Fotorreportaje: El malecón de mi ciudad

El malecón de Manzanillo tiene una historia que atrapa a residentes y visitantes // Foto: Denia Fleitas Rosales

Manzanillo. Julio 9.- El malecón de la ciudad del Golfo de Guacanayabo tiene un atractivo que le hace excepcional para su pueblo. Testigo de la evolución urbanística e histórica de Manzanillo, se baña con las olas del mar y su brisa salada, es cómplice de andanzas carnavalescas y guarda en sus muros secretos insospechados. Es también un símbolo de esta ciudad mar.

Aquí comienza el malecón manzanillero a lo largo de la Avenida Bartolomé Masó Márquez, justo el punto de partida del antiguo Camino de La Caimanera, que se extendía por toda la costa desde Manzanillo hasta Cabo Cruz. // Foto: Denia Fleitas Rosales
Una escultura de mujer a tamaño normal, del escultor Wilfredo Milanés, se integra al atractivo del malecón de Manzanillo // Foto: Denia Fleitas Rosales
En la orilla arenosa de sus primeros metros reposan los barcos de pescadores a la espera de cada salida al mar // Foto: Denia Fleitas Rosales
En los cerca de dos kilómetro de extensión del malecón de Manzanillo, los manzanilleros disfrutan de sentarse al amparo de la brisa marina // Foto: Denia Fleitas Rosales
La Avenida cuyos edificios están ornamentados con murales de artistas de la plástica local recibe a quienes realizan carreras y caminatas // Foto: Denia Fleitas Rosales
Su mar fue testigo de la evolución del otrora Camino de la Caimanera donde alguna vez estuvo emplazado el matadero de la urbe, destrozado por el paso de un ciclón en 1932 // Foto: Denia Fleitas Rosales
El malecón de Manzanillo es una de las áreas de carnaval más anheladas y vía de tránsito hacia el Nuevo Manzanillo y la Ciudad Pesquera // Foto: Denia Fleitas Rosales
En la bahía de Manzanillo, el Benny Moré pesca la luna en el mar. Su estatua monumental en bronce, del artista Ramón Cisnero, está erigida en el mismo escenario donde el llamado «Bárbaro del Ritmo» cantó en 1962 en Manzanillo. // Foto: Denia Fleitas Rosales
El área del malecón es por donde se produjo la entrada de invasores corsarios en la madrugada del 7 de octubre de 1819 // Foto: Denia Fleitas Rosales
La construcción del muro del malecón data de la los primeros años de 1960, en Revolución. y su forma actual responde a faenas de la primera década del 2000 // Foto: Denia Fleitas Rosales
En la extensión del malecón se disponen casas señoriales erigidas en la etapa neocolonial, que culminan con el antes denominado barrio Santa Isabel // Foto: Denia Fleitas Rosales
Los restos del muelle atestiguan la presencia de los turbos de la otrora estación eléctrica ubicada en el hoy Taller de Transformadores, y se utilizó para el cabotaje del barco que viajaba a los Cayos Perla y Blanco. También de la patana donde se montaba otro cabaret flotante en tiempos de carnaval. // Foto: Denia Fleitas Rosales
La belleza del mar iluminado por el Astro Rey es una de las exquisiteces del malecón y litoral manzanillero // Foto: Denia Fleitas Rosales
El majestuoso Club 10, construido en la década del 30 del siglo XX con inversión de los 11 socios más acaudalados de la ciudad, a partir de los diseños de los Salones de Versalles // Foto: Denia Fleitas Rosales
Brisas del mar, otrora cabaret flotante construido en una euforia carnavalesca, que se transformó en base náutica de cayak, y luego otras dos modificaciones hasta la actual // Foto: Denia Fleitas Rosales
En el área del malecón aconteció el primer aterrizaje de un avión en Manzanillo, que marcó el comienzo de la historia aeronáutica en el territorio // Foto: Denia Fleitas Rosales
El restaurante Lisetera Cayo Confite es una de las obras emblemáticas ubicadas en sus proximidades, que se levantó en los 70 para acoger las propuestas de los tradicionales carnavales de Manzanillo // Foto: Denia Fleitas Rosales
La indolencia de algunos manzanilleros resta elegancia al malecón enchapado a principios de este siglo con loza en la superficie y rasilla en el costado del muro. // Foto: Denia Fleitas Rosales
La sirena del artista Michel Cabrera Matos es una de las dos esculturas que se conservan del último proceso de restauración que involucró a la brigada de Patrimonio y artistas de la urbe // Foto: Denia Fleitas Rosales
El paisaje marino y de pesca realza al malecón manzanillero // Foto: Denia Fleitas Rosales
Por su atractivo es motivo de inspiración para poetas, y los amantes de la fotografía // Foto: Denia Fleitas Rosales
El balneario de Manzanillo, inaugurado por los años 30 del siglo XX por el Capitán Rafael Frías, Alcalde de la urbe, donde se realizaban los baños de mar, es la culminación de la avenida malecón // Foto: Denia Fleitas Rosales

Un comentario en “Fotorreportaje: El malecón de mi ciudad

  1. Se añora y extraña ese malecón,hace mas de un año que no voy a la ciudad,varios carnavales pase en esa área,ojala volvieran esos tiempos,pero se mantiene todavía bonito y limpio,cuidenlo.

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