A 367 millones 304 825 USD ascienden las pérdidas ocasionadas al turismo por el bloqueo de EE. UU. contra Cuba, una política genocida que en el periodo 2020-2021 afectó importantes esferas relacionadas con los viajes, los servicios, las operaciones y aseguramientos logísticos decisivos para el sector.
El reforzamiento de las medidas coercitivas del Gobierno estadunidense ha limitado, además, las posibilidades de concertar negocios con personas y empresas en la Mayor de las Antillas, al apelar a medidas intimidatorias y disuasivas sobre bancos y sucursales en el exterior.
Según el Ministerio de Turismo se estiman en 11 millones 871 349, 31 USD las afectaciones monetario-financieras para nuestro país, por concepto de intereses por créditos comerciales y financieros, variación de tasas de cambio, la imposibilidad de utilizar el dólar (USD) como moneda de pago y otros costos adicionales al ser considerado nuestro país durante muchos años en el mercado capitalista como de «alto riesgo financiero».
El turismo constituye uno de los primeros planos del impacto de las disposiciones unilaterales de Washington contra La Habana, que además, entre abril y diciembre de 2020, sirvieron de excusa para suspender los vuelos chárter privados desde Estados Unidos a nuestra nación, excepto a La Habana, cuyas frecuencias fueron también limitadas.
Por dicha política se eliminó la autorización a asistir u organizar reuniones o conferencias profesionales en Cuba a personas sujetas a la jurisdicción estadounidense; la realización de transacciones por actuaciones públicas, clínicas, talleres, exposiciones, competiciones deportivas y, además, desde 2019 se prohibió el arribo de cruceros estadounidenses, se eliminaron las vías expeditas para el envío de remesas, y se suspendió el programa de reunificación familiar.
Durante el gobierno de Donald Trump fueron impuestas otras 240 medidas más, que recrudecieron el impacto hacia el pueblo cubano para asfixiarnos económicamente.