Hace más de diez días que no puede ver a su hija, y es la primera vez que Dayana se separa de ella, y pasará un par de semanas para el feliz reencuentro.
«Cuando me llamaron para laborar en la Zona Roja # 2 sentí una gran alegría porque iba a darle un aporte a nuestra Patria, pero a la vez sentí mucho temor al saber que es una enfermedad que mata y yo iba a estar ahí enfrentándola con pacientes positivos a la Covid-19, pero al transitar por mi carrera la práctica me enseñó que la sonrisa en un paciente y su salud es algo primordial para una futura profesional de la salud»
Dayana Infante Batista con 33 años de edad estudia Licenciatura en Enfermería en la Facultad de Ciencias Médicas Celia Sánchez Manduley y se desempeña en el centro de aislamiento que funciona en la Escuela Pedagógica de Manzanillo.
«Mi familia al saber que me alejaría a una riesgosa misión, estuvieron preocupados pero a la vez me respaldaron ya que sabían que mi decisión era irme para dar mi apoyo incondicional en el enfrentamiento del nuevo coronavirus, su actuación fue muy importante ya que ellos me decían que me cuidara y cumpliera con todas las medidas que otras personas necesitaban de mi apoyo»
«Una de las anécdotas que he vivido en esta zona de riesgo es que un día muy temprano subí a los cuartos de todos los pacientes, como lo habitual, y ellos me propusieron que querían salir a los balcones a las ocho de la noche a aplaudirnos, y eso fue algo bonito que nos fue dando más fuerzas para seguir aquí con ellos y al final de aplaudirnos, hubo varios pacientes que pusieron sus teléfonos en alta voz con la canción Volveremos a Brindar de la Oreja de Van Gogh y eso fue algo maravilloso que jamás podría olvidar»
«Tengo tres años de servicio en Salud Pública, tengo una niña de 12 años, no la veo hace más de diez días, y es la primera vez que me separó de mi hija Edeliannis, la cual extraño mucho, mucho… pero me mantengo firme a seguir cumpliendo con este paso que di al frente y con nuestra Revolución, y mi niña es una de las primeras personas en seguir dándome su apoyo»
En la calle Masó entre Loma y Puríma en la Ciudad de Manzanillo Dayana será recibida con orgullo luego de la misión cumplida, uno de los ejemplos de los tantos jóvenes que en todo el país suman y construyen la Cuba que queremos.
Escuche la versión en AUDIO del testimonio de Dayana Infante, enfermera en zona roja:
Fotos cortesía de la entrevistada:
Así se hace Dayana, gracias por contribuir una vez más con nuestra Revolución, la niña está bien cuidada, en mi casa junto a la mía, ellas están orgullosas de nosotras..Seguiremos firme a cada llamado de la Patria.
Saludos.