«Proteger a los jóvenes de la manipulación de la industria y prevenir su consumo de tabaco y nicotina» es el lema que preside este año el Día Mundial sin Tabaco, efeméride proclamada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y que se celebra cada 31 de mayo de 2020 desde 1987.
Esta fecha tiene como objetivo informar y concienciar sobre los efectos nocivos y letales del consumo de tabaco y de la exposición pasiva al humo del tabaco; se trata de disuadir del consumo del tabaco en todas sus formas.
Según la Organización Mundial de la Salud, el mundo no puede permitirse una generación engañada por las mentiras de la industria del tabaco, en tal sentido efectúa un llamamiento a personalidades influyentes en la cultura pop o en redes sociales para que expongan las mentiras y estrategias agresivas de la industria del tabaco, y de esa manera ayuden a los jóvenes a decidir realmente su futuro, con información veraz sobre una droga que causa tantas muertes en todo el mundo.
A propósito, las cifras son espeluznantes: cada año el consumo de tabaco arrebata la vida a casi 6 millones de personas; se ha previsto que el número aumentará hasta más de 8 millones de fallecimientos anuales en el 2030 de no intensificarse las medidas para contrarrestarlo.
Para nadie es secreto que los jóvenes siempre han estado en la mira de la industria del tabaco, pues por naturaleza constituyen un grupo etario vulnerable a la manipulación publicitaria, de ahí que la OMS dedique este Día Mundial Sin Tabaco a ellos.
Aunque una y otra vez se ha dicho, no está de más recordar en esta fecha que el tabaco resulta perjudicial por diversas razones, quizás la más poderosa sea su afectación para la salud: provoca cáncer, en especial el de pulmón, además de haberse demostrado su incidencia en la aparición de tumores en la laringe, faringe, boca, esófago, vejiga, riñón y páncreas; otros estudios han puesto de manifiesto que constituye un factor que provoca mayor riesgo de sufrir leucemia y cáncer de estómago, mama, hígado y útero.
Por si fuese poco, fumar incrementa el ritmo cardiaco y la presión arterial, de manera tal que ese órgano se ve obligado a hacer un sobreesfuerzo y aumenta directamente el riesgo de padecer una enfermedad coronaria.
Estrechamiento de los bronquios y destrucción de los alveolos pulmonares son cuadros clínicos que suelen presentar los fumadores, la bronquitis crónica y el enfisema son padecimientos comunes que muchas veces desembocan en graves enfermedades del sistema respiratorio.
La disminución de la fertilidad, en ambos sexos, incluso en los hombres puede provocar disfunción eréctil; afectaciones a tu belleza y la salud bucal, aceleración en el envejecimiento de la piel y la aparición de arrugas de manera prematura; un mayor riesgo de abortos y complicaciones en el embarazo y el parto para las féminas fumadoras cuyos hijos suelen nacer con menor peso.
Las anteriores son algunas de las razones de peso para no comenzar a fumar en unos casos, y eliminar de manera radical, en otros este mal hábito.