Cumbre Iberoamericana: Un presente en momentos difíciles

Este 21 de abril, de manera virtual, se realizará la XXVII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, en el pequeño estado europeo de Andorra.

El Presidente cubano, Miguel Díaz Canel, intervendrá en la importante cita, que esta vez se propone abordar los temas «Innovación para desarrollo sostenible», e «Iberoamérica frente al reto del coronavirus».

La delegación cubana la integran en esta edición los ministros Bruno Rodríguez, de Relaciones Exteriores, Rodrigo Malmierca, de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, y Elba Rosa Pérez, de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente.

Despachos de prensa refieren que la Declaración Final de la Cumbre, que deben aprobar hoy los Jefes de Estado, aboga por el acceso universal a las vacunas contra la COVID-19 y porque a los países más afectados se les facilite una ayuda más rápida para la inmunización de su población.

Solo estarán presentes en Andorra los presidentes de Guatemala y República Dominicana, por ser sus países la sede de la anterior cumbre y de la próxima, y los jefes de gobierno de Andorra, Portugal y España, así como el rey de este último país, Felipe VI.

El pequeño Estado de Andorra, enclavado en la cordillera de los Pirineos entre España y Francia, es un Principado con un territorio de menos de 500 km2 y 77 000 habitantes, cuyo idioma oficial es el catalán.

La cita de hoy servirá además para marcar 30 años de cumbres iberoamericanas, desde que se inauguró este foro de debate político al más alto nivel, en julio de 1991, con una primera reunión en Guadalajara, México.

En este tipo de encuentros ha habido momentos y contextos donde los debates se han topado con posiciones abiertamente anti latinoamericanas e incluso, como ocurrió en la Cumbre de Panamá en 2000, donde la mafia contrarrevolucionaria instalada en Miami, con el apoyo del gobierno de Estados Unidos, organizó un frustrado atentado contra el presidente cubano, Comandante en Jefe, Fidel Castro, que asistiría a un encuentro masivo con estudiantes, profesores y pueblo panameño, en el Paraninfo Universitario, lugar escogido por los terroristas para poner sus bombas y matar a quienes allí asistían.

Iberoamérica ha organizado esta Cumbre en tiempos muy difíciles, donde todos nuestros pueblos sufren las consecuencias de una pandemia letal.

Es momento de comprender y auspiciar la solidaridad como mayor exponente del sentimiento humano, y de ella sacar enseñanzas con la convicción de que solo unidos se podrá vencer una crisis global como la que coincide con esta edición de la XXVII Cumbre Iberoamericana.