadas por una ilegítima marcha supuestamente “pacífica” de algunos que quieren vender su patria.
Pero realmente los últimos 30 días del presente calendario fueron de contundentes victorias, precisamente por el apoyo mayoritario que los cubanos, que vamos en el bando de los que aman y fundan, supieron ofrecer a su amado país y Revolución, que pone al hombre en el centro de todas sus tareas.
No podía ser de otra manera porque Cuba Vive en el ejemplo de muchos héroes y mártires que entregaron sus vidas por esta libertad, que hoy gozamos y por la que hay que darlo todo, porque aquí hay un pueblo dispuesto a luchar por mantener esa soberanía que algunos quieren mancillar.
Noviembre se mostró el día 15 con una hermosa marcha llena de alegría de nuestros niños y jóvenes que regresaron a sus escuelas luego de un largo período de inactividad debido a la actual pandemia.
Gracias a los logros de esta Revolución y a sus científicos las vacunas cubanas permitieron disminuir los casos positivos a la COVID-19 y volver a una nueva normalidad que depende ahora de nuestro autocuidado y responsabilidad ante el virus del SARS-COV-2.
Los jóvenes mostraron su valor junto al presidente Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez en esa sentada de los pañuelos rojos donde se pudo ver a un pueblo tranquilo, sonriente, lleno de paz, y defiendo sus conquistas desde la cultura y el arte.
Y es que Cuba es nuestra, Cuba Vive y abraza, Cuba Vive en su historia, en el barrio, en su gente; Cuba Vive y renace, respira, por el bien de todos, porque hoy existe una aplastante mayoría del pueblo que refrenda fidelidad a su Revolución.