Con la presencia del Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y Esteban Lazo, presidente del Parlamento y del Consejo de Estado, la Comisión de Asuntos económicos de la Asamblea Nacional del Poder Popular hizo un balance sobre el comportamiento del producto interno bruto, y se estima un crecimiento del 2 % para el cierre del 2021.
Luego de siete trimestres consecutivos de contracción, y una caída del PIB del 13 %, la economía en 2021 no decrece, sino que rompe esa tendencia de 2019 y 2020 e inicia una fase de recuperación, lo que se evidencia en los últimos tres trimestres y el estimado de un crecimiento del 2 % para el cierre de este año, comentó el vice primer ministro y titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández.
Al analizar estos comportamientos, destacó, hay varios elementos a tomar en cuenta, entre ellos, los efectos de la COVID-19, el recrudecimiento del bloqueo, el crecimiento de los precios de importación y de los fletes, así como las afectaciones provocadas por las cadenas logísticas de transporte marítimo internacional.
Necesario reconocer entonces el esfuerzo realizado, para en medio de tal escenario, no solo haber resistido, sino también avanzado en varias actividades como el fortalecimiento de la empresa estatal socialista; el perfeccionamiento de los actores económicos; el incremento de las producciones agropecuarias; el trabajo en los barrios; la atención a las personas y comunidades en situación de vulnerabilidad; además de la implementación del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta el año 2030, detalló.
Por otra parte, puntualizó que, entre las cuestiones negativas —y en las que resulta necesario concentra la atención—, destacan las más de 500 empresas estatales con pérdidas y su vínculo con los precios que están aplicando, la dolarización parcial de la economía en las relaciones entre las empresas y de estas con el sector no estatal, y también las desviaciones del diseño de la Tarea Ordenamiento en lo referido a la inflación minorista.
Precisamente sobre la inflación, un tema —reconoció— de gran impacto en la economía, y no solo para Cuba, sino que afecta a todos los países a nivel internacional, Gil Fernández dijo que inciden varios factores, como la paralización temporal de las principales actividades productivas; el hecho de que se ha inyectado paquetes de estímulos sin respaldo de producción; además del incremento de los costos de importación y una generación de mayor demanda con menor oferta.
Cuando se habla de inflación, dijo, hay que entender que es un fenómeno generalizado y sostenido de los precios en un periodo de tiempo. Sin embargo, en nuestro caso, no sucede así, ya que hay un conjunto de precios que, desde el mes de enero hasta la fecha, no han sufrido transformaciones y que son básicos para la sociedad, dígase la tarifa eléctrica y del agua, el precio de los combustibles, de la canasta familiar normada, del gas, especificó.
«¿Dónde se expresa más esa inflación? En los precios de oferta y demanda, en los precios del mercado estatal y no estatal, pero, sobre todo, porque existe mucha especulación y reventa, y eso es lo que hay que combatir».
Precisó que la inflación en Cuba no es de un índice de 6 900 %, sino que ese es el cálculo de la devaluación con respecto a la moneda nacional, y la tasa de cambio informal del dólar. En tal sentido, el vice primer ministro detalló que el diseño de la inflación en el país era del 60 %, y que, por ejemplo, en el mes de enero era del 44,1% y al cierre del mes de noviembre de 69,5%.
Esto significa que, contra lo diseñado, la inflación está casi diez puntos por encima, y eso afecta directamente la capacidad de compra del salario y de las pensiones, acotó.
El camino para frenar este problema, sostuvo, conlleva ampliar las ofertas, darle mayor valor agregado a nuestra economía, con nuestros propios recursos y recetas, así como aumentar las producciones y no trasladar las ineficiencias a los precios. «En la misma medida que la economía vaya gradualmente recuperando niveles de actividad, iremos avanzando en combatir la inflación».
Entre los objetivos priorizados del plan de la economía para el 2022, aseguró que se prioriza avanzar hacia un proceso de estabilización macroeconómica, en la recuperación del papel del peso cubano; estabilizar el sistema electroenergético nacional; transformar el sistema empresarial estatal y descentralizar las competencias en función de una mayor autonomía en los municipios, para impulsar el desarrollo territorial.
En resumen, informó que se planifica continuar la gradual recuperación económica y social del país, con un crecimiento del PIB a precios constantes en el entorno del 4 % para el próximo año, a partir de la apertura de las principales actividades económicas del país, la recuperación del turismo, lo que pueden aportarnos las formas de gestión no estatal y su diversificación, los resultados de las transformaciones en la empresa estatal socialista, teniendo en cuenta, además, las ventajas que nos da el control de la pandemia.
Al concluir, comentó que se debe tener cuidado con la intención de topar precios, porque las acciones pueden suscitar entonces que se «pierdan» los productos; la medida más efectiva es incrementar la oferta, porque cuando ello sucede, los precios van tomando su nivel.
Como parte del intercambio, Ania Lastres Morera, diputada por el capitalino municipio Marianao, reflexionó sobre el proceso inflacionario y el rol que tienen los sistemas empresariales, en función de contribuir a frenar el fenómeno.
Al respecto, sostuvo, que las empresas estatales son partícipes de algunas causas que generan esa inflación. En este caso, se refirió al déficit de oferta por el desaprovechamiento de oportunidades que nos brinda el mercado, la demora en la aplicación de medidas, gestiones ineficientes, así como la decisión de subir precios de ofertas para solapar ineficiencias, o potenciar mayores ingresos a los trabajadores, sin estar asociados a verdaderas transformaciones.
Por su parte, Ricardo Cabrisas, diputado también por Marianao, y vice primer ministro, comento que la escasez de divisas es un problema real y solo hay dos caminos para resolver esa situación: garantizar que se cumplan, eficientemente, los planes de exportación y hacer todo lo posible por incrementar esa cifra.
Al intervenir, el Primer Secretario del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, hizo referencia a todo el aprendizaje que hemos tenido este año, en un escenario marcado por dos pandemias: la COVID-19 y el bloqueo, este último, recrudecido con 243 medidas sostenidas, que intentan asfixiarnos, provocar una situación interna y generar un estallido social que derroque a la Revolución. Eso era lo que pretendían hacer el 15 de noviembre, comentó.
Señaló, además que, si viviéramos nuevamente la pandemia o una situación similar, haríamos las cosas distintas, aun cuando fue destacable la respuesta del país, por el talento del pueblo, de nuestros científicos, del sistema de Salud.
Teniendo en cuenta todo ello, el enfoque del Plan y el Presupuesto para el 2022 debe ser diferente a cómo hemos trabajado tradicionalmente. Entender, que para asegurar este proceso de reanimación económica que empieza a manifestarse, —aun cuando todavía persiste una situación compleja, de desabastecimiento y de carencias— los resultados de enfrentamiento a la COVID-19 deben ser sostenibles y no retroceder, afirmó.
Ello, aseguró, es posible con el completamiento de la vacunación, que ya está en el orden del 84,7 % con esquema completo, y también hay que avanzar rápidamente con la dosis de refuerzo.
Concretar este plan y Ley del Presupuesto es preciso. Si tenemos que volver al aislamiento, al distanciamiento físico, a parar la actividad económica y social, no se pueden cumplir los indicadores planteados, subrayó.
Las medidas contenidas, indicó, están orientadas a mejorar la situación de nuestra economía, no es que vayan a resolver todos los problemas, pero permitirán avanzar de una manera más eficaz en la solución de los problemas. Esto, a su vez, hay que combinarlo con todo lo que hemos venido potenciando con relación al concepto del Poder Popular, de defender el ejercicio, con más democracia y participación, como nos enseñó Fidel, aludió.
Muchas veces, comentó, hemos operado, acostumbrados a que las decisiones vengan desde arriba y después aplicar. «Cuando hacemos eso hay muchos eslabones por el medio y ralentizamos los procesos y también las soluciones».
«Tenemos que trabajar en este ejercicio de fortalecimiento del Poder Popular, pensando que es de abajo hacia arriba, de las comunidades al municipio, de los municipios a las provincias, y de las provincias al país».
Para que haya democracia y participación deben también mantenerse los espacios para que la población pueda discutir, proponer, valorar sobre las diversas situaciones que la rodean, más allá del espacio de rendición de cuenta, expresó.
Otro de los temas que abordó el Presidente cubano fue la necesidad de enfrentar la inflación en el país, y entender que una parte de este problema es porque la oferta es menor que la demanda y hoy esa demanda se concentra en medicamentos y alimentos, y eso hay que potenciarlo.
Destacó, en tal sentido, la aprobación en abril pasado de 63 medidas para fomentar la producción agropecuaria, y que surgieron a partir de los encuentros sostenidos con la base, con los productores, de conocer de cerca sus principales inquietudes.
Sobre las inversiones, reflexionó acerca de las potencialidades de las fuentes renovables de energía en función de seguir cambiando la matriz energética del país y así, depender cada vez menos de la importación de combustibles.
No podemos olvidar tampoco, el papel importantísimo que juega la informatización de la sociedad, la ciencia y la innovación como camino para encontrar soluciones, y la comunicación social, en aras de transparentar los procesos, afirmó.
En otro orden de ideas, comentó sobre las causas que han incidido en la subida de algunos precios en el sector estatal. Una de las causas, explicó, han sido las ineficiencias de las empresas que, con el ordenamiento, intentaron solapar y asumir los nuevos costos, a partir de la subida de precios, y ello va contra el bolsillo de la población.
La propuesta del Plan y el Presupuesto, destacó, también tienen un enfoque a ir dándole competencias a los municipios, para que ejerzan esa autonomía que le reconoce la Constitución, y puedan atender un grupo de problemáticas que tienen que ver con el tratamiento a las situaciones de vulnerabilidad en las comunidades.
«Ello permitirá que ese trabajo que estamos realizando en los barrios, y que llegó para quedarse, sea sostenible». Perfeccionar el comercio interior —buscando más calidad en los servicios, transparencia en la gestión y diversificar las ofertas—, fue un asunto al cual el presidente de la República dedicó algunos momentos de reflexión.
En tal sentido, hizo un llamado a desarrollar mejor el comercio electrónico y ampliar el servicio a domicilio.
También reiteró lo necesario de enfrentar la corrupción y el desvío de recursos. Cuando diseñemos un eficiente sistema de control y con participación popular, se acaba el problema de la corrupción, y lo mismo sucede con la violación de los precios y que ocurran malversaciones, aseveró Díaz-Canel.