Restos de envases plásticos llenan el espacio. Se agrupan de acuerdo al tipo. La idea es lograr recuperar a partir de los desechos adquiridos en la Empresa de Recuperación de Materias Primas, alguna cantidad que les permita elaborar unos cuantos instrumentos de medición que acompañen a los muchachos en este inicio de curso escolar. El esfuerzo para mantener alguna producción a pesar de las limitaciones, habla del compromiso y la calidad del personal que labora en la Empresa de Producción de Medios de Enseñanza (EMEG), con sede en este municipio del oriente de Cuba.
“Este año ha sido un año complicado por los problemas financieros y económicos del país y de esto no está exento el Ministerio de Educación”, comenta Eddy Fonseca Cabrales, director técnico.
“Los lápices no contaron con financiamiento para lograr este año su producción”, señala con la frustración de saber que, aunque las máquinas ya están viejas, pueden garantizar en un año 30 millones de lápices, de los “que no se hizo ninguno por falta de materia prima”.
Sin embargo, el deseo de aportar es mayor que las limitaciones y “con un poco de resina plástica que quedaba garantizamos 40 mil juegos de instrumento de 20 cm, y como alternativa a partir de plásticos y tintas recuperados, se continúa haciendo la regla de 30 cm que da garantía de algo.”
Para enfrentar la carencia de materia prima, además se han “encadenado con varios actores no estatales en la búsqueda de opciones para que quede la recortería y usarla. Madera y resina plástica”, expresa Fonseca Cabrales.
Así lo confirma también Yusiel La Era Villa, director de la UEB Medios plásticos y serigrafía, donde “mediante el proceso de inyección de plástico se confeccionan artículos plásticos como cubos, jarras, orinales, y los instrumentos de trazado”
De los 17 trabajadores de esta UEB, 12 están vinculados a la inyección del plástico, donde en estos momentos únicamente se están haciendo pozuelos y reglas de 30 cm; y cuatro laboran en el área de impresión, para estampar las escalas a las reglas.
Y una vez más se habla de la falta de materia prima, y que a pesar de tener la tecnología y el personal calificado, de 40 mil reglas que pudieran llegar a hacer, solo “se hacen mensual 25 mil reglas por las dificultades”, recalca La Era.
Con 34 años de funcionamiento la empresa de medios de enseñanza se agiganta en medio de la compleja situación que se vive en el país, y a pesar de no tener en este comienzo de curso escolar 2024- 2025 el lápiz Trazzo que es su producto líder, asumió la confección de otros artículos, también necesarios y útiles, siempre a partir de la creatividad y resiliencia de su colectivo.
“Para este curso escolar lo más importante fue la plastilina que cumplimos a partir de la existencia de la materia prima ya que se logró importar; y con la fabricación del busto de Martí, y otras alternativas que hemos ido encontrando con el tema del mobiliario, la goma de pegar que también se ha hecho con alternativas y algunos artículos plásticos que es lo que hemos podido garantizar”, comenta el director técnico Eddy Fonseca Cabrales.
Al cierre de agosto alcanzaron la cifra de 267 mil juegos de plastilina para el curso escolar, “con la principal dificultad de la materia prima que está en el carbonato de calcio que se compra en Holguín, en San Germán, y el combustible Diésel que por sus limitaciones, frenan la producción”.
“El busto de Martí, se ha visto afectado por la producción de yeso dado los problemas energéticos. Es a partir del yeso que se compró en Ciego de Ávila que se han garantizado 1739 bustos de un plan de 7 mil”
“Para la goma de pegar se compró el envase con un particular para hacer un pequeño nivel llegando a alrededor de 30 mil pomos de goma de pegar. En este caso lo único que se importa es el envase el resto se hace aquí en el país”.
Al encontrarse con la dificultad para la elaboración del mobiliario escolar adoptaron la medida de vender “alrededor de 4 mil módulos de reparación para los muebles. También a partir de recortería de madera, y con las melaminas se han entregado 900 juegos de tableros para las mesas, y un pequeño nivel de sillitas, y toalleros para los círculos infantiles”.
El área más activa en estos momentos es la perteneciente a la UEB de Medios gastables donde 16 trabajadores laboran directos a la producción de la plastilina que se distribuye en todo el país, y con las dificultades mencionadas “por afectaciones del combustible, lograron 45 mil juegos en el mes”, comenta Albert Noguera Fuoman, director de la UEB de Medios gastables.
Esta masa de colores que se produce en la fábrica manzanillera en juegos de 190 gramos con seis colores, blanco, amarillo, naranja, verde azul y rojo, es reconocida por su calidad. “La plastilina está en competencia, comparada con la que se importa. No mancha, es mucho menos agresiva, es dócil, el niño no tiene que hacer fuerza para moldearla, y esta tiene colores vivos a partir de la nueva materia prima que se compró”, confiesa con cierto orgullo Noguera Fuoman.
Los retos para los más de 200 obreros de Medios de Enseñanza no los amilana. Creatividad, deseos de salir adelante, búsqueda de alternativas y buena disposición, junto a la profesionalidad de este colectivo se palpa en cada espacio y área que se trata de echar a andar, porque tecnología y conocimientos tienen; y a partir de las actuales características están abiertos a cualquier tipo de encadenamiento en aras de cumplir con su aporte a la Educación cubana.