Víspera de la luctuosa jornada del dolor – Día de la Memoria y el Duelo, con la que generaciones en Rusia recuerdan a los caídos- los presentes dedicaron un minuto de silencio con velas encendidas, en una misa consagrada a los héroes de la Patria en la Catedral ortodoxa rusa Nuestra Señora de Kazán, en La Habana.
Durante la ceremonia, el padre Savva recordó los esfuerzos diplomáticos desplegados por la otrora Unión Soviética para impedir la guerra que fraguaba la Alemania fascista y apeló a la contribución de todos para que hechos trágicos como los acontecidos entonces no ocurran de nuevo.
Memoria eterna y gloria a los caídos pidió el dignatario religioso al subrayar la decisiva victoria del pueblo soviético en la derrota del fascismo, en 1945.
Según recientes investigaciones, la cifra de víctimas durante la Gran Guerra Patria en las exrepúblicas soviéticas sobrepasa los 26 millones de muertos, en su mayoría en los campos de concentración, de exterminio y como resultado de la ocupación nazi, bombardeos y cercos a ciudades como Leningrado (hoy San Petersburgo) y Stalingrado (Volgogrado).
El 22 de junio y el 9 de mayo – Día de la Victoria- son dos de las fechas históricas que se recuerdan en Rusia con total solemnidad y luto.
A la ceremonia en La Habana asistió el embajador de Rusia en Cuba, Mijail Kamynin, acompañado de otros miembros de esa misión diplomática.
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