Irene lleva 43 años entregada a la pediatría

La Dra Irene Tamayo Moreno es especialista de Primer grado en pediatría //Foto Eliexer Pelaez Pacheco
La Dra Irene Tamayo Moreno es especialista de Primer grado en pediatría //Foto Eliexer Pelaez Pacheco

Manzanillo. Octubre 17.- Los pasillos y las áreas del hospital pediátrico provincial Hermanos Cordové de Manzanillo han recibido por cuatro décadas la presencia de una de sus pediatras con mayor tiempo de labor en esta institución. Su entrega y pasión a los niños la ha movido a encontrar en este lugar una paz que le hace sentir como si estuviera en su segunda casa.
Ella es la doctora Irene Tamayo Moreno, especialista de primer grado en pediatría, fiel apasionada a su carrera, tanto que no aguantó estar encerrada en el hogar luego de su jubilación laboral, y tuvo que reincorporarse a prestar sus servicios otra vez. Lo ejecutó luego que la viceministra de salud convocara a todos los que se encontraban disfrutando de la jubilación a incorprorarse, si querían de nuevo a nuestros hospitales, y su presencia no se hizo esperar más.
«Esta es una carrera que pensé que podía hacer más de lo que hacía, porque creía que todos los niños que se enfermaban se podían salvar, y desgraciadamente no siempre es así.

Dra Irene Tamayo Moreno //Foto Eliexer Pelaez Pacheco


Pero aquí hemos logrado con el trabajo de todos, en unión de las enfermeras, especialistas y estudiantes, bajar la mortalidad infantil, que comparado a los años que comencé a trabajar es menor, pues antes se morían bastantes niños. Los decesos se efectuaban no por falta de preocupación, sino porque las personas no tenían los conocimientos que hoy cuentan para cuidar más por la salud de sus pequeños.
Tampoco se le podía brindar a la población los médicos de la familia que existen actualmente, algo que es una ayuda inmensa. Ya no se ven aquellos casos que llegaban muy mal al cuerpo de guardia», dijo esta sacrificada mujer con 43 años de labor.
La doctora Irene se alegra cuando algún médico en formación o estudiante se le une para beber de su savia y experiencia cultivadas durante todo este tiempo. Por eso ella envía un mensaje a las nuevas generaciones que deseen estudiar o laborar aquí, deben «trabajar con firmeza porque esta es una profesión muy humana.
Si no le dedicamos todo el amor que sentimos por la profesión y la humanidad no vamos a rendir, porque incluso se puede o no tener un conocimiento muy vasto como un especialista, pero con el interés de trabajar y ayudar vamos a mantener siempre la salud del pueblo», concluyó la especialista quien labora en la sala de gastroenterología del pediátrico manzanillero.

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