Fortalecer valores en los jóvenes para combatir las indisciplinas

En nuestras escuelas se fortalecen en los jóvenes valores como responsabilidad y la disciplina // Foto Eliexer Pelaez Pacheco

El sistema educacional cubano prioriza dentro de sus acciones el cultivo de valores en las nuevas generaciones para que estas sean hombres y mujeres de bien, y que se comprometan con el futuro de este país.

Uno de ellos es la responsabilidad, que hoy más que nunca debe estar presente en todo niño, adolescente y joven en cada accionar. En las aulas durante los turnos de clases aprenden de una manera u otra esta virtud, porque así se planifica para fortalecer este valor que debe ser cultivado desde el hogar.

La responsabilidad que les enseñan, primero en el seno familiar y luego se le continúa cultivando en la escuela, es en la actualidad un arma esencial para vencer la lucha contra el nuevo coronavirus causante de la COVID-19 que por este tiempo nos azota. Esta conlleva sobre todo a la disciplina, algo que debe ser primordial para nuestros bisoños.

Y hablo de esto porque el pasado sábado me quedé muy preocupado cuando cerca de las 11 de la noche pude observar, desde la puerta de mi casa, a muchos jóvenes desfilar por el frente para recrearse en el centro de la ciudad.

Mi preocupación se hizo mayor porque fueron muchos, en realidad una cifra elevada que transitó en varios grupos, por las calles, a buscar fiestas sin la necesaria mascarilla que deben ponerse y que está reglamentada usar en la vía pública.

A ninguno vi con el tapabocas puesto, y pensé en escribir este comentario; aunque la familia es la máxima responsable de velar porque sus jóvenes sean conscientes y usen correctamente la mascarilla para evitar contagiarse con el nuevo coronavirus, la responsabilidad también es nuestra, de toda la sociedad.

En los centros escolares, hoy se les exige el uso del nasobuco, pero, ¿acaso nuestra juventud no entiende que es necesario llevarlo a donde quiera que vayamos?

Reflexioné que si no están establecidas fiestas públicas, no le veía razón a que tantos grupos de muchachos y muchachas transitaran hacia el centro de la ciudad en ese horario cometiendo una total indisciplina; claro que sí, indisciplina es como eso se llama, porque hoy no hay fiestas populares, ni eventos recreativos para una masividad tan grande, y mucho menos caminar sin la mascarilla puesta.

Nuestra juventud es valiosa, y así lo han demostrado cuando cumplen grandes tareas que se les han asignado, pero considero que en la actualidad la mayor es ser disciplinado, velar por la responsabilidad, y combatir cualquier manifestación de indisciplina para poder vencer a esta enfermedad que hoy nos ocupa.