Manzanillo. Noviembre 13.- Hoy se cumplen los 324 años de la fundación de la primera agrupación de bomberos en Cuba, una entidad que se caracteriza por sus hombres de diciplina, honor y valor.
Las memorias recogen cómo fue aquel 13 de noviembre de 1696 cuando en la actual Villa Clara nació oficialmente la historia del Cuerpo de Bomberos en nuestro país, que tiene una larga tradición en la creación y desarrollo de los servicios de extinción y prevención de incendios.
De vital importancia es hoy este servicio en un mundo donde la modernidad puede ser faltal en ocasiones por la incidencia de algún fuego que puede acabar en sólo minutos con recursos económicos y lo más triste, en ocasiones provocar la pérdida de lo más precisado del ser humano que es la vida.
En Manzanillo, como en todas las grandes urbes de esta nación, existe un cuerpo de bomberos presto a brindar ayuda a quien lo necesite. Este se nutre de jóvenes que transitan por el Servicio Militar Activo (SMA), muchachos que demuestran su valor en cada misión y lugar donde se les llame.
El accionar de estos héroes no sólo se puede encontrar en incendios ya sea dentro o fuera de la ciudad, también tienen la honrosa misión de conformar el cuerpo de salvamento y rescate ante cualquier situación.
A ellos los podemos ver sofocando las llamas de cualquier peligroso fuego que ponga en riesgo a personas y lugares de residencia o trabajo, como también los encontramos salvando a la población ante cualquier desatre natural o accidente.
Son verdaderos héroes que arriesgan sus propias vidas para la salvaguarda de las agenas que puedan correr peligro. Por eso el pueblo los admira y respeta porque saben que tiene a un grupo de valiosos combatientes que los ayudará si es necesario.
Hoy, a 134 años, les seguimos apoyando y agradeciendo todo esfuerzo y tesón en esta honrosa labor. Los aplausos suenan en cada jornada de homenaje o actividad de prevención cuando los vemos mostrando las maniobras, ante los ejercicios de preparación para la defensa o en las semanas de prevención contra incendios. En fin, tras una llamada de auxilio ellos siempre estarán dispuestos a socorrer por su disciplina, honor y valor.