Debaten en Gibara desafíos del cine cubano en el siglo XXI (+Fotos)

El actor Jorge Perugorría, presidente del comité organizador del Festival Internacional de Cine de Gibara, interviene en el panel de debate Innovación FICGibara, espacio dedicado a las nuevas tecnologías en beneficio del cine , la cultura, y el desarrollo sostenible de esa ciudad costera al norte de la provincia de Holguín, Cuba, el 9 de julio de 2019. // Foto: Juan Pablo Carreras Vidal/ ACN

Holguín. Julio 10.- El Decreto 373 que rige la nueva política para la creación cinematográfica independiente en Cuba, cuyas leyes entrarán en vigor el próximo septiembre, centró buena parte de las intervenciones durante el panel Cine cubano, desafíos del XXI.

De esta manera, el XV Festival Internacional de Cine de Gibara inició sus jornadas teóricas en la Casa de la Cultura de esa localidad, con una mesa de diálogo moderada por el reconocido director Fernando Pérez e integrado por los realizadores Claudia Calviño, Kiki Álvarez, Carlos Lechuga, Vladimir García y Reymel Delgado.

El cineasta partió de la necesidad de que el ICAIC  siga siendo un instituto de arte e industria que apoye la proyección de todas las películas, para que sea el espectador quien pueda elegir.
Para el director Kiki Álvarez es importante la práctica y la interpretación del Decreto, pero más necesario es “seguir haciendo cine”.

A su vez, la joven y reconocida productora Claudia Calviño aseguró que percibe el Decreto como algo sobre lo cual continuar trabajando, una posición para mejorar mientras se trabaja.

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Otras de las cuestiones analizadas por los panelistas fue el abanico de posibilidades para las nuevas generaciones de realizadores jóvenes en Cuba que por determinadas circunstancias no han podido realizar su obra bajo el mecenazgo del ICAIC.

Por otra parte, subrayaron la preeminencia de la instrumentalización de esta importante ley para el cine cubano contemporáneo; además, se enfatizó en la necesidad de eliminar fronteras entre el cine independiente y el institucionalizado por ICAIC, pues el único beneficiado es el cine cubano.