Ante la presencia del primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Raúl Castro; diputados e invitados, el presidente subrayó en ese resultado el apoyo y la solidaridad de gobiernos amigos de la mayor de las Antillas.
Díaz-Canel precisó que en 2019 se derribaron en Cuba obstáculos que parecían insalvables como el cerco estadounidense, el cual consideró el peor.
‘Cancelaron y restringieron cruceros, vuelos, financiamientos, servicios médicos’, detalló.
El jefe de Estado reiteró asimismo sus denuncias a la campaña difamatoria que despliega Washington para intentar presentar a Cuba como el factor desestabilizador de la región.
Rechazó, una vez más, los intentos del gobierno estadounidense y sus aliados de desacreditar la colaboración médica internacional de la isla, mediante la cual comunidades pobres del mundo pudieron recibir y acceden a esos servicios de manera gratuita.
Añadió que la actual administración de Estados Unidos, encabezada por Donald Trump, en una conducta sin precedentes se jacta de las acciones no convencionales para impedir la entrada de combustible a la nación caribeña.
El mandatario calificó de un acto de piratería esa acción unilateral del gobierno estadounidense contra la mayor de las Antillas.
Agregó que, como consecuencia, sufrieron todos los sectores de la nación caribeña; sin embargo, mediante medidas relacionadas con el ahorro y la unidad del pueblo, Cuba salió victoriosa sin la aplicación de medidas neoliberales, precisó.
Reiteró que el bloqueo afecta al pueblo porque afecta a todos los sectores de la sociedad.
El presidente cubano subrayó también que Cuba representa un ejemplo de osadía y resistencia, lo cual, afirmó, irrita a los enemigos del proceso revolucionario.
De igual modo, aseguró que el compromiso de las actuales generaciones de apostar por la continuidad, confirma el fracaso de las acciones de quienes desde hace 60 años intentan derrocar la Revolución cubana.
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